Diego Salas acompañó al escritor

“Soy más lector que escritor”: F.G. Haghenbeck Paola Cortés Pérez “Siempre escribo el libro que desearía leer, creo que soy más lector que escritor”, declaró Francisco Gerardo Haghenbeck durante la presentación de su libro La primavera del mal, en el Auditorio “Fernando Torre Lapham” de la Unidad de Artes.

Al narrar cómo surgió la idea de escribir este libro, recordó que en algún momento le comentó al escritor Élmer Mendoza que hacía falta una novela que contara el origen del narcotráfico en el país, a lo que el autor de Balas de plata inmediatamente respondió “por qué no te animas y la escribes tú”.

Expuso que cuando estaba en su apogeo la guerra contra el narcotráfico, iniciada en el sexenio pasado, todo mundo pensaba que la violencia y el crimen organizado habían nacido en las décadas de los ochenta o noventa, “parecía un mal que de repente surgió”, pero indicó que esta problemática ya tenía 100 años (o más) en México.

“La violencia, las matanzas, los muertos, la guerra de grupos por el poder y por las plazas fueron iguales en estos 100 años, sólo que antes no existía la palabra narcotráfico, que surgió después de 1958”, insistió.

Aclaró que todas las escenas de violencia que aparecen en el libro son reales, son datos obtenidos de una investigación hemerográfica, principalmente en periódicos de la época, lo que le permitió comprobar que los índices de violencia y la corrupción que se vivió en 1940 es la misma que se vive en la actualidad, “no ha cambiado absolutamente nada”, sentenció.

Por ello, consideró que este texto será de ayuda para entender lo que sucede hoy en día en México. Cabe mencionar que también ha sido publicado en Colombia, Argentina y España, donde ha tenido muy buena recepción.

En tanto, Diego Salas, catedrático en las licenciaturas de Filosofía y Letras de esta casa de estudios, comentó que no se trata de una novelización de la historia, sino una representación literaria de la crisis de este periodo.

“La primavera del mal ciertamente es una historia de aventuras y romance, pero no me atrevería a delimitarla así, porque al cerrar el libro y alzar los ojos hacia cualquier lugar de México lo que percibimos irremediablemente es una permisión para los próximos años que nos tocarán vivir”, apuntó.