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Año 12 • No. 535 • Septiembre 23 de 2013 Xalapa • Veracruz • México Publicación Semanal

Visitó la Unidad de Humanidades

Movimiento magisterial es un conflicto de clases: Hugo Aboites

"El sector empresarial quiere asumir la responsabilidad de que la educación sea mejor, impidiendo que los maestros, estudiantes, comunidades y gobierno decidan el futuro de este rubro”

No sólo está en juego el trabajo de los docentes, sino la formación de todos los niños y jóvenes”

"La reforma ha sido deslegitimada por cada plantón y marcha” expuso el conferencista

Paola Cortés Pérez

La educación se ha convertido en un campo de confrontación y de batalla que va más allá del modelo educativo, es un conflicto de clases sociales, sostuvo Hugo Aboites Aguilar, profesor-investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) Unidad Xochimilco, durante la conferencia magistral sobre la Reforma Educativa y el movimiento magisterial que dictó en el auditorio “Jesús Morales Fernández” de la Unidad de Humanidades de la Universidad Veracruzana (UV).

Ante más de 500 personas, entre estudiantes, profesores y público en general, dijo que este conflicto nacional es inusitado en México, pues es la primera vez que se ha visto con claridad que la educación se convirtió en un “campo de batalla” que va más allá de los derechos laborales, de las entidades federativas, e incluso de los intereses concretos corporativos y gremiales de los trabajadores o sindicatos.

Hugo Aboites planteó que se trata de una lucha de clases sociales porque al analizar los actores involucrados se ve claramente que en la postura de apoyo e impulso de la Reforma Educativa está la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE, organismo encargado de preservar el desarrollo del capitalismo mundial y que no vela por los intereses educativos), los organismos empresariales mexicanos, los gobiernos federales (que sin importar partido político, desde 1980 han mostrado una clara postura por la privatización de la educación),
todos ellos apoyados por los principales medios masivos de comunicación del país.

Del lado contrario, señaló, están los maestros que son apoyados por analistas, académicos y estudiantes universitarios que ven en estos momentos un atisbo de lo que puede ser su futuro. También están con ellos los padres de familia y muchas comunidades, sobre todo de aquellos estados donde los maestros representan el único baluarte cultural, la parte olvidada, subordinada y explotada de México.

Apuntó que esta situación ha dejado ver a un gobierno y servidores públicos ignorantes que no conocen ni han estudiado ciencias sociales; por ejemplo, decapitaron al sindicato nacional pensando en que habría vía abierta para la reforma, pero lo que crearon fue un vacío de poder que no llena el sucesor que propició las condiciones para que este movimiento exista, “primer grave error.

”Segundo error: si aprobamos deprisa la reforma en 11 días ni cuenta se van a dar y ya va a estar y no va a pasar nada; es falso, sólo dieron un argumento más para cuestionar la discusión y aprobación. Otro error fue organizar foros regionales de discusión que no funcionaron porque generaron una ebullición e interés de participación que contribuyó a fortalecer el movimiento”, enumeró Aboites Aguilar.

“Esta falta de previsión, de no entender al país, de no calcular cuál es el efecto social de una acción, es un error que yo me lo explico por una ignorancia de las ciencias sociales”.

Lo cierto, dijo, es que al interior del movimiento hay varias posturas: la abrogación de la ley es el sentido fundamental y único del movimiento; recuperar los espacios, regresar a la casa y en cada escuela defendernos de estas leyes, obtener lo que sea posible en la negociación a nivel de cada entidad federativa y con esto dar por concluido este episodio.


La conferencia fue organizada por lasfacultades de Humanidades, la BENV y la Red Cívica
Reforma Educativa
El ex catedrático invitado en la Universidad de Harvard reiteró que la reforma es producto de las negociaciones que los gobiernos federales han tenido desde 1980 con los organismos empresariales y la OCDE.

“Incluir en el Tratado de Libre Comercio a la educación abrió las puertas a la mercantilización de este aspecto importante de la vida pública. En 1992, cuando se firmó el TLC, había en el país 400 planteles universitarios privados, para 2002 ya alcanzaban los dos mil 200”, expuso.

Lo que ocurre ahora, declaró, es que el sector empresarial quiere asumir la responsabilidad de que la educación sea mejor, impidiendo que los maestros, estudiantes y comunidades decidan el porvenir del Sistema Educativo Nacional.

