Preparación académica incide en procesos comunitarios
Angélica Hernández con alumnos de la escuela Trañi-Trañi |
Angélica Hernández Vásquez, coordinadora de la sede Totonacapan de la Universidad Veracruzana Intercultural (UVI), afirmó que como egresada de esta institución tiene mucho que aportar, gestionar e incidir en los diversos procesos y espacios, además de incluir a los estudiantes y hacer que legitimen el hacer de la institución. “Definitivamente la UVI es una puerta al conocimiento para los jóvenes de regiones marginadas”.
Narró que en 2005 participó en los procesos comunitarios de su localidad, Rafael Delgado, donde tomó conciencia de que, como joven náhuatl, tenía que contribuir aún más en los procesos formativos y de gestión al interior de la misma. Leyó acerca de la UVI sede Grandes Montañas, ubicada en el municipio de Tequila, y esto cambió su perspectiva de cursar una carrera convencional, por lo que se inscribió a la Licenciatura en Gestión y Animación Intercultural, que después se convirtió en la Licenciatura en Gestión Intercultural para el Desarrollo (LGID), por ser una oferta educativa que integraba a su plan de estudios experiencias novedosas y atractivas como Diversidad Cultural, Lenguas Nacionales y Cosmovisiones.
El trabajo en campo desde los primeros semestres de la LGID le permitió conocer su municipio y la Sierra de Zongolica, desarrolló su trabajo de tesis “Tonelwayo: mayordomía, rituales y tradición en Rafael Delgado, Veracruz” (Tonelwayo significa “nuestras raíces” en lengua náhuatl); durante tres años realizó vinculación con el grupo de mayordomos, con el sacerdote y con las familias del lugar.
“A través de esta investigación vi la riqueza cultural que me rodeaba, fortalecí mi sentido de pertenencia y mi identidad como indígena nahua, me convertí en una mujer sensible, consciente de la riqueza cultural de la región y de los problemas sociales que nos aquejan, me convencí de que para poder incidir de una mejor manera en diversos espacios debía continuar preparándome académicamente.”
Es así que en 2010 obtuvo una beca para estudiantes indígenas, otorgada por la Fundación Ford, y en 2011 cursó un posgrado en Comunicación Social con mención en Comunicación y Educación en la Pontificia Universidad Católica de Chile.
“Fui una de las primeras egresadas de la LGID en cursar un posgrado en el extranjero, una experiencia que sin duda marcó mi vida profesional y personal”.
Durante la maestría tuvo oportunidad de evaluar los procesos de enseñanza-aprendizaje en la Escuela Intercultural Trañi-Trañi, en la comunidad Juan Cayupán, que integra los saberes ancestrales mapuches en el día a día para fortalecer el sentido de pertenencia de los estudiantes. “Fue maravilloso compartir con los mapuches y hablarles en lengua náhuatl, eso creó una aceptación desde el primer momento”.
En marzo de 2013 regresó a Rafael Delgado con mucho que compartir, aportar y decir; en agosto del mismo año se integró a laborar en la UVI sede Totonacapan, ubicada en Espinal, de la que ahora es coordinadora.
“Ser mujer, ser indígena, ser coordinadora, implica una gran pasión y responsabilidad; implica romper con patrones culturales impuestos.
La mejor fórmula hasta ahora es conjuntar esfuerzos, fomentar el diálogo, ser incluyente y, sobre todo, recordar que nuestra razón de ser son los jóvenes que a través de sus acciones, talentos, proyectos, quejas y sonrisas, me motivan a continuar aportando desde este espacio”, concluyó.
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