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El
pasado fin de semana, varios medios de comunicación abordaron
el tema de los productos transgénicos, esto debido principalmente
al arribo de un buque con más de cuarenta mil toneladas de
maíz manipulado al puerto de Veracruz. A pesar de las acciones
realizadas por organizaciones como Greenpeace, que a toda costa
trataron de impedir la llegada de este producto a tierras mexicanas,
no se logró evitar el objetivo del buque.
Respecto al tema, quedan puntos por tratar, ya que estos productos
en la actualidad representan gran polémica en los mercados
mundiales por su poco conocimiento y su extensa producción
y distribución.
En recientes fechas y, en distintos países del mundo activistas
de Organizaciones no Gubernamentales (ongs) como Greenpeace
por ejemplo, han encabezado actos de protesta en contra de firmas
y grandes cadenas que utilizan en su producción materia manipulada
(transgénicos). Es tan sorprendente saber que a diario consumimos
estos alimentos, claro está, sin enterarnos de ello, pues
uno de los principales puntos que se pelea en esta lucha, es que
al consumidor no se le informa qué es en realidad lo que
está consumiendo, debido a que al etiquetarlos no se especifica
el contenido.
Muchos países son presionados para adquirir estos productos
y comercializarlos en su interior, tal es el caso de México;
debido a esto, desde mayo del año 2001 se levantó
una campaña contra los transgénicos, ya que productos
como Gerber, de gran consumo entre la población, son elaborados
de esta manera.
No únicamente en nuestro país sucede esto; en Argentina
activistas de Greenpeace han protestaron en contra de la marca Knorr,
pues la soya utilizada tiene este origen. Otro caso es el de la
firma Nestlé en Brasil, por una de sus fórmulas en
los papillas para bebés. Un suceso más es el suscitado
en Munich, Alemania contra Mc Donalds.
Seguir nombrando marcas que en su producción utilizan transgénicos
tomaría bastante tiempo, sin embargo, no debemos dejar pasar
por alto todos estos alimentos que los contienen y, que no estamos
enterados. Para aumentar esta lista agreguémosle las papas
Pringles, los cereales Kelloggs, los alimentos para mascotas
como Friskies, etc.
La oposición a utilizar estos productos es principalmente
porque poco se ha estudiado acerca de ellos y aún se desconocen
los efectos secundarios que podrían desencadenar. El principio
que sustentan países como Estados Unidos, que dice elaborarlos
para solucionar la problemática del hambre en el mundo, es
bueno; sin embargo, analicemos si realmente se está cumpliendo
este propósito o únicamente es una forma más
de dominio de esta gran potencia sobre el resto de las naciones.
Exijamos una vida con calidad comenzando por los productos que consumimos,
ya que muchos de estos componen la dieta diaria de miles de personas
en nuestro país, y del mundo eterno.
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