Expuso que esta ley atenta contra los derechos laborales de los trabajadores de la educación de los niveles obligatorios, dado que los empresarios buscan de ellos mayor flexibilidad y mayor control posible, lo cual no puede obtenerlo de un magisterio que tiene sindicato, derechos laborales establecidos en la Ley Federal de los Trabajadores del Estado, derechos que han desaparecido.

En cambio, ahondó, con la Ley de Servicio Profesional Docente serán evaluados constantemente, despedidos o adscritos y la autoridad podrá iniciar un proceso de sanción cuando el trabajador incurra en una falta de responsabilidad.

“Esto es vivir bajo la amenaza constante de que la autoridad decida que en algún momento el estornudar, toser, mirar de cierta manera sea una falta de responsabilidad, lo que coloca al trabajador en una situación de excepción, porque los otros millones de los trabajadores al servicio del estado y de empresas no tienen estas condiciones laborales que se inauguran con esta reforma”.

¿Qué esperan los empresarios al controlar el Sistema Educativo Nacional? Quieren convertirlo en el pilar del desarrollo económico, que su única función sea la competitividad internacional del país y para eso se debe formar capital (humano), máquinas que trabajen y generen ganancias.

Para lograrlo, detalló, pondrán en marcha la eficiencia de recursos, de formación y de gestión; esto es, piensan invertir los recursos de manera que generen mayor ganancia en términos de capital humano.

Para ello, advirtió, el Sistema Educativo Nacional será segmentado, es decir, no todos tendrán derecho de ir a la universidad porque es un desperdicio de recursos, de tiempo y energía institucional el poner a la par de conocimientos a aquellos jóvenes que no tuvieron una educación mejor.

“Habrá algunos que les corresponderá ir a las universidades y serán quienes dirijan al país, pero al resto les darán una educación técnica y nada más. Muestra de ello es que en los últimos 20 años se han creado casi 100 universidades tecnológicas e instituciones politécnicas, y prácticamente ninguna universidad de gran tamaño como la Veracruzana, la UNAM o la UAM”, reveló.

Sobre el planteamiento de la uniformidad de la educación, el especialista externó que va contra la diversidad cultural y regional del país; por el contrario, una educación de calidad sería aquella que se enfoque en desarrollar y potenciar las fortalezas de cada región.

“En el fondo la calidad debe ser igual en todas partes, por eso está tan vinculada con la evaluación, esto es, la idea de calidad en la educación es la uniformidad, pero está en contra de lo que es este país”, subrayó.

Determinó que la secuela principal del conflicto es que se tiene a un movimiento que crece y a un gobierno acorralado que está en el dilema: si reprime el movimiento, éste crece –como se vio en Veracruz y en la ciudad de México–; si no lo reprime, se extiende.

“La única opción que el gobierno está manejando en este momento es tratar de convencer a nivel local, llegar a acuerdos con las fuerzas que están en movimiento para aplacarlas, prometiéndoles que no se les va a afectar”, puntualizó Hugo Aboites.

Además, mencionó que la reforma ha sido deslegitimada por cada plantón y marcha que se realizó a nivel nacional, al no tener entre el cuerpo académico de las universidades seguidores entusiastas, tiene por lo menos un silencio e incluso hay funcionarios que prefieren no decir nada.

“Es una ley que no tiene consenso, no inspira acción, las iniciativas, la creatividad y, sobre todo, el compromiso”, agregó.

Mencionó que la lucha por la abrogación de la modificación constitucional y de sus tres leyes secundarias es una demanda que debe permanecer porque permitirá que el gobierno busque una salida idónea a esta situación.

Más de 500 personas acudieron a la conferencia


Por todo lo anterior, Aboites Aguilar insistió en la importancia de protestar –como se hace en Veracruz–, porque no sólo está en juego el trabajo de los docentes sino la formación de todos los niños y los jóvenes que vienen detrás, quienes recibirán una formación para ser capital, convertirse en autómatas, en robots incapaces de pensar críticamente, de ver la realidad de manera distinta.

Cabe mencionar que la conferencia fue organizada por las facultades que conforman la Unidad de Humanidades de la UV, la Escuela Normal Veracruzana y la rganización Red Cívica.