Casa UV en El Conejo recibió equipamiento
Con una importante inversión se equiparán las instalaciones de las siete Casas de la Universidad
David Sandoval Rodríguez
Con la entrega de equipo nuevo e insumos para mejorar su estadía, los estudiantes que realizan prácticas y servicio social en la Casa de la Universidad Veracruzana (UV) en la comunidad El Conejo, ubicada en las faldas del Cofre de Perote, podrán mejorar la atención que brindan a sus habitantes, principalmente a los alumnos de la primaria y el jardín de niños que acuden a diario. |
Autoridades universitarias visitaron las inatalaciones |
El 29 de enero los universitarios recibieron la visita de las autoridades, encabezadas por la rectora Sara Ladrón de Guevara, quienes realizaron un recorrido por las instalaciones bajo la guía de Víctor Armando Celis Arellano, coordinador de la Casa, y Rebeca Hernández Arámburo, directora general de Vinculación.
“En este espacio se puede compartir todo lo que hace la Universidad Veracruzana, la ciencia, la cultura y el arte, a través del servicio social y de prácticas educativas”, señaló Hernández Arámburo.
“Tenemos muchos años trabajando con la comunidad y la intención siempre es promover la salud, la educación y, sobre todo, actividades auto-productivas que la comunidad pueda comenzar a desarrollar”, agregó la funcionaria.
La entrega del equipamiento consistió en dos unidades de autoclave para la atención dental, así como tanques de gas y una parrilla para mejorar las condiciones de alojamiento de los estudiantes. El equipo forma parte de una adquisición que se realizó para todas las Casas UV, siete en total, con una inversión de un millón 800 mil pesos.
Laura Ortiz Arcos, egresada de la Licenciatura en Enfermería y actualmente en servicio social, comentó: “Todo nos sirve, lo que trajeron nos favorece por las condiciones del lugar, es material indispensable, necesitamos de ello para poder brindar servicio a la comunidad”.
Destacó que trabajar en la Casa UV ha impactado principalmente en su persona: “Trabajar con los niños, con las personas –que en realidad somos iguales–, impacta mucho en nosotros; le tomamos mucho cariño a los niños y te das cuenta que la gente te invita lo poco que tiene”.
En cuanto a la formación profesional, se aprende a trabajar con pocos recursos y se valora lo que a veces se tiene en otras instituciones. “Crece la imaginación porque si tenemos que hacer un procedimiento y no hay el material, tenemos que ver la manera de utilizar otros que tengamos a la mano”.
Reconoció que “a veces los compañeros no quieren venir aquí por las condiciones, en particular el frío, pero les diría que no hay que tener miedo a eso, nos acostumbramos y nos formamos en diferentes aspectos”. |
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"Todo nos sirve, necesitamos de ello para poder brindar servicio a la comunidad”: Laura Ortiz Arcos |
Dos estudiantes de la Facultad de Pedagogía, quienes realizaron su periodo intersemestral en la Casa UV, resaltaron la importancia de trabajar en la comunidad con los niños y sus familias.
Uzziel Lagunes Escobedo manifestó: “Es de las mejores experiencias que he tenido a lo largo de mi carrera, es una experiencia muy bonita porque yo provengo de una comunidad rural y sé, más o menos, a qué cosas me tengo que enfrentar. Tienes que adaptarte, son niños a los que les llama la atención el juego y nosotros como pedagogos tratamos de motivarlos con cursos de lecto-escritura en la primaria y por las tardes en la Casa UV”.
El universitario hizo énfasis en la amabilidad y buena recepción de la comunidad: “La gente te recibe con los brazos abiertos, a pesar de las condiciones en las que se encuentran; personalmente me llevo muchas experiencias y recuerdos con los niños ya que se les enseñaba el respeto a las personas mediante el juego”.
Por su parte, la estudiante Viridiana Díaz Araujo, calificó su estancia como “una gran experiencia, ya que conoces muchas cosas y te enfrentas a muchas otras; principalmente el reto primordial es con los niños, trabajar con ellos. Veníamos con la idea de trabajar con los grupos de quinto y sexto de primaria, pero fue trabajar con segundo y tercer año, que es donde se necesita más apoyo”.
La atención que brindaron los universitarios se adaptó a las necesidades de los infantes, explicó. “Nos dimos cuenta de que los niños necesitaban más, por eso decidimos dar los talleres por la tarde en la Casa UV; puedo decir que en un mes no se hizo todo, falta trabajar y es cuestión de tiempo. Hasta el momento se hizo lo que se pudo y me voy muy satisfecha de trabajar con ellos, son unos niños excelentes, participan, les gusta platicar, jugábamos con ellos y todo el tiempo querían jugar”.
Recalcó la calidez de los habitantes de El Conejo, considerando que “nunca había salido de mi casa, soy de Xalapa y todo el tiempo lo había pasado en la ciudad, entonces era un gran reto porque era despegarme de mi casa; al principio sí era algo temerario venir para acá porque decían que en El Conejo hace mucho frío, pero al llegar aquí es todo diferente, te acostumbras, los niños y las familias te dan mucho calor, son muy amables y ello te hace más fuerte para quedarte, me encantó estar aquí”. |
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No hay distinciones, aquí todos somos compañeros y estamos a favor de los niños”: Viridiana Díaz Araujo |
Finalmente, Díaz Araujo comentó que “el venir aquí te hace dar cuenta de muchas cosas, por eso creo que podrían venir estudiantes de cualquier carrera, todos participamos, jugamos con los niños y trabajamos en equipo, no hay distinciones, aquí todos somos compañeros y estamos a favor de los niños”.
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"La gente te recibe con los brazos abiertos, a pesar de las condiciones en las que se encuentran”: Uzziel Lagunes Escobedo |
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