México se expresa a través de la danza: Christine Dakin
"En cada pueblo la gente baila desde pequeña, en las plazas se practican las danzas tradicionales de las fiestas patronales, los niños aprenden de los abuelos y comparten una expresión ritual y de identidad”
"Es muy impactante ver el espacio que la UV ha dedicado a las artes y que alumnos provenientes de todo el país se sientan atraídos por su fuerte tradición y gran nivel de enseñanza”
Marcelo R. Sánchez Cruz
Martha Graham es a la danza lo que a Picasso es a la pintura o lo que Stravinski a la música. La bailarina estadounidense –nacida en 1894– fue una revolucionaria que “llevó la danza al siglo XX”, dicen algunos expertos, “que inventó la danza moderna o contemporánea”, claman otros, que inventó una técnica propia para poder desarrollar un nuevo lenguaje corporal.
A través de su propia escuela y compañía –creadas en 1926–, Martha Graham desarrolló y perfeccionó su técnica y formó a cientos de bailarines.
En 1976 Graham seleccionó a Christine Dakin –bailarina de 27 años y oriunda de New Heaven, Connecticut– para ingresar a la compañía. Graham, ya retirada como bailarina, creó decenas de coreografías con Dakin como protagonista.
Seis años después de la muerte de Graham, en 1997, Dakin fue nombrada directora artística asociada de la compañía y para 2002 se había convertido en directora artística titular, cargo que ocupa hasta la fecha. Es considerada –además de una de las mejores bailarinas de la historia– una genuina heredera del legado artístico y técnico de la revolucionaria Martha Graham.
“Ella siempre decía que la danza no debe ser una competencia. Tu única competencia es con la persona en la que te puedes convertir. Entonces es importante moverse en grande y cometer errores igual de grandes. No tengas miedo y no veas a otras personas. Tienes que enfocarte en desarrollarte a ti mismo”, sostuvo. Dakin, quien visitó la Universidad Veracruzana (UV) para impartir un taller a estudiantes de la Facultad de Danza y presentar el video La voz del cuerpo –realizado con apoyo de la Universidad de Colima y en el que busca explicar “la poética de su quehacer artístico”–, concedió la siguiente entrevista.
Usted es considerada la heredera del legado de Martha Graham, ¿cómo enfrenta eso?
Hay muchos herederos de la obra de Martha Graham, yo comparto esa responsabilidad con la gente que trabajó directamente con ella. Soy su heredera, pero también son depositarios de esa herencia todos los alumnos que han tomado clase con las generaciones siguientes, somos todos herederos de la obra y el legado de Martha. Yo sola no puedo.
Obviamente yo tomo en serio mi responsabilidad como heredera directa, pero también necesito de toda la gente que se pueda involucrar –mis alumnos, compañeros bailarines, los maestros– para realmente cargar esa responsabilidad.
Ha presentado muchas coreografías creadas y escenificadas por Graham. Esto implica preservar y dar a conocer estas obras, pero también generar cosas nuevas.
Es algo muy difícil porque muy pocas mujeres artistas se han desarrollado en un tiempo tan extenso y generado una obra tan vasta como Martha Graham; mi responsabilidad como directora de la compañía es recuperar las obras y presentarlas de la manera más cercana a la propuesta original, pero también con los significados que tienen en el momento presente.
Ésa es la dificultad, entender cómo se mantiene lo auténtico de la obra y a la vez llevarlo al presente. Una de las preocupaciones de Martha era pensar qué sucedería después de dejar la compañía, si las obras sólo se iban a repetir sin crear algo, sin renovar. Al final decidió que era necesario mantener la compañía, preservar y mantener vivo el legado mediante el acto creativo. No puedo decir exactamente cómo es el proceso, pero tiene que ver con la decisión de permitir que cada bailarín reinvente, a través de sus propios cuerpos y vías, la obra de Martha Graham.
¿Cómo se estructura una propuesta para esta conservación? ¿A través de la técnica?
Exactamente, mucha gente ha visto la obra coreográfica de Martha Graham a través de los años, pero la cantidad de gente que se ha formado en la técnica Graham es muchísima. Mantener viva la técnica es la mejor manera de preservar lo básico.
La técnica es fundamental para entender la obra, la intención, la creación de esta manera de moverse que inventó Graham.
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¿Se puede innovar y al mismo tiempo preservar la técnica?
Ése es el objetivo. Martha Graham no creó una técnica de entrenamiento corporal, no es como hacer pilates o ejercicios de acondicionamiento; buscaba una nueva manera de moverse que brindara posibilidades de expresión diferentes, completamente suyas. Para enseñar esto a sus bailarines tuvo que desarrollar secuencias para aprender los movimientos, pero la razón, la propuesta, era hacer un lenguaje de expresión corporal.
Desde el principio la técnica es algo creativo, no sólo es para hacer ejercicio; la técnica es un entrenamiento del cuerpo que está al servicio de la expresión, de la comunicación. Ése es el punto.
Entonces hay la posibilidad de renovarlo, porque estamos hablando de creatividad. Si sólo repito y repito lo que he aprendido de mi maestro, no soy creativo, no es profundo, no es mío, no adelanta, no cambia, no vive. Preserva, pero no es creativo.
Mi desarrollo de la técnica Graham es decidir cuáles son los elementos más profundos, los más importantes. No se trata de un vocabulario, porque eso sólo son los fundamentos de cómo moverse, la creatividad está en definir qué queremos decir. |
Para usted, ¿cuáles son las herramientas principales de la técnica Graham?
