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Año 13 • 551 • Febrero 10 de 2014 Xalapa • Veracruz • México Publicación Semanal

Abeja del Totonacapan

Investigadores promueven conservación de la taxcat

Trabajan en proyecto de rescate de la Scaptotrigona mexicana

Impulsan un campo experimental con 180 nidos en la comunidad de Gildardo Muñoz

"La recuperación de los saberes ancestrales es de gran valía para el conocimiento científico”: Atzin García

"En las comunidades, la taxkat tiene un valor que va más allá de lo ecológico”: María Reyna Hernández

Paola Cortés Pérez

Taxkat (como se conoce a la abeja sin aguijón entre los habitantes del Totonacapan) no es un insecto cualquiera: es la dueña de la casa, parte de la familia y como tal es respetada por todos.

Estas abejas viven generalmente dentro de los árboles, en la tierra o entre los huecos de las rocas, y el jarabe que producen (conocido como miel melipona) es aprovechado por los indígenas desde la época prehispánica.

El precio de la miel melipona es alto en el mercado, y su demanda aumenta debido a la escasez y a las propiedades que le atribuye el pueblo totonaco. Sin embargo, para María Reyna Hernández Colorado y Atzin García Flores, investigadores de la Universidad Veracruzana (UV), es más importante cuidar a la especie que la produce: la Scaptotrigona mexicana.


La melipona no está catalogada como miel

Cultura y biodiversidad en el Totonacapan
Atzin García, académico de la Facultad de Ciencias Administrativas y Sociales (FCAS), relató que los pobladores deben pedir permiso a los señores del monte, Kiwíkgolo y Kiwichat, para criarlas en su casa, pues es la única que puede entrar al mundo de los muertos.

“Las familias que tienen abejas deben ser íntegras, limpias y sinceras. En su hogar no debe haber riñas ni envidias, porque si hay algún problema, como la infidelidad, las abejas no lo soportan y regresan al monte en busca de tranquilidad”, detalló.

“Tienen un sinfín de relatos. En una ocasión nos contaron que durante el velorio de un señor, atestiguaron cómo las
abejas se despidieron de él y luego se fueron, no quedó ninguna en su meliponario”, compartió Reyna Hernández, del Centro de Investigaciones Tropicales (Citro).


Los pobladores, aseveró Atzin, consideran que la miel tiene propiedades terapéuticas para purificar el alma y la sangre, pues es “un regalo de los dioses”.

Desde hace cinco años, los académicos trabajan en dos comunidades totonacas, con el objetivo de preservar su cultura, tradiciones y el manejo sustentable de la Scaptotrigona mexicana.

Hernández Colorado explicó que este proyecto forma parte de una línea de investigación desarrollada en el Citro, enfocada en establecer puentes de encuentro y diálogo entre la vida cotidiana de las comunidades y el conocimiento generado en los centros de investigación de la Universidad.

“Nosotros llegamos para aprender de ellos y no para lograr el empoderamiento de nadie. Al contrario: respetamos todos los rituales, incluso el valor simbólico”, pues en las comunidades la abeja tiene un valor que va más allá de lo ecológico, recalcó.

Dijo que a través de encuentros de trabajo organizados los fines de semana, los especialistas han logrado fortalecer la relación basada en la confianza con los habitantes de estas poblaciones.

La investigación tiene como objetivo no sólo el intercambio de conocimiento con las comunidades, también la conservación de la abeja nativa, la cual está en peligro de extinción por la deforestación y la fragmentación del uso de suelo.

“Estamos acabando con sus espacios de anidamiento, con los ecosistemas. La abeja puede estar en peligro de extinción, aunque no esté dentro de la lista roja”, afirmó García Flores.

En este sentido, apuntó que la recuperación de los saberes ancestrales es de gran valía para el conocimiento científico, por ello “tratamos de vincular a las escuelas y a los niños con el entorno y el mundo natural, haciendo énfasis en la recuperación y conservación de las abejas sin aguijón”.

En la actualidad colaboran con un grupo integrado por 10 personas de la comunidad Gildardo Muñoz, donde apoyan e impulsan un campo experimental de la UV que tiene alrededor de 180 nidos y en el que los habitantes participan activamente.

