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Año 13 • 573• Septiembre 17 de 2014 Xalapa • Veracruz • México Publicación Semanal

“La Universidad me ha dado todo”: Kevin Zabdiel

Representó con éxito a esta casa de estudios y a México en el encuentro “Misquila de Arpas”, en Argentina

“De la música he obtenido muy buenas experiencias, amigos y alimento para el alma”

 

Luis Enrique Romano Páez

Kevin Zabdiel Zapo Hurtado, estudiante de la Facultad de Música y del Centro de Estudios de Jazz de la Universidad veracruzana (Jazzuv) participó en el 10° Encuentro Latinoamericano de Arpas “Mishquila de Arpas”, realizado en Santiago del Estero, Argentina, del 20 al 23 de agosto.

El objetivo primordial del evento, al que acudió por segunda ocasión como único representante de Veracruz y México, fue promover la hermandad en Latinoamérica a través de la música y, específicamente, del arpa.

Kevin relató a Universo que tuvo la oportunidad de conocer la música de otros países, compartir lo que los músicos han aprendido, dar una buena imagen de México, hacer lazos de amistad y promover la paz mundial.

También platicó acerca de su estancia en Santiago del Estero, ciudad donde se habla quichua, tierra de escritores como Bernardo Canal Feijóo, Orestes Di Lullo y Jorge Washington Ábalos; músicos como Peteco Carabajal, Humberto Carfí y Raly Barrionuevo; pintores como Mateo Martín López, Ramón Gómez Córnet y Gaspar Besares Soraire, entre muchos otros.

Los instrumentos musicales fueron mis juguetes
El gusto de Kevin Zabdiel por la música surgió cuando era niño. Sus padres nunca se dedicaron profesionalmente a ello; sin embargo, a su mamá siempre le gustó la buena música y su padre, quien toca la jarana como pasatiempo, en ocasiones le daba clases.

“Mis juguetes siempre fueron instrumentos musicales. Cuando entré a la primaria, mi madre me matriculó en la Escuela de Iniciación Musical ‘Juventino Rosas’, dirigida por Antolín Guzmán Salazar; ahí aprendí a tocar la flauta y las percusiones.

Hubo una temporada en la que tuve una hora libre entre clases, ahí pude decidir entre tocar la guitarra y el arpa jarocha, finalmente me decidí por la última.”Kevin comentó que, al principio, el instrumento no le gustaba del todo, pero al escuchar a los intérpretes veracruzanos, lo atrapó poco a poco.

“Fui perfeccionando mis clases con Cristina Cabrera y Saúl Hernández Morales, quien falleció hace poco y al cual recuerdo con mucho aprecio y respeto. También han sido mis maestros Celso Duarte padre e hijo, Rubén Vázquez Domínguez, Darío Robayo, Rafael Peñalver, Alex Castañeda, entre otros, a quienes les debo mucho.”

A los 16 años, el joven arpista decidió iniciar una carrera profesional en la música. Como la Universidad no cuenta con especialidad en arpa jarocha, optó por estudiar guitarra clásica en la Facultad de Música. Entre las especialidades musicales de Kevin Zabdiel, de tan sólo 21 años de edad, se encuentran el son jarocho, el folklor paraguayo, las guarañas, el joropo de Venezuela, los boleros, los ritmos cubanos, el bossa nova, el bayou y últimamente el jazz, tocando el bajo eléctrico.

La idea de Kevin es poder conjuntar en algún momento su gusto por el arpa con el del jazz. “Los institutos que me han visto crecer son la Escuela ‘Juventino Rosas’, la Facultad de Música y Jazzuv, pero también he aprendido de muchos colegas y de forma autodidacta.”

La travesía a Santiago
“Salimos de la Ciudad de México con escala en Lima, Perú, después llegamos a Córdoba, Argentina, donde nos recibió una familia que también se dedica a la música. Fueron muy amigables, una familia humilde de corazón, nos trataron muy bien. Pudimos explorar la ciudad y después encontrarnos con los arpistas chilenos para irnos todos juntos al encuentro de arpas.

En el trayecto hubo convivencia, intercambio de conocimientos, un buen ambiente.” Kevin quedó complacido con la organización del encuentro: “Las pruebas de sonido se realizan con mucha anticipación, un excelente equipo de sonido, los exponentes tocan muy bien.

Aunque somos de distintos países, unidos por este maravilloso instrumento, el arpa, podemos traspasar fronteras”. De eso se trata Mishquila, afirmó el arpista; ser fraternales, poder compartir y convivir.

“La organizadora armó para la clausura ensambles de dos, tres, cuatro artistas de varios países. Unos momentos antes de la presentación nos pusimos de acuerdo para tocar temas populares que nos supiéramos todos. Festivales de arpa hay muchos, pero lo que hace diferente a este festival es la unidad de que ahí te sientes en familia, todos somos amigos y hermanos.”

