Los alumnos brindan atención bajo la supervisión de los académicos

A 62 años de su fundación Medicina busca reacreditación Alma Martínez, Aracely Hernández y Shuguey Enríquez La Facultad de Medicina del campus Veracruz-Boca del Río celebra su 62 aniversario con un renovado compromiso social de formar médicos con alta calidad, pues está próxima a iniciar su proceso de reacreditación. Pedro Gutiérrez Aguilar, director de la Facultad, mencionó que se trata de formar médicos con vocación de servicio que brinden alternativas de solución a las patologías que padece la población veracruzana y que se transformen en “hombres útiles a la sociedad”.

En 2008 la Facultad obtuvo su certificación como un programa educativo de calidad ante el Consejo Mexicano para la Acreditación de la Educación Médica.

Los buenos resultados se obtuvieron por la simbiosis perfecta entre galenos entregados a la docencia y alumnos que aspiran a ser profesionales, egresados que no olvidan su alma máter y funcionarios universitarios.

Todos ellos desarrollan un trabajo conjunto para conservar la tradición y prestigio que ha distinguido a esta entidad educativa desde 1943, y con la meta de conseguir su reacreditación a finales de 2014.

Su consolidación se gestó al tener una plantilla docente que incluye a distinguidos doctores de gran experiencia, poseer infraestructura de calidad que brinda espacios a los estudiantes para que puedan ampliar sus conocimientos mediante la transmisión de videoconferencias y el uso de robots simuladores, señaló el ex director y actual vicerrector Alfonso Pérez Morales.

Víctor Bracamontes

Además de múltiples vinculaciones en hospitales e instituciones de salud para que los alumnos atiendan sus campos clínicos y la colaboración estrecha con un desarrollo comunitario, mediante prácticas que coadyuvan a brindar alternativas de solución a problemas sanitarios. Gracias a aportaciones de ex alumnos, asociaciones de profesores, el patronato de la Facultad y la voluntad de los funcionarios universitarios, se cuenta con tecnologías de vanguardia como son salones equipados con videoproyectores, equipo de transmisión de videoconferencias en el aula magna y auditorio, equipo de cómputo, Internet alámbrico e inalámbrico. También se cuenta con una biblioteca actualizada, espacios donde los alumnos realizan sus prácticas como el anfiteatro y el Centro de Evaluación y Entrenamiento de Habilidades Clínicas. Esfuerzos con miras a la reacreditación El director Pedro Gutiérrez explicó que en los últimos años después de la acreditación se lograron consolidar proyectos como el área de simuladores, el área de anfiteatro y la creación de una osteoteca –estudio de los huesos– ubicada en el mismo. Además se modernizó el centro de cómputo que ahora cuenta con Eminus para que sea un centro de adiestramiento; la remodelación de los laboratorios de Fisiología, Bioquímica y Farmacología, así como la próxima remodelación de los laboratorios de Microbiología y Parasitología.

“El área de especialidades médicas tiene mucha innovación en la actualidad porque en la acreditación de todos los médicos especialistas que aprobaron el examen a nivel nacional, la Facultad de Medicina es la que lleva el control para el cuidado de todas las especialidades médicas de Veracruz”. El aval académico lo da la Universidad y el coordinador de esa área es Julio César Viñas Dozal, informó el Director de Medicina.

En cuanto a sus docentes, la Facultad cuenta con el cuerpo académico (CA) en consolidación Salud Pública y se trabaja para formar el CA en Clínicas, “pues hay mucha investigación de lo que hacen los médicos y porque estamos formando a los alumnos dentro de sus competencias, en el escenario real, donde se desarrollan habilidades y destrezas que se requieren en la sociedad”, expuso Gutiérrez Aguilar.

Aunado a ello se desarrolla un trabajo coordinado con CA de otras entidades académicas como el Instituto de Medicina Forense, el Instituto de Investigaciones Médico Biológicas, las facultades de Nutrición y de Odontología para fortalecer e impulsar las investigaciones multidisciplinarias.

