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Año 13 • No. 544 • Noviembre 25 de 2013 Xalapa • Veracruz • México Publicación Semanal

Orquídeas ayudan a estudiar el cambio climático

 

Alma Celia San Martín

Poza Rica, Ver.- Los países de Latinoamérica no son ajenos a la influencia de eventos relacionados con el cambio climático, fenómenos como el deshielo de volcanes y nevados son quizá lo más evidente en términos del paisaje porque el calentamiento global es un hecho y nos afecta a todos, comentó Guillermo Alberto Reina-Rodríguez, coordinador de Flora-Fauna & Cartografía de la Vegetación de la Fundación Gaia de Cali, Colombia.

El integrante del grupo de investigación de la Universidad Nacional de Palmira, Colombia, dictó la conferencia “Orquídeas y cambio climático en el valle del Río Cauca.

Una mirada hacia una estrategia regional de conservación” a estudiantes de las maestrías Ciencias del Ambiente y Manejo de Ecosistemas Marinos y Costeros, en la Facultad de Ciencias Biológicas y Agropecuarias (FCBA) de la Universidad Veracruzana (UV).

Guillermo Reina-Rodríguez y Arturo Serrano

Afirmó que en Colombia, al igual que en México, es necesario planificar los territorios a futuro, pues los cambios en el clima son cada vez más acentuados y por tanto los habitantes deben tener más conciencia de lo expuestos que están.

Comentó que dichos cambios afectan a la flora y fauna presente en los entornos, por ello es impostergable pensar en estrategias para mitigar los cambios que acontecen actualmente.

En este sentido, Reina-Rodríguez señaló que las orquídeas se constituyen en unos organismos vivos adecuados para estudios relacionados con el cambio climático, debido a que dos terceras partes de las especies que existen en el planeta son epífitas (es decir, viven sobre un hospedero que les proporciona un anclaje), y en los trópicos estas plantas son particularmente abundantes.

 

Los mecanismos evolutivos que las orquídeas han desarrollado para poder vivir incluyen la capacidad de absorber nutrientes de la atmósfera y depender de las condiciones de lluvia, temperatura y humedad relativa, lo cual las convierte en los primeros “dolientes” frente a cambios en el clima.

Explicó que dentro del trabajo que realiza desde 2009, la Fundación Gaia inició el inventario de orquídeas presentes en el valle del Río Cauca al sur-occidente colombiano, un territorio de 421 mil hectáreas con bosque seco (análogo a la selva baja subcaducifolia en México).

De ese inventario resultaron un total de 70 especies, 38 más de las conocidas previamente. Este inventario permitió establecer un panorama de conocimiento de las especies de orquídeas presentes en esta área.

También permitió identificar 700 localidades (georreferenciadas) a partir de las salidas de campo y datos de herbario, los cuales permitieron ubicar los sitios donde se hallaban en el territorio.

En este caso el uso aplicado de estos datos se enfoca en establecer, a través de un algoritmo matemático denominado Maxent, áreas de distribución potencial de estas especies, es decir, dónde podrían crecer estas orquídeas a partir de los datos conocidos de las mismas y así restringir su búsqueda.

Otra utilidad es establecer futuros escenarios de dónde van a migrar estas plantas en estos territorios a partir de los cambios esperados de temperatura, precipitación y humedad relativa.

“Este conocimiento ha permitido generar mapas de distribución potencial y mapas de posibles escenarios de distribución hacia 2.080-2.100 frente a cambios del clima, es así que hemos detectado un cambio de la distribución de estas plantas de zonas bajas a zonas de mayor altitud.”

Para que esto suceda es importante que a lo largo de este gradiente altitudinal existan corredores biológicos que posibiliten esta migración, función que cumple perfectamente la vegetación rivereña/ripara/de galería que aún se mantiene y por donde pueden migrar las semillas, los polinizadores-dispersores de estas plantas.

Por su parte el vicerrector José Luis Alanís Méndez señaló que espera realizar nuevos cursos para que conjuntamente se puedan establecer y estandarizar metodologías que permitan realizar a largo plazo mediciones y monitoreo de las poblaciones de orquídeas, a partir de las cuales se establezcan las tendencias poblacionales de las mismas y a su vez permitan detectar tempranamente su situación para establecer pautas a seguir y así evitar su extinción.