El primer fundamento es el manejo de la respiración durante los ejercicios de contraction and release (contracción y liberación), movimiento que distingue la técnica. No es sólo un ejercicio muscular, tiene que ver con cómo el intérprete emplea su respiración como un acto para vaciar su cuerpo al contraerse y moverse al expandirse.
El segundo elemento conceptual importante es la idea de la espiral cíclica que es parte de nuestro cuerpo desde los niveles celulares, que existe en toda la naturaleza. Para Martha trabajar en este concepto era explorar la necesidad de ir y regresar, de cómo se conecta el fin con el inicio y cómo esto se utiliza en la expresión del cuerpo.
La tercera cuestión, que en mi opinión es la más importante, es el uso del peso del cuerpo. En el ballet clásico las bailarinas pretenden no estar conectadas con la tierra, ser etéreas; Martha Graham se siente como pegada, enraizada, conectada a la tierra, y eso implica una manera de mover el cuerpo empleando su peso.
Utilizando esos tres elementos como cimientos, se pueden desarrollar secuencias de trabajo corporal que den como resultado una coreografía, involucrando la creatividad, la inspiración y un discurso.
Además de su labor escénica, usted también se ha desarrollado en el ámbito académico,
¿por qué tomó esa decisión?
Por la necesidad de comer. Muy pocos son los bailarines que viven de una carrera como ejecutante. Yo decidí que me gustaba enseñar y quería hacerlo bien, así me fijé en lo que hacían mis buenos maestros.
Afortunadamente me desarrollé en un ambiente de continuo aprendizaje, de idiomas, de literatura, de danza. Todo el mundo del bailarín es de enseñanza y de aprendizaje.
Cuando vine por primera vez a México vi que había una pasión muy grande por la técnica Graham y el compartir con los bailarines mexicanos mi idea de lo que es la técnica me ayudó mucho a desarrollar mi criterio de enseñanza.
A final de cuentas es un intercambio, ellos aprenden de mí y yo de ellos. Ese enfoque me ha ayudado mucho.
¿Por qué hay interés por la técnica Graham en México?
Yo pasé cuatro años realizando investigaciones y trabajando en coreografías tratando de entenderlo.
Una respuesta simple, casi un cliché, sería que el temperamento apasionado de los latinos los lleva a la utilización de la técnica, sin embargo existe otro motivo que me parece más importante: México es un pueblo que se expresa a través de la danza, en cada pueblo la gente baila desde pequeña, en las plazas se practican las danzas tradicionales de la fiesta patronal, los niños aprenden de los abuelos y comparten una expresión ritual y de identidad. La danza como elemento de la vida cotidiana de las personas es muy importante en México, desafortunadamente eso se está perdiendo.
En estas ganas de bailar sí está el asunto del temperamento y el carácter de los mexicanos. La pasión, la energía y la fuerza que se tiene aquí encajan perfectamente con la técnica Graham, pues ésta es poderosa, a veces brutal, muy intensa.
¿Estas coincidencias influyeron en el proyecto que realizó con Rafael Zamarripa en la
Universidad de Colima?
Mucha gente no está de acuerdo con las ideas de Rafael Zamarripa, pero desde que vi la primera vez su compañía encontré elementos básicos del movimiento del folklor que están en la técnica Graham, lo que hice fue darle una estructura más formal.
A través de los años la compañía ha cambiado mucho y gracias al empleo de la técnica Graham se nota una estructura de movimiento; les ha servido para desarrollar elementos personales, cómo prepararse, cómo entrar a la clase, cómo responder y escuchar al cuerpo.
Se trata de una idea diferente del manejo de la danza folklórica, pues regularmente los bailarines de folklor atienden a indicaciones grupales, mientras que con estos ejercicios pueden desarrollar una individualidad.
Trabajando conmigo han desarrollado una manera de pensar en su propio instrumento, en cómo desarrollar su cuerpo y emplearlo al servicio de los cuadros coreográficos, manteniendo una expresión propia.
¿Cómo encuentra la formación en danza que se imparte en la UV?
Es muy impactante ver el espacio que la UV ha dedicado a las artes. Es refrescante ver que la formación en Teatro, Artes Plásticas, Música y Danza se da en convivencia, que no están separados y que hay alumnos provenientes de todo el país atraídos por la fuerte tradición y el gran nivel de enseñanza de las artes en la UV, y eso es producto de la importancia que la institución da a la enseñanza y la difusión de las artes.
Espero que mantengamos un alto nivel de colaboración porque lo que hasta ahora he visto es maravilloso, tanto a nivel de entrenamiento como de creatividad.
El modelo educativo que manejan (con una licenciatura en seis años) brinda muchas posibilidades y me interesa apoyar y contribuir en este proceso.
Desde la dirección de la Facultad de Danza se están proponiendo cambios interesantes como ampliar el conocimiento de las diferentes técnicas, incluyendo la Graham.
¿Por qué sigue siendo importante hacer arte?
El arte es una necesidad inherente al ser humano, los artistas necesitan crear, experimentar con las diferentes formas que encuentran para expresarse y el público aprecia y le da significado a las obras; cuando se da ese contacto, existe el arte.
El arte cobra sentido cuando se juntan la necesidad de expresarse del artista y la del público de encontrar nuevas formas de conocer, entender y experimentar el mundo y la belleza a través del lenguaje del artista –ya sea música, teatro, danza o plástica.
Por eso es necesario hacer arte, para que la vida valga la pena.
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