
Luis Pacheco Cobos |
A través de seminario organizado por Citro y Biología
Universitarios analizaron diversidad natural y cultural
Paola Cortés Pérez
El Centro de Investigaciones Tropicales (Citro) y la Facultad
de Biología llevaron a cabo el
Seminario "Diversidad biocultural
de Mesoamérica", con el
objetivo de mostrar a los estudiantes que en México aún sobrevive una diversidad cultural y natural.
"Algo que debemos hacer
como investigadores es estudiar
la diversidad biocultural porque
son muchas culturas, desde los
cultivos, formas de preparar éstos en
los platillos tradicionales, las diversas plantas que utilizamos para varios usos desde el religioso, alimentario o medicinal", expresó Araceli Aguilar Meléndez, investigadora del Citro.
Apuntó que a través de las conferencias "Cox ich kato'k: escenarios de caza en Santa Cruz, Belice" y "La lengua en uso y su relación con la diversidad biocultural de México", impartidas por Luis Pacheco Cobos y Lorena Pool Balam, respectivamente, se pretendió dar una "probadita" de cómo se
usan los recursos naturales en diferentes culturas.
A su vez Pool Balam, especialista en Lingüística y representante voluntaria de la Radboud University Nijmegen, en Holanda, señaló que el lenguaje ayuda a tener claro el significado de una planta, no
desde la botánica sino de su papel en la comunidad.
"Las lenguas representan una diversidad mucho más grande de lo que podemos ver, ayudan a tener mucho más conciencia de lo que significa una planta no sólo en el nivel de descripción botánica, sino su significado en una comunidad donde se usa, consume, cuida o produce", expresó la entrevistada. |

Lorena Pool Balam |
Sobre la contribución que podría brindar la cosmovisión de los pueblos originarios al cuidado y protección de los recursos naturales, dijo: "Sería muy egocéntrico decir que nosotros tenemos la solución para salvar el planeta, lo cierto es que todos debemos ser más receptivos y abiertos a los conocimientos y formas de pensar de las comunidades indígenas.
"Las comunidades nos ofrecerían puntos de vista distintos que valdría la pena explorar y analizar, y ver hasta qué punto pueden ser provechosos, porque al tener una cultura vasta nos podrían presentar distintas formas del manejo, cuidado y protección de los recursos naturales", insistió.
Lorena Pool Balam, originaria de una comunidad indígena de Yucatán y hablante de la lengua maya, es licenciada en Antropología con especialidad en Lingüística, tiene Maestría en Lingüística por la Radboud University Nijmegen, y actualmente aplica para el Doctorado en Lingüística de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Por último, Pacheco Cobos, profesor-investigador de la
Facultad de Biología, habló sobre el trabajo etnográfico que hizo
en la comunidad maya de Santa
Cruz, localizada en el sur de Belice, donde encontró que la caza está orientada a proteger las milpas que son atacadas por plagas de vertebrados (jabalíes, venados, tejones, mapaches, entre otros).
"Es una estrategia de sobrevivencia y de cierta manera es un modo económico de producción, además de que hay un conocimiento sobre las especies que es útil para la conservación de las mismas, que puede ser útil para la construcción de un método de sustentabilidad", puntualizó.
Luis Pacheco es egresado de la Facultad de Ciencias de la UNAM, realizó su Doctorado de Ciencias Biológicas con especialidad en Ecología Conductual Humana.
Hizo una estancia Posdoctoral
en la Universidad de California
Davis, en donde fue invitado a participar en un proyecto colaborativo de la National Science Foundation. Tiene experiencia en el trabajo de campo con comunidades nahuas y mayas. En 2013 se incorporó como profesor-investigador, a través
del proceso de Repatriación del Conacyt, a la Facultad de Biología.
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