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Año 14 • 587 • Enero 19 de 2015 Xalapa • Veracruz • México Publicación Semanal

En su próximo número rendirá homenaje al poeta Ramón Rodríguez

La Palabra y el Hombre renovó imagen

El propósito es que la publicación llegue a un público más extenso

Karina de la Paz Reyes

Este año la revista emblemática de la Universidad Veracruzana, La Palabra y el Hombre, inició una reformulación. Mantiene el tamaño, pero transformó su portada y contenido, informó el encargado de la dirección, Mario Muñoz. El número que da inicio a la nueva etapa está dedicado a uno de sus fundadores, el poeta Ramón Rodríguez, quien lamentablemente murió en diciembre pasado sin conocer la sorpresa que el grupo editorial le tenía preparada.

Uno de los propósitos del cambio de imagen es “que el modelo actual no cayera en la esclerosis, no se convirtiera en un formato esquemático, en una revista previsible en cuanto a su diseño, sino por el contrario, que vaya cambiando y se le vaya dando una imagen cada vez más juvenil”, explicó.

Muñoz insistió en decir que la prioridad del comité editorial es que la revista penetre realmente en todos los ámbitos, no sólo el universitario.

“Que sea una revista abierta a todo público, especialmente el público joven, y que no se siga considerando que es únicamente académica o literaria, como a menudo se juzga de forma un tanto apresurada”.

En México se tiene el prejuicio de que la cultura, la literatura y el arte son términos ligados a la academia, a la élite, a estudiantes de determinadas disciplinas del conocimiento, sin embargo no es así, dijo el entrevistado. Publicaciones como La Palabra y el Hombre deben tener presencia continua, dinámica y atenta del acontecer cotidiano en todos los campos del saber, como la política, el arte y la ciencia, y llegar a todos los públicos posibles.

Además del cambio de imagen en portada, habrá otros, comentó Mario Muñoz. Dos de ellos son: aumentar el número de ilustraciones (fotografías, dibujos, diseños, viñetas, retratos) y que los textos publicados estén muy próximos a la realidad. “Por otro lado, dar mayor cabida a los jóvenes a través de los textos que nos envían, desde luego, siempre pasando por un criterio de calidad que está determinado por los mismos miembros del comité editorial.”

Además, está pensado no mantener las secciones que a la fecha se tienen de manera fija, sino cambiarlas de acuerdo al interés o importancia de un artículo que corresponda a una situación del momento.

Mario Muñoz

Un poco de historia
El primer número de La Palabra y el Hombre circuló en el trimestre enero-marzo de 1957. Se trata de una publicación fundada por un grupo de intelectuales que forman parte de la historia de la Universidad: Sergio Galindo (como director), Fernando Salmerón, José Pascual Buxó, Alfonso Medellín Zenil, Ramón Rodríguez, Dagoberto Guillaumin, Xavier Tavera Alfaro, Adolfo García Díaz y Luis Ximénez Caballero, presididos por el entonces rector Gonzalo Aguirre Beltrán. De ahí en adelante, la publicación ha experimentado varios cambios, el último fue en 2007, precisamente cuando la revista celebró su 50 aniversario, relató Mario Muñoz.

El festejo estuvo acompañado con una nueva imagen que dejó atrás el formato de libro, para pasar al de una revista, como comúnmente circula. En ese entonces, Celia del Palacio dirigía la Editorial de la Universidad e instruyó que se realizara un estudio para conocer la pertinencia de hacer un cambio en la revista. Así inició la Tercera Época. La transformación no sólo fue de imagen, la intención era superar la percepción que se tenía de una publicación de carácter académico, pues por el contrario, es un vehículo de difusión cultural para un público mucho más extenso, comentó el entrevistado.

“Fue así que se decidió hacer un cambio de la revista en su diseño gráfico, en su presentación (para que ya no fuera con características de libro), dándole una importancia especial a las ilustraciones.” En la Tercera Época de La Palabra y el Hombre se integraron varias secciones, tal es el caso de Dossier, Miscelánea, Artes y Estado y Sociedad; pero el cambio de este año no corresponde a una cuarta época de la revista, aclaró el entrevistado, pues en sustancia la publicación universitaria se mantiene (tamaño, periodicidad, entre otros rubros).

El homenaje y la sorpresa
Con el número 31 inicia esta nueva etapa de La Palabra y el Hombre y lo hace con el poeta Ramón Rodríguez en su portada y un dossier de homenaje por sus 90 años. “Ahora dedicamos un dossier-homenaje al maestro Ramón Rodríguez, toda vez que era el último de los fundadores de La Palabra y el Hombre y de la Editorial de la Universidad. Y es indispensable hacerle justicia, como sí se le había hecho antes, desde luego, pero ahora que iba a cumplir sus 90 años (en abril) habíamos preparado con antelación esta parte de la revista como un homenaje en vida y una sorpresa.

Desgraciadamente ya no alcanzó a ver concluido este número”, lamentó Muñoz. Este número también destaca temas de actualidad como el de los profesores-investigadores del Instituto de Investigaciones en Educación de la Universidad Veracruzana y del Instituto de Investigaciones Filológicas de la Universidad Nacional Autónoma de México, Miguel Ángel Casillas y Mauricio Beuchot, “Los nuevos movimientos estudiantiles” y “Analogía e iconicidad en el pensamiento”, respectivamente.

Cultura reditúa en pensamiento crítico
La Palabra y el Hombre circula en todas las librerías de Xalapa, una de Coatepec y varias de la Ciudad de México, tiene servicio de suscripción y contacto permanente con sus lectores a través de las redes sociales (https://www.facebook.com/LaPalabrayelHombre y https://twitter.com/PalabrayHombre).

La publicación se envía a instituciones universitarias nacionales y extranjeras, al tiempo que mantiene un constante intercambio publicitario con otras revistas hermanas de instituciones de educación superior del país. “Hay que confesar que necesitamos mayores canales de distribución, de divulgación. He procurado que cada número se presente en las diferentes zonas de la Universidad, en todo el estado y que indistintamente la presenten profesores, miembros del comité editorial y desde luego estudiantes.”

No obstante todo este esfuerzo, dijo Mario Muñoz, “hay personas en la propia Universidad que no lo reconocen en su debido precio. No me refiero al esfuerzo particular, porque una revista no es el resultado del trabajo de una persona, sino de un equipo”. Añadió que en países como México la inversión que se hace en cultura no es posible recuperarla, al menos en términos económicos.

“Lo que sí se recupera, y en gran medida, es que los medios culturales están educando de una manera o de otra a una buena parte de la población”. Par él ésa es la inversión que debe interesar a las instituciones culturales, a las educativas, “y no estar pensando como si estuviéramos en el supermercado”.

Lo que se recupera es conocimiento, pensamiento crítico, prestigio de las propias instituciones que invierten dinero en la divulgación de la cultura, “en todo eso sí se va a recuperar y en mucho”. Mario Muñoz remarcó que toda la comunidad académica y sobre todo la estudiantil puede colaborar con La Palabra y el Hombre, pues hay muchas maneras de apoyar, no sólo publicando en ella.

Otras formas de contribuir son, por ejemplo, darla a conocer en los foros de lectura, tomarla como material de cursos, incorporarla a las bibliografías de los distintos programas educativos, asistir a las presentaciones de cada número, obsequiarla cuando alguien ya la terminó de leer, “que esté rolando”.

Finalmente mencionó que ya tienen el proyecto construido de la versión digital de La Palabra y el Hombre, que sería distinta a la impresa. Esperan este año consolidarlo y presentarlo al público.