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Año 13 • 559 • Abril 28 de 2014 Xalapa • Veracruz • México Publicación Semanal

En la UV, La Poni y El Gabo dieron sus primeros pasos

Formaron parte de los escritores que Galindo publicó en la Colección Ficción

Irma Villa

A mediados de siglo, el editor xalapeño Sergio Galindo dirigía la editorial de la Universidad Veracruzana (UV). Su forma de entender el momento literario de México y el mundo lo llevó a dar una oportunidad a jóvenes escritores del país y el extranjero prácticamente desconocidos.

Dos Premios Nobel de Literatura: Gabriel García Márquez (1982) y Octavio Paz (1990), y ocho Premios Cervantes de Literatura: José Emilio Pacheco (2009), Sergio Pitol (2005), Álvaro Mutis (2001), María Zambrano (1988), Carlos Fuentes (1987), Octavio Paz (1981) y Juan Carlos Onetti (1980), están ligados a la Editorial de la UV.

Algunos de estos poetas, narradores, ensayistas y periodistas vieron sus primeras publicaciones en una editorial de provincia porque, en palabras del poeta José Luis Rivas Vélez, "precisamente ahí estuvo el gran talento de Sergio Galindo como descubridor de escritores que en aquella época apenas estaban comenzando su carrera literaria y después se iban a convertir en figuras muy célebres.

"Supo aquilatar el valor de García Márquez, Juan Carlos Onetti, Sergio Pitol, Elena Poniatowska, María Zambrano, Juan Vicente Melo, José de la Colina, Tomás Segovia, Juan García Ponce, Vicente Leñero, Rosario Castellanos, Eraclio Zepeda, Blanca Varela, Josefina Hernández y Augustí Bartra, Kazimier Brandys, Jaroslaw Iwaszkiewicz, Jerzy Andrzejewski, Ryszard Kapuciski, entre otros."

Por lo anterior, y por su calidad literaria, hubo esfuerzos para darles seguimiento y conservar los derechos de autor. Uno de éstos fue el que emprendió el propio José Luis Rivas, en ocasión del 40 aniversario de la Editorial, quien propuso volver a publicar a estos escritores.

"Las pláticas iban por buen camino pero al final no hubo presupuesto suficiente para llevarlo a cabo. Sólo autorizaron publicar Reseña de los Hospitales de Ultramar y otros poemas, de Álvaro Mutis; A decir verdad, de Fernando Savater, e Imagen primera, de Juan García Ponce", comentó el autor de Tierra Nativa.

Al preguntarle si el autor de El coronel no tiene quien le escriba estaba interesado en seguir publicando en
la Editorial UV, refirió: "¡Claro!, estaba enormemente agradecido con la Universidad Veracruzana, porque cuando no era tan reconocido como escritor vio aparecer un libro en México, un país que lo sedujo".

En suma, los días en los que Sergio Galindo dirigió la Editorial UV representan "la época dorada" de la misma y gracias a este alcance del autor de Polvos de arroz, se consolida como una de las grandes fortalezas que tiene la máxima casa de estudios de Veracruz, que con orgullo puede mostrar que en su Colección Ficción figuran, entre muchos, Los cuentos de Lilus Kikus, de Elena Poniatowska, quien el pasado 23 de abril recibió el Premio Cervantes de Literatura 2013; y Los funerales de la Mamá Grande, de Gabriel García Márquez.

Sobre un tal Gabo
"¡Carajo, esto es Colombia!", expresó Gabriel García Márquez al bajar del auto. Era un día de junio o julio de
1961, Álvaro Mutis se había detenido en una gasolinera en Córdoba y allí el joven escritor hizo tal exclamación al escuchar al despachador, tras observar los cafetales que alrededor se asomaban recordándole a su patria.

Esta anécdota se la contó Álvaro Mutis a José Luis Rivas Vélez, cuando vino a presentar Reseña de los hospitales de Ultramar y otros poemas, y el poeta la compartió como inicio de una plática en la que deja claro lo que significó para el joven Gabo su contacto con Veracruz y la conexión que hizo con la Editorial UV.

Rivas Vélez señaló que Sergio Galindo "era un lector extraordinario, sabía que las obras literarias poseen un alto valor y que con el tiempo darían –a la Editorial UV– un alto prestigio", y por ello es que el número 34 de la Colección Ficción cuenta la historia de Los funerales de la Mamá Grande.

Recordó que la hoy mítica Colección Ficción dio la oportunidad a Juan Vicente Melo, José de la Colina, Tomás Segovia, Juan García Ponce, Vicente Leñero, Rosario Castellanos, Eraclio Zepeda, Blanca Varela, Josefina Hernández y Augustí Bartra, Kazimier Brandys, Jaroslaw Iwaszkiewicz, Jerzy Andrzejewski, Ryszard Kapuscinsky, entre otros.

Incluso, hizo una pausa, pocos saben que antes de que García Márquez publicara su novela cumbre se la dio a leer a algunos de sus amigos, entre ellos a Carlos Fuentes, quien escribió una reseña sobre la misma. Parte de ella sirve como prólogo de la edición que la UV publicó de Cien años de soledad en noviembre de 2004, en la Colección Carlos Fuentes, con sólo mil ejemplares impresos.

El Premio Nacional de Ciencias y Artes 2009, en la categoría de Lingüística y Literatura, refrendó que la época dorada de la Editorial UV fue con Sergio Galindo, aunque esto no quiere decir que lo publicado posteriormente sea de baja calidad y que se menosprecie a quienes están en proceso de ser leyendas literarias.

Citó, a manera de ejemplos, los títulos que componen la Colección Carlos Fuentes y la institución, en 2006, del Premio a Primera Novela Sergio Galindo, para reconocer a jóvenes talentosos.

Precisamente Del Moral refirió: "Recordar a García Márquez y su relación con la Editorial UV nos obliga a recordar a Sergio Galindo y su gran labor y afinado olfato como editor".

El también ex director de esta Editorial señaló que "si –como afirman los que saben– todo gran escritor termina por crear un universo propio, único e irrepetible (más allá de modas e imitaciones), en Los funerales de la Mamá Grande están contenidos una buena parte de los elementos que algunos años después García Márquez llevaría a su mejor –insuperable– expresión en Cien años de soledad. Ahí aparece (aunque no por primera vez) el mítico Macondo, su Yoknapatawpha (para recordar a su admirado Faulkner)".

A propósito de esta oportunidad que la Editorial UV brindó en 1962 al joven Gabo, destacó: "García Márquez formó parte de aquella generación de escritores hispanoamericanos que Galindo publicó en la hoy también mítica Colección Ficción. La lista incluye –y no se agota– a Octavio Paz, Juan Carlos Onetti, Elena Poniatowska, Sergio Pitol, Álvaro Mutis, María Zambrano, en fin… En ese entonces eran unos jóvenes desconocidos (o casi). Con el paso del tiempo marcaron el rumbo de las letras hispanoamericanas. Así de simple".

Y el entrevistado cuestionó: "Sé que la pregunta es ociosa, pero siempre me he preguntado qué habría sido de nuestra Editorial si le hubiera dado seguimiento a la trayectoria de estos escritores. En todo caso, me quedo con lo que ya mencioné: con el fino, aguzado olfato de Galindo como editor y su enorme capacidad para detectar que ahí, en la obra de aquellos jóvenes que se iniciaban en las letras, había lo que –creo– toda editorial que se precie de tal debe buscar: calidad".