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Año 13 • 558 • Abril 21 de 2014 Xalapa • Veracruz • México Publicación Semanal

Egresada de Letras Españolas

Aprendo al ayudar: Arely León

Realizó una estancia de seis meses en Puerto Rico, donde impartió talleres de lectura a niños, jóvenes y reclusos

Ha colaborado en las Casas de la Universidad y el Voluntariado

Paola Cortés Pérez

Arely León Sánchez, egresada de la Facultad de Letras Españolas y colaboradora durante cuatro años en las Casas de la Universidad y en el Voluntariado de esta casa de estudios, realizó una estancia de seis meses en el Museo de Arte de San Juan, Puerto Rico, experiencia que calificó de maravillosa y llena de magia, porque trabajar para la comunidad es muy gratificante.

"Las expectativas que tenía de la estancia fueron superadas por mucho, porque tan sólo la posibilidad de estar en el Museo de Arte me permitió aprender más", expresó.

Cabe mencionar que la estancia fue de julio a diciembre de 2013, como parte de la primera convocatoria publicada por el Programa de Voluntariado Universitario lanzado por la Red Talloires.

Narró que cuando llegó inmediatamente fue asignada al área de contabilidad del museo, lo cual le causó extrañeza y un poco de preocupación.

Tiempo después, recordó, se abrió una posibilidad para realizar lo que ella mejor sabe hacer: dar talleres de lectura para niños y jóvenes, gracias a que la persona responsable del programa de narraciones del museo se ausentó por vacaciones. "Así fue como me dieron la oportunidad".

El área de educación, compartió, es fabulosa, desde la forma en que se trabaja con los niños, jóvenes y familias que llegan a visitar el museo, hasta la manera de incluir a niños ciegos y sordos. "Esto representó un verdadero reto del que me siento muy agradecida, por el valioso aprendizaje que obtuve", dijo.

Su actividad no se limitó sólo al Museo de Arte, también se trasladó a una escuela elemental (jardín de niños y primaria) en una comunidad apartada, cuyos alumnos no tienen la facilidad para hacer una visita. La finalidad fue llevar toda la riqueza que alberga el inmueble a los pequeños, a través de talleres de lectura ligadas al acervo cultural.

"En esta escuela los niños me llamaban 'Miss de los cuentos', eso me emocionaba mucho. También los maestros hicieron una evaluación de los talleres, les gustaron mucho las técnicas y la manera en que trabajé con los niños", comentó.

Básicamente, explicó, los talleres se enfocaron en buscar cuentos relacionados con las piezas de arte que se muestran en el museo.

Colaboración con otras instituciones Arely también conoció otros museos y participó en eventos organizados por otras instituciones, como el Consulado Mexicano, el Estuario de la Bahía de San Juan e incluso visitó un reclusorio.

Detalló que con el Consulado Mexicano colaboró en una exposición dedicada a José Guadalupe Posada, mediante el desarrollo de talleres para los niños. En el Estuario de la Bahía de San Juan la invitaron a impartir un taller de cuentos y dibujo, cuyo tema principal fue el agua.

También participó en el Festival de la Palabra que tuvo lugar en el museo, el cual reúne a destacados escritores, así como en La Campechada, evento que se dedica a algún artista plástico o escritor.

"Para mí fue muy importante interactuar con otras instituciones para averiguar qué están haciendo y cómo lo están haciendo, sobre todo conectar con ellos en la pasión de la gestión y difusión de la lectura", subrayó.

Otra experiencia que compartió a detalle fue el taller de lectura que impartió en un reclusorio, a invitación de una voluntaria del museo, quien es maestra en Arte Industrial en dicho lugar.

"Trabajar con reclusos fue una experiencia muy fuerte e impactante. Debo confesar que cuando empecé me temblaban las piernas, no por miedo a los internos, sino a equivocarme", indicó.

"Me agradecieron que no los juzgara y que les compartiera el gusto por la lectura. Además confesaron que si alguien les hubiera leído un cuento antes, tal vez no estarían presos. Eso me hizo llorar cuando llegué a mi casa."

Señaló que las herramientas brindadas por la Universidad en el aula, las Casas y finalmente en el Voluntariado, le permitieron realizar una estancia en Puerto Rico, donde aplicó todo lo aprendido.

"La Universidad me dio las herramientas para comprender y leer los textos, entender su estructura; si combinas la técnica con el gusto, tienes un buen resultado. Sólo puedo agradecer que existan las Casas de la Universidad y los programas de vinculación con la comunidad", acotó.


"Los niños me llamaban la 'Miss de los cuentos',
eso me emocionaba mucho"

Participó en festivales organizados
por diversas instituciones

Los proyectos
Al preguntarle sobre los proyectos que tiene en puerta, adelantó que planea regresar con sus niños de la comunidad de El Conejo, ubicada en las faldas del Cofre de Perote, para continuar con sus talleres de inducción a la lectura y a la escritura de cuentos.

Además espera la pronta publicación de un libro de cuentos, rituales y leyendas de la siembra, los cuales fueron recopilados por los niños y la comunidad en general.

Hasta la fecha ha logrado recopilar, con la ayuda de los pequeños, 18 leyendas, seis rituales, así como un número indefinido de cuentos y juegos infantiles.

En la actualidad los intereses de Arely apuntan hacia otra faceta interesante: "Me estoy centrando en trabajar con niños sordos y para ello estoy aprendiendo el lenguaje de señas en la Benemérita Escuela Normal Veracruzana, porque me gustaría compartirles los cuentos".

La joven invitó a los universitarios a realizar su servicio social o trabajar en las comunidades, porque "es una experiencia que los va a nutrir mucho, incluso más que en las aulas, aunque sabemos que en éstas se nos dan las herramientas básicas".