La tecnología que diera vida al robot desarrollado por estudiantes de la maestría en Inteligencia en Inteligencia Artificial (mia) de la uv, Roborto, se convirtió en obsoleta al ceder su paso a las últimas tendencias de la robótica actual. El nuevo prototipo, creado por Roberto Cruz Estrada, alumno de la maestría en Programación, proviene de un trabajo de tesis titulado SisNe þ, un robot parcialmente mecatrónico, y está diseñado para seguir la trayectoria de una luz infrarroja, pero lo interesante es que realiza operaciones no programadas cuando se presente algún obstáculo o situación especial.

José Negrete Martínez, profesor visitante de la unam en la mia y especialista en Inteligencia Artificial, Robótica Reactiva y Ciencia Cognitiva, explicó que la nueva generación de robots que se fabrican en la maestría emplean las nuevas formas de la inteligencia robótica, cuyo objetivo es la aplicación de la cognoscitividad basada en la experiencia de percibir y ejecutar tareas específicas, lo cual se alcanza con el modelo desarrollado por el doctor Andy Clark, de la Universidad de Sussex, denominado Wideware.

Con él, todas las acciones de un robot pueden ser auto-organizadas, es decir, cada componente es capaz de responder con una reacción diferente a las pruebas a las que sea sometido; así, los robots conocen cuál fue la acción anterior y responden con una adicional, sin necesidad de contar con un cerebro computacional principal.
Asimismo, el SisNe þ tiene la capacidad de operar con un mecanismo de atención que se autodescalifica en caso de no funcionar, y actúa cuando debe ejecutar alguna actividad.

Negrete Martínez agregó que el siguiente paso en la construcción de prototipos es la de descontinuar el uso de componentes computacionales en su forma tradicional, a través del uso de programas de cómputo especiales dedicados al Wideware, a fin de borrar la imagen generalizada de las máquinas robot.

El Wideware vislumbra robots mecatrónicos cuyas partes están hechas eléctricamente a propósito para lo que tienen que hacer, sin ser programados para seguir una arquitectura rígida como las que emplean los robots actuales, de manera que estos robots experimentan reacciones neurológicas, al seguir una trayectoria paralela a la del sistema nervioso de los vertebrados superiores, pero de una manera cuidadosa.