Detalló que en el poblado de Tlachinola interactúan con los niños, a quienes les transmiten los saberes adquiridos en Gildardo Muñoz, “de tal forma que les sean propios y los vean como una identidad”.

Asimismo, reconocieron la cooperación y apoyo que les han brindado en las comunidades, en especial don Antonio Simbrón Simbrón, líder indígena y productor de miel melipona, quien les compartió sus conocimientos y les habló de las tradiciones relacionadas con la taxkat.


Meliponario experimental
Aprovechar la sabiduría popular
Los universitarios detallaron que forman parte de un equipo de trabajo multidisciplinario que integra los enfoques biológicos, químicos y culturales, y tiene como objetivo usar los conocimientos generados en beneficio de la comunidad, en este caso de dos poblaciones de la región del Totonacapan.

“Consideramos que el conocimiento que se construye no debe disiparse, sino impactar en la vida cotidiana de las comunidades a partir de lo que se denomina objeto de conservación, y en el caso de la Scaptotrigona mexicana trabajamos en su cuidado y conservación con los niños y los abuelos de las comunidades indígenas”, especificó Hernández Colorado.

A su vez, García Flores comentó que a nivel internacional el jarabe producido por la taxkat no está catalogado como miel y no es considerado en el Codex Alimentarius.

Sin embargo, precisó, tiene las mismas características que la miel proveniente de la Apis mellifera (abeja con aguijón). “Nuestra tarea será comprobar que es miel y que también son abejas”.

Sobre la importancia de la Scaptotrigona mexicana, dijo que su principal habilidad es detectar con facilidad las flores o plantas contaminadas con pesticidas o agroquímicos, por lo que no pecorea (salir a buscar el néctar de las flores), aunque eso implique gastar el doble de energía. Así, el producto que genera es 100 por ciento orgánico.

Indicó que como consecuencia de esta característica, es vista como una alternativa de solución al colapso que sufren las abejas Apis mellifera en todo el mundo, especialmente en Estados Unidos, Canadá e Inglaterra.

“Miles y miles de melliferas están muriendo, es un síndrome presente en esta especie y se cree que es ocasionado por un ácaro que las ataca al momento de pecorear en plantas contaminadas con pesticidas o agroquímicos, al llegar al panal tienen las defensas bajas y lo transmiten al resto.”

El artículo “Taxkat, la abeja nativa de Mesoamérica”, publicado en la revista La Ciencia y el Hombre (disponible para consulta en http://bit.ly/1fqaT6j), señala que su hábitat es el norte y la zona serrana del estado de Veracruz, pero hay registros de su establecimiento en regiones de Belice, Guatemala e incluso de Colombia, dado que es una especie tropical.

Apimondia 2013
En septiembre y octubre de 2013 los académicos presentaron la investigación y el proyecto que realizan en las comunidades totonacas, durante el Congreso Internacional Apícola Apimondia, celebrado en Kiev, Ucrania. Gracias a su exitosa participación, los universitarios fueron invitados a asistir a diversos foros internacionales que se celebrarán este año.

Cabe mencionar que en el congreso sólo fueron aceptados alrededor de 200 trabajos y más de dos mil quedaron fuera.
Apimondia se lleva a cabo cada dos años y congrega a investigadores de 59 países.

El año pasado se abrieron los apartados para dialogar sobre las abejas nativas, abejas silvestres sin aguijón y desarrollo comunitario.

“Logramos encontrar un área de oportunidad donde podíamos incursionar, entonces propusimos dos trabajos, un cartel de investigación y una ponencia científica en la plenaria”, externó.

La ponencia referida, así como el cartel, tuvieron el impacto que esperaban: “Generalmente se piensa que los únicos polinizadores son las abejas con aguijón, pero las que no lo tienen también son eficientes para el proceso, lo que llama la atención de muchos investigadores”, destacó.

Para María Reyna Hernández, Apimondia representó una oportunidad para ampliar su red de investigación y colaboración a nivel institucional. Ejemplo de ello es que fueron invitados para asistir y presentar su proyecto en el Congreso Nacional Apivio 2014, a celebrarse en Italia en marzo.


María Reyna Hernández

Atzin García