De Ingeniería

Estudiantes practican en Laboratorio Móvil de Terracerías

Francisco Javier Chaín Revuelta Córdoba, Ver.- El Laboratorio Móvil de Terracerías llegó a la Facultad de Ingeniería de Ciudad Mendoza el 4 de junio, con la finalidad de que los estudiantes realicen sus correspondientes prácticas. Gerson Omar Martínez, coordinador de la carrera, es el encargado del laboratorio móvil durante su permanencia semestral y el responsable de que se realicen las prácticas. El camión contiene equipo suficiente para realizar pruebas a suelos, concretos, asfaltos y terracerías. Las prácticas de suelos determinan sus propiedades físicas y mecánicas; las de concreto fresco o endurecido se realizan con pruebas de resistencia, lo mismo que las de asfaltos y terracerías que incluyen también pruebas granulométricas. Otra de las prácticas que se realizan es la de extracción de corazones de concreto por medio de una prensa especial. Gerson Omar explicó que la prueba de mecánica de suelos se realiza a un cubo de tierra de 30 centímetros por lado, extraído a una profundidad de dos metros y medio para determinar características físicas, humedad, granulometría, así como sus límites líquidos y plástico.

La prueba de concreto parte de realizar una mezcla normal de obra, la cual se moldea y endurece en forma de cilindro y viga para ensayarla a compresión y tensión; también se calcula el rendimiento y temperatura de la muestra, así como sus cantidades de agua, cemento y arena.

La ingeniería civil establece que no se puede empezar una obra sin estudio previo del suelo y concreto que permita determinar la capacidad de carga, tipo de cimentación y estructura. Es importante conocer características de tipos y marcas de cemento para diferenciarlas, dominar proporciones en el diseño de mezclas de acuerdo a las propiedades requeridas para la construcción de una obra, así como conocer la normatividad de concretos y mecánica de suelos.

Israel Montiel Aguilar, del segundo semestre de la carrera, compartió que en las prácticas ocupan grava y arena que deben conseguir en bancos que localizan en la región, comprar cemento en la ferretera y contar con agua. Informó que la mezcla que realizan para lograr un concreto con resistencia de 300 kilogramos por centímetro cuadrado, es con lata y media de agua, dos latas de grava, una lata de arena y medio bulto de cemento.

Las muestras se vacían en los moldes extrayendo el aire y se dejan secar por tres días, para luego “tronarlas” en el laboratorio móvil y conocer así su máxima resistencia. “Las prácticas están muy bien porque se aprende mucho. Uno aprende más haciendo prácticas que estando en la escuela, donde también hay que echarle ganas sobre todo al cálculo de una variable, a los cálculos multivariables, de resistencias y de estructuras”, expresó Israel.