Zabdiel sumó su segunda participación en este evento que se realiza cada año y aseguró que ha mejorado en todos los niveles: “He participado en las ediciones de 2012 y 2014. La organización fue mejor este año, hubo diferentes foros, cuatro participantes que estuvieron en 2012 mejoraron muchísimo, tuvimos la oportunidad de reafirmar nuestra amistad y la distancia de dos años te hace apreciar el trabajo individual de los exponentes. La logística también fue mejor”.

La calidez del público latinoamericano
En su presentación, Kevin Zabdiel tocó Te pido la paz para mi ciudad, del cantante mexicano Cristiano Jaime Murell para sensibilizar al público acerca del creciente problema de violencia que se vive a nivel mundial.

“Al público le gustó mi presentación. Pudimos tocar canciones populares como La Llorona, La Bruja y un popurrí de sones jarochos con arreglos míos, ya que a esta música se le debe poner un poco de sabor, de lo que sabe uno, para tratar de ser creativo, original y aplicar lo aprendido en la Universidad.”

Para el intérprete, era importante hablar de la amplia gama de tradición y música mexicana, así como ser creativo y original, con un estilo y un carácter que lo identificara del resto de músicos.

“Eso es lo que el público está buscando, acordarse de ti por tu composición musical, y yo intento transmitir una historia, la tonalidad de un patrón que te ayude a narrar esa historia. Al tratarse de música instrumental, al ser un lenguaje abstracto, adquiere un significado diferente para cada uno del público, pero trato de buscar una ilación en la interpretación”.

Los maestros de Zabdiel le decían que al improvisar debía tratar de contar una historia, y eso es lo que busca el joven intérprete.

Representante de la Universidad y México
El músico expresó que es una gran satisfacción y una gran responsabilidad representar a la Universidad, porque está muy bien posicionada a nivel internacional y eso es un gran compromiso.

Asimismo, agradeció el apoyo de esta casa de estudios, que le facilitó el viaje y el transporte, lo que le ayudó a dar una gran imagen no sólo a la hora de subir al escenario, sino también fuera de éste, al ser puntual a la hora de ensayar y respetar el itinerario. “Hay que cumplir con esa responsabilidad que caracteriza a la Universidad y aplicar todo lo que me han enseñado en estos años”.

Ésta es la segunda ocasión que Kevin es el único representante de México en el encuentro latinoamericano de arpas Mishquila, esto se debe a que año con año se lanza la invitación a un grupo destacado de arpistas, entre ellos Salvador Peña del puerto de Veracruz, a Julio González de Cancún y Enrique Escajeda de Durango, pero lamentablemente no pudieron asistir.

“Jóvenes del arpa” Al ensamble que abrocharía el evento en Santiago del Estero se le denominó “Jóvenes del arpa”. Se trató de dos arpistas de Paraguay, los hermanos Sixto y Juan José Corbalán; de Argentina, Daniel García y Ariel Barrios, y el artista chileno, Maximiliano Gutiérrez. “Estuvo conformado por artistas jóvenes, el más joven era yo, la edad osciló entre 21 y 35 años.

Fuimos los encargados de este ensamble y de cierto modo somos el presente del arpa dado que representamos el presente por nuestra actitud a la hora de emprender los proyectos; estamos empapados con mucha música, es nuestra responsabilidad la continuación de esta tradición de tocar el arpa.”

Durante la clausura hubo maestros de 40 años en adelante con una trayectoria muy respetada, pero tocó el turno a los “Jóvenes del arpa” con esta importante herencia cultural mexicana.

“Continuemos con esta historia, difundiendo la música latinoamericana, creando nuevos ritmos con el instrumento, que ha sido explotado muy poco. El arpa es un instrumento relativamente fácil de tocar, pero es difícil incorporarlo a diversos estilos musicales por la naturaleza del mismo.”

Sus planes
El universitario quiere asistir a más encuentros para compartir y conocer la música de diferentes latitudes. “Actualmente no podría cambiar de institución, la Universidad Veracruzana me ha dado todo, he tenido grandes maestros, buenas enseñanzas, instalaciones de primer nivel.

Podría irme mediante un intercambio, me gustaría conocer Italia, Alemania, Francia y otros lugares de Europa, pero actualmente mi mente está enfocada en representar a la Veracruzana en la mayor cantidad de eventos posible y seguir aprendiendo.”

El plan de vida de Kevin está dirigido a conseguir más presentaciones en festivales de todo el mundo, tratar de gestionar apoyos para poder asistir a estos eventos y exponer lo aprendido en la Universidad. Asimismo, poder producir su propia música y promoverla haciendo uso de herramientas como Internet.

En la actualidad el joven músico cuenta con una página en YouTube llamada “Nuevo Son Trío”, donde es posible ver varias de sus presentaciones. “De la música he obtenido muy buenas experiencias, amigos y alimento para el alma.

Si bien la música consiste, como yo le llamo, en ruidos bien organizados, frecuencias que oscilan sistemáticamente, esas vibraciones se interiorizan en el cuerpo, van directamente al corazón y por ende al alma. Con eso me quedo.”