También se encuentran actualizando los convenios de colaboración con las instituciones de salud y la plantilla de los campos clínicos, a fin de continuar la estrecha vinculación que mantiene con el IMSS, el ISSSTE, la Secretaría de Salud, la Secretaría de Marina, las universidades de Florida y la Autónoma de Nuevo León. Alfonso Pérez y Pedro Gutiérrez, conscientes de que la comunidad estudiantil es uno de los ejes del desarrollo, fomentaron los grupos que potencian las habilidades de los alumnos como es el de oratoria de Toastmaster, Avicena que fomenta la investigación, el Comité de Estudiantes de la Facultad, y en próximas fechas comenzarán los grupos de conversación de inglés y francés.

Horacio Díaz Correa promovió la creación de la Facultad

En cuanto a las actividades deportivas, “tenemos la carrera anual que organiza Arturo Gil Gutiérrez, coordinador de deportes, y Jorge Parrazal; un viaje al cofre de perote, que sirve para medir cuánto tienen de presión arterial antes y después de subir, sirve para medir parámetros importantes de la salud”, argumentó Gutiérrez Aguilar.

El círculo virtuoso
Al caminar por las instalaciones de la Facultad de Medicina se puede apreciar en sus pasillos a jóvenes con sus batas blancas y libros bajo el brazo; doctores-maestros que se convierten en tutores de los futuros profesionistas y vierten un gran conocimiento en ellos; personal administrativo atento con una sonrisa abierta, sincera; salones equipados con tecnología, espacios en los cuales pueden realizarse prácticas y ejecutar lo aprendido en las aulas.

Gran parte del crecimiento y transformación que ha tenido la Facultad se debe al círculo virtuoso constituido por funcionarios eficientes, académicos-doctores comprometidos con la formación de futuros profesionistas y alumnos con vocación de servicio.

Pedro Gutiérrez, actual director

Los egresados convertidos en médicos de renombre y que han consolidado su quehacer profesional con el reconocimiento público han sido piedra angular en esta transformación, muchos de ellos regresan a sus aulas con la firme intención de compartir la experiencia y los conocimientos adquiridos, otros más se convierten en vigías de su alma máter y apoyan vinculándola con empresarios, gobierno y gente de la sociedad civil dispuesta a invertir en educación. El personal administrativo y operativo que ha transitado por la Facultad, los 17 directores y la colaboración de las autoridades universitarias han sumado esfuerzos y apoyado en la consolidación de la misma. Con la experiencia de los académicos, el uso de la tecnología y estrategias didácticas contempladas en la Red de Innovación Educativa, se impulsó el proceso de enseñanza-aprendizaje robusteciendo la formación integral de los alumnos, futuros doctores y encargados de la salud humana. Un testigo de las transformaciones fue el señor Santos, quien apoyó en el cuidado y conservación de los cuerpos en el anfiteatro por más de 10 años, “sin embargo el espíritu de servicio que distingue a alumnos y doctores no ha cambiado”, comentó.

“Desde los primeros meses los muchachos entran a estudiar la morfología con los cuerpos que nos traen y desde ahí mismo se ve quiénes tienen aptitudes, algunos se desmayan, pero son pocos, a otros les gusta y se les ve enseguida a quienes les apasiona. Ya se puede ver quién disfruta la medicina”, recordó el señor Santos, quien vio pasar a más de 10 generaciones de médicos.

De esta manera las aptitudes, habilidades y vocación de los jóvenes no emergen sin la adecuada orientación de sus académicos. Uno de los maestros fundadores y actual catedrático, Víctor Bracamontes Díaz, afirmó: “Me gusta orientar, pero ellos tienen que sacar lo suyo”.

Estudiar medicina no es tarea sencilla, para obtener un título se necesitan aproximadamente 10 meses de estudio intenso, prácticas de campo clínico en centros de salud y hospitales, una participación activa en brigadas, ferias de la salud y medicina comunitaria, además de una vocación de servicio que se incrementa con lo aprendido gracias a los maestros.

