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Año 13 • 561 • Mayo 12 de 2014 Xalapa • Veracruz • México Publicación Semanal

Alfredo Vivanco, Ani Hervert y Luis Manuel Dorantes

Universitarios rechazan tales expresiones

Homofobia y discriminación persisten

Se pronuncian por concienciar sobre el tema en las facultades

En 1990 la OMS reconoció que la homosexualidad no es una enfermedad

"La universidad tiene la oportunidad histórica de fomentar el respeto a la diversidad": Estela Casados González

La Guía Universitaria a favor de la No Discriminación está disponible en www.uv.mx/uvi/noticias/guia

Karina de la Paz Reyes

Ser lesbiana, gay, bisexual, transexual, transgénero, travesti e intersexual (LGBTTTI) no es una enfermedad ni un trastorno, sin embargo es botín de exclusión social. "Lo feo de la discriminación es que la comunidad y uno mismo se encasilla al grado de llegar a la autodiscriminación", lamentó el estudiante de Publicidad y Relaciones Públicas de la Facultad de Ciencias Administrativas y Sociales (FCAS), Luis Manuel Dorantes Mendoza.

Según cifras de la Encuesta Nacional sobre Discriminación en México (Enadis) 2010 del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), siete de cada 10 personas homosexuales y lesbianas señalan que en México no se respetan los derechos de las personas de la diversidad sexual. Una de cada dos personas lesbianas, homosexuales o bisexuales considera que el principal problema que enfrentan es la discriminación, seguida de la falta de aceptación, críticas y burlas.

Además, cuatro de cada 10 mexicanos no estarían dispuestos a permitir que en su casa vivieran personas homosexuales; cuatro de cada 10 mexicanos, sin importar el rango de edad (de 12 a 49 años), opinan que la preferencia sexual provoca mucha división entre la gente.

Para aterrizar las cifras, aquí un caso: La Enadis 2010 precisa que en la pregunta "¿Estaría dispuesto o no estaría dispuesto a permitir que en su casa vivieran personas homosexuales?", 42 por ciento de la región de Veracruz y Tabasco contestó que "No", y 55.6 que "Sí" o "Sí en parte".

Cabe señalar que según la Ley Federal para Prevenir y Eliminar la Discriminación, "corresponde al Estado promover las condiciones para que la libertad y la igualdad de las personas sean reales y efectivas".

Para erradicar la discriminación se necesita…
"Creo que no he tenido muchos problemas con eso, pero sí es difícil decirle a alguien 'oye, en serio me gustan los hombres y las mujeres', ¿cuál es el lío?"; "Me di cuenta que sí me gustaban las niñas, pero también sentía atracción por los hombres, y para mí fue un choque tremendo, un proceso de aceptación conmigo mismo"; "Mi papá dice que los gays somos astronautas. No sé, como que no le gusta la palabra lesbiana, o no le gusta aceptar que lo soy; entonces, me dice cosas como 'deja de ser astronauta, por favor', no entiendo a qué se refiere, es como decir que no pertenezco a este mundo".

Estos testimonios forman parte del documental Miedo de qué (de origen colombiano) que se proyectó el 25 de febrero en el Taller de Homofobia y Discriminación, una de las actividades que el Centro para el Desarrollo Humano e Integral de los Universitarios (Cendhiu) aportó a la Semana de la Salud de FCAS 2014.

En el taller participaron la directora de la Facultad, Martha Patricia Domínguez Chenge, académicas y estudiantes. Tras una serie de reflexiones teóricas e informativas, los estudiantes expresaron sus diversos puntos de vista sobre el tema.

"Mi opinión acerca de esto es que si no te das a conocer respecto a quién eres, nunca te van aceptar y nunca van a saber de dónde vienes, por qué y cómo. Si tú nunca te das a respetar y vas por la vida contando tus intimidades sexuales, qué clase de persona eres. Una cosa son tus preferencias sexuales y otra tu intimidad", dijo Luis Manuel Dorantes, quien se asume como bisexual.

Para él, la homofobia existe en las personas heterosexuales, pero también dentro de la población LGBTTTI. De ahí la importancia de sensibilizar a la comunidad universitaria y así eliminar la discriminación.

"Estos talleres son muy importantes porque ayudan al personal administrativo, catedráticos y estudiantes. Los heterosexuales aprenden a convivir, muchos lo hacen y no veo razón que impida que muchos más se sumen. Tengo compañeros muy masculinos y no les causa ningún problema convivir conmigo ni con otros amigos. Pero también ayuda a las personas con preferencias sexuales diferentes que están en proceso de aceptación."

Alfredo Vivanco Caballero, de Publicidad y Relaciones Públicas de la FCAS, compartió la incomodidad que le causa que sus compañeros le digan que es "demasiado heterosexual para ser homosexual".

