Coincidieron académicos

Celebramos la muerte porque amamos la vida

Carlos Hugo Hermida

Nada de lo que ocurre en 2014 era previsible al comenzar el año, todo cambia, sin embargo seguimos en pie y celebramos la muerte porque amamos la vida, planteó Norma Esther García al impartir la ponencia “La muerte en las letras y otros escenarios… Necrología del 2014”, dentro de la cual se recordó a personalidades de diversos ámbitos que ya partieron al viaje sin retorno, como Stuart Hall, Jorge Saldaña o Gabriel García Márquez.

La académica participó en las V Jornadas Funerarias “La muerte en las letras y otros escenarios…”, llevadas a cabo el 6 y 7 de noviembre en las instalaciones del Centro de Estudios de la Cultura y la Comunicación.

Por su parte Analí Aguilera Peña ofreció la plática “Juan Gelman, amigo de la muerte”, a quien calificó como una pieza irremplazable del ajedrez literario del siglo XX.

Dio un repaso de la vida de este gran poeta, así como de la importancia que su persona tuvo dentro de la lucha contra la dictadura Argentina. Hazel Hernández citó la frase “Lo único malo de la muerte es que es para siempre, lo demás es manejable”, de Gabriel García Márquez, para hacer un repaso sobre la obra del escritor colombiano y rememorar el carácter único e irreverente del ganador del Premio Nobel.

La corrupción imperante durante el periodo del alemanismo, retratada en la obra Las batallas en el desierto de José Emilio Pacheco, no es más que un parque de diversiones frente a la violencia vivida en 2014, afirmó Daniel Domínguez durante su ponencia “Batallas desérticas y amorosas en la obra de José Emilio Pacheco”, en la cual explicó el contexto en el que fue creada esta obra.

Dentro de la plática “Rituales funerarios en Xico, Veracruz”, Celia del Palacio Montiel expuso cómo las tradiciones funerarias de esa comunidad son resultado del sincretismo de creencias prehispánicas y cristianas, las cuales tienen fuerte arraigo entre los habitantes de esa región.

Para finalizar las V Jornadas Funerarias “La muerte en las letras y otros escenarios…”, Rafael Figueroa recitó décimas dedicadas a la muerte y enseguida inició la puesta en escena de Fosa común: entre la vida y la memoria, la cual fue representada por Elissa Rashkin, Bina Lara y Nicté Nava.