El maestro fundador añadió: “El aprendizaje que tuvimos aquí en la Facultad nos dice que aprendimos en forma inevitable y que la vida impone retos que debemos enfrentar, pero la creación de valores es la esencia de nuestra humanidad, ésa es nuestra guía. No sólo se debe dar el conocimiento técnico y psicopedagógico, también se les debe hablar de los valores humanos que son indispensables para nuestra profesión”. Recorrido histórico Federico Roesch Dietlen, académico, ex director e investigador del Instituto de Investigaciones Médico Biológicas (IIMB), compartió con la comunidad los inicios de la Facultad, así como su desarrollo.

La Facultad en sus primeros años

En 1943 un grupo de médicos, encabezados por Horacio Díaz Correa, convencieron al presidente Miguel Alemán Valdés para construir un edificio en Veracruz, en virtud de que no existían suficientes hospitales para el campo clínico.
Roesch Dietlen explicó que la Facultad surgió como una respuesta a las necesidades que atravesaba el estado: plagas de paludismo, problemas de poliparasitosis muy severos por las condiciones de salud y tuberculosis.

La Facultad fue inaugurada por el presidente Miguel Alemán el 21 de febrero de 1952. El gobernador del estado era Marco Antonio Muñoz Turnbull.

La primera generación tuvo 84 alumnos y desde sus inicios se vinculó a la comunidad con los centros de salud, el Centro de Enfermedades Tropicales, catastro torácico y en la campaña nacional de erradicación del paludismo, lugares donde se atendían los problemas sanitarios de la población.

Los espacios educativos se han renovado

El 21 de septiembre de 1957 se entregaron las primeras cartas de pasante a los 30 alumnos que concluyeron sus estudios; el 7 de mayo de 1958 se realizó el primer examen profesional ante la presencia del rector Gonzalo Aguirre Beltrán, quien realizó el juramento que aún sigue vigente y mediante el cual los egresados se comprometen a ejercer la medicina compañeros de manera digna, honesta y profesional. Durante los primeros 10 años, la entidad académica mejoró su calidad para consolidarse como una de las principales facultades del país. Su prestigio internacional creció, ya que pronto acudieron alumnos del centro y sur de América a formar parte de su matrícula, explicó Roesch Dietlen.

“Medicina se convirtió en un referente en México y en América Latina; en 1961 se realizó la Primera Reunión de Facultades de Medicina que dio origen dos años después a la Asociación Mexicana de Facultades y Escuelas de Medicina”, recordó.

En 1990, bajo la dirección de Roesch Dietlen, se realizaron cambios que mejoraron la calidad de la enseñanza, como la reducción de la matrícula, el estricto proceso de selección, la incorporación de catedráticos con base en su perfil, la actualización del plan de estudios, el aumento del periodo de formación a cinco años y la creación del Patronato de la Facultad.

Asimismo se crearon los premios “Rafael Cuervo Xicoy” y “Horacio Díaz Correa” para distinguir a los catedráticos de experiencias educativas básicas y ciencias clínicas, los cuales se otorgan hasta hoy en día.

También se creó el Departamento de Posgrado con las maestrías en Investigación Clínica y Administración en Recursos de la Salud en 1992.

Desde su inicio, Medicina fue cuna de otras licenciaturas: Odontología, Medicina Veterinaria y Zootecnia, Técnico Dietista que se transforma en Licenciatura en Nutrición y Técnico Laboratorista, que más tarde se convirtió en Químico Clínico. El Departamento de Investigaciones dio origen al Instituto de Investigaciones Médico Biológicas, y el Departamento de Patología al Instituto de Medicina Forense; además en 1988 inició el programa educativo de Técnico Radiólogo.

Actualmente la Facultad ofrece la Licenciatura en Quiropráctica, las maestrías en Administración de Sistemas de Salud y en Salud Pública, así como el Técnico Radiólogo, además de tener bajo su cargo las Especialidades Médicas.

En sus aulas se han formado médicos de prestigio