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Año 13 • 562 • Mayo 19 de 2014 Xalapa • Veracruz • México Publicación Semanal

La mesa combinó arte, ciencia y humor

“A veces Dios está más abajo que los investigadores”

Para comunicar la ciencia hay que humanizarla: Patricia Mollá

Karina de la Paz Reyes

El público asistente a la Mesa 5 “El paradigma del doctor Malacates: comunicar la ciencia hoy” del Foro Académico de la FILU, pasó de mesuradas risas a prolongadas carcajadas. Se trató de una combinación de arte, ciencia y humor, cuya propuesta fue reflexionar el quehacer de la comunicación de la ciencia, sus barreras, su propósito y sus estrategias.

Las preguntas que se reflexionaron fueron: ¿Cuáles son las barreras a las que nos enfrentamos cuando queremos comunicar ciencia? ¿Para qué queremos comunicar ciencia? ¿Cómo comunicar la ciencia?

“Gran parte de la población conservadora ve en la ciencia el derrumbe espiritual del ser humano. Pretender conocer cómo funciona el universo y querer saber todo, significa una afrenta a lo divino”, planteó la escritora, editora y guionista Norma Lazo.

En tanto Manuel Martínez Morales, director general de Comunicación de la Ciencia de la Universidad Veracruzana (UV), y Axayácatl Castañeda Roldán, actor de teatro, evidenciaron el “miedo” que tienen los científicos para enfrentarse a la sociedad en general (no especializada en ciencia) porque es necesario hacerlo con un lenguaje sencillo; por otro lado, no hay especialistas en la divulgación de la ciencia.

“Ésa es una de las principales barreras, el científico dice ‘la gente no entiende’. Como si nosotros (los científicos) no fuéramos gente”, ironizó Castañeda Roldán.

Ana María Sánchez Mora, directora general de Divulgación de la Ciencia de la Universidad Nacional Autónoma de México, destacó que comunicar la ciencia lleva implícitos propósitos como propiciar esta vocación, hacer ciudadanos más informados y que la gente tenga una vasta cultura.

El sistema científico, continuó, contrario a lo que se pensaba hace algunos años, no es un circuito cerrado; se complementa de muchas actividades, entre ellas la comunicación de la ciencia. “Es una forma en que el sistema científico se procura el apoyo del público. Es un brazo utilitario”.

Más adelante Norma Lazo planteó 20 razones por las cuales es importante comunicar ciencia. Algunas fueron: porque la gente tiene derecho a conocer lo que se ha logrado al averiguar cómo funciona el mundo natural y el universo; porque es más maravilloso conocer cómo funcionan las estrellas, cómo se forman, qué destino tendrán, inclusive cómo llegamos a saberlo estando tan distantes; y porque es mejor enseñarle a un niño a prepararse para un examen, y luego para la vida, que enseñarle a rezar y consultar horóscopos sin enfrentar las situaciones de manera responsable.

Los ponentes coincidieron en que hay intereses políticos a los que no conviene tener una sociedad informada. “¿A quién le va interesar hacernos más inteligentes?”, cuestionaron.

Manuel Martínez concretó el planteamiento: es posible comunicar la ciencia de manera atractiva, con términos más comprensibles, sin caer en el abaratamiento.

Enseguida los ponentes citaron varios ejemplos como las publicaciones La Ciencia y el Hombre de la UV, “El Jarocho Cuántico” (suplemento científico del periódico La Jornada Veracruz), la serie científica de televisión Cosmos, así como obras literarias.

Finalmente, Patricia Mollá, experta en pensamiento visual, presentó un mapa conceptual con ideas y dibujos que se plantearon a lo largo de la plática. “¿Cómo podemos hacer comunicación de la ciencia? Humanizándola”.