"Al principio lo tomaba a juego, pero ante la insistencia y después de todo lo que he aprendido en los tres años que tengo en la carrera, es molesto que siempre me estén diciendo lo mismo. Yo no me arreglo, siempre ando en tenis, playera y pantalón de mezclilla y no tengo que ser igual a otros. No me tengo que encasillar en eso. Antes, por ejemplo, se creía que si eres gay tienes que ser peluquera. Me gusta el futbol y cosas así, como a cualquier persona."

Para Alfredo, en la FCAS hay una apertura a la diversidad sexual, porque no hay discriminación. "La Directora, incluso, hace hincapié en la no discriminación".

Mencionó que hace un tiempo, en esta Facultad se elaboró un manual "de puro relajo", en cuyas páginas dejaba claro que "la homofobia se castiga con la exclusión social. Si eres homofóbico, te excluimos de FCAS".

Con acciones como ésta no se fomenta la homosexualidad, sino la tolerancia hacia la diversidad sexual, dijo.

Este tipo de concienciación es necesaria en otras facultades de la institución, "porque si vas a Arquitectura o alguna ingeniería de la Zona Universitaria tienes que ir con blindaje emocional, porque si no, te acaban. Tengo
un amigo que es muy afeminado y le tocó hacer prácticas en Ingeniería y lo acabaron emocionalmente", remarcó.

Ani Hervert, también de Publicidad y Relaciones Públicas, manifestó que "todos debemos aceptar a las personas como son, aprender a valorarlas y ver lo hermosas que son, así como se han desarrollado. Yo estoy en contra de la discriminación".

Relató que ella también se ha visto involucrada en los diversos tipos de discriminación de que es objeto la comunidad LGBTTTI: "Muy a menudo nos pasa que vamos caminando por la calle y les gritan cosas que no deberían, les demuestran mucho desprecio.

Yo les digo que no tienen que sentirse mal, no están haciendo nada malo. Al contrario, cada persona debe sentirse orgullosa de lo que es".

La instructora del taller, integrante de AIDS Healthcare Foundation (AHF), Asociación Civil, Rocío del Carmen Cortés Campos, lamentó que en México aún se reporten crímenes por homofobia.

En lugares como el Distrito Federal, dijo, la diversidad se está asimilando de manera favorable; sin embargo, hay otros como Guanajuato que son muy conservadores o con doble moral.

"No estamos en una situación radical como en otros países. En Uganda se acaba de aprobar la ley que penaliza a los homosexuales. Entonces si tú eres gay en Uganda vas directo a la cárcel o te matan; pero tampoco estamos como en los países nórdicos (como Suecia, Noruega, Finlandia, Alemania), que ya es algo libre, y están muy basados en los Derechos Humanos."

Para la activista, la formación de los estudiantes no debe ser sólo académica, sino integral, "como lo está proponiendo el Cendhiu, éste es un buen paso que está dando la Universidad".


El Día Internacional Contra la Homofobia se celebra el 17 de mayo
Trabajando por visibilizar
La integrante del Centro de Estudios de Género, Estela Casados González, consideró que hay acciones dentro de la institución que expresan el interés de un amplio sector por visibilizar a quienes siempre han estado en la sociedad en general y en las instituciones educativas: la población LGBTTTI.

A manera de ilustrar, citó la Guía Universitaria a favor de la No Discriminación de la Universidad Veracruzana Intercultural, que puede ser consultada en el enlace: www.uv.mx/uvi/noticias/guia

"La hemos invisibilizado no porque la comunidad universitaria no tenga la apertura, sino porque no somos ajenos a las prácticas que hay en nuestra sociedad, la cual lamentablemente no tolera ni respeta a la población de la diversidad sexual. Aquí no se trata de que seamos buenas o malas personas, sino de que hay prácticas culturales que nos llaman siempre al orden, es decir, a ser heterosexual."

Para la también académica de la Facultad de Antropología, en la Universidad se están realizando acciones interesantes como los espacios de reflexión para saber qué pasa con la comunidad LGBTTTI en la institución, y cómo hay situaciones o actitudes donde se normaliza la violencia hacia ellos y ellas.

"Está tan naturalizada la violencia que se ejerce sobre la población de la diversidad sexual, que en muchas ocasiones formulamos pensamientos tan ofensivos y resulta que no lo vemos.

"Hace falta un proceso de reflexión porque podemos ser las personas más inteligentes, con los grados académicos más altos, con un prestigio académico intachable, pero podemos tener un pensamiento misógino, lesbófobo porque tenemos cierta formación respecto a cómo interactuar con las personas de la diversidad sexual, que no es la más adecuada ni se ajusta a los tiempos que corren."

Datos consultados indican que, desde 1973, la comunidad científica internacional considera que la homosexualidad no es una enfermedad, y desde 1990 así lo estableció la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Precisamente, el Día Internacional Contra la Homofobia se celebra cada 17 de mayo para resaltar la corrección del equívoco que la OMS mantuvo por muchos años, considerando a la homosexualidad como enfermedad mental.

"No es una enfermedad, es una condición de vida y hay que respetar esa decisión y condición, más que cuestionarla, y las universidades tienen la oportunidad histórica de fomentar el respeto a la población de la diversidad sexual", concluyó la antropóloga.