Artista japonés
Fumiyasu Taniguchi replicará su proyecto en la UV
Es profesor de la Universidad del Diseño en Kobe |
David Sandoval Rodríguez
El Instituto de Artes Plásticas (IAP) de la Universidad Veracruzana (UV) recibió a Fumiyasu Taniguchi, profesor de la Escuela de Artes y Diseño de la Universidad del Diseño de Kobe, Japón, quien efectuará un proyecto con estudiantes y cuyo resultado será expuesto en el propio instituto y posteriormente en su universidad de origen.
Con una labor que abarca más de 15 años, su visita a México es resultado de la invitación que le hizo Ryuichi Yahagi, miembro del IAP, a partir de un encuentro en Japón. Taniguchi es autor, en colaboración con Masae Banba y Shogo Ogoshi, del proyecto “Mantón Arte, Bienestar, Comunidad” que involucra a estudiantes de la universidad con personas de la comunidad que tienen retraso mental.
La intención es que entre ambos elaboren un diseño a partir de una fotografía que posteriormente se imprime en una manta. “El año pasado visité México y actualmente llevo 10 días en el país; en aquella ocasión vine a conocer las obras de muralistas mexicanos y al ver estas imágenes sentí mucha vitalidad presente en ellas”, comentó.
“En la ciudad de Kobe se realizó una exposición donde conocí a Ryuichi Yahagi, conversamos y nos hicimos amigos, conoció mi trabajo, y como él lleva mucho tiempo viviendo en México, decidió que era buena idea traer el proyecto”.
Para su visita, el artista trajo los mantones, resultado del proyecto que realizó en Japón con estudiantes de la Universidad de Diseño de Kobe y personas con retraso mental, quienes se juntaron en parejas y recorrieron la ciudad tomando fotografías, posteriormente realizaron los diseños que se imprimieron en los mantones.
“Al realizar esta obra el estudiante puede entender un poco más a la persona con retraso mental con quien trabaja; para la persona con retraso mental, realizar el mantón y participar en un show de moda permite integrarse a la sociedad”, apuntó. “Al realizar este tipo de obras de arte, las personas con retraso mental participaron en el mejoramiento de la comunidad y para mí existió una reciprocidad entre ambas, hubo un intercambio mutuo”.
Taniguchi señaló que el hecho de realizar este proyecto entre ambos cambia la cultura del arte en la región ya que en Japón el fortalecimiento de la comunidad es un tema importante, ésta ha sido la finalidad del mismo y con ello se vuelve a construir la imagen de la ciudad hacia el exterior.
En México se ha planeado involucrar a un estudiante y a una persona cercana para que realicen el proyecto en pareja, ya que al hacerlo con personas cercanas puede fortalecerse sus vínculos; no obstante, hacerlo con personas no tan cercanas puede formar nuevos vínculos entre ellos.
En principio los participantes caminan en pareja por la ciudad con una sola cámara y toman fotografías de los objetos que les parecen interesantes, luego con las fotografías que elijan se realiza un collage y se imprime la obra sobre la tela. Al realizar este trabajo en parejas se le otorga una nueva imagen a la ciudad.
Al finalizar el proyecto se planea mostrarlo en una exposición en la Galería “Fernando Vilchis” del IAP donde estén presentes todas las personas que participaron para crear un ambiente de comunidad y que éste crezca. Asimismo los mantones realizados se llevarán a Japón para exponerlos en la Universidad del Diseño de Kobe.
“Pienso que el sentido del arte que hay en la comunidad crece, mejora, y esto construye un mundo mejor. Creo que el arte que se produce en Japón y en México tienen cualidades de belleza semejantes; además; al realizar este proyecto se crea una nueva conexión entre Japón y México.”
Detalló que el origen de este proyecto es el momento de coyuntura que provocó el terremoto en Kobe hace más de 15 años y el hecho de que en Japón la comunidad artística había empezado a descender; a raíz de esto los artistas de la ciudad decidieron intervenir diferentes espacios como hospitales y escuelas, buscando trabajar con niños de la comunidad.
“Uno de los grandes cambios que observé fue ocasionado por un gran terremoto que generó un desastre, entonces la comida, la ropa y el arte adquirieron gran importancia para la comunidad. Gracias a la música, el ikebana –arte del arreglo floral– y las bellas artes en general, el corazón de las personas se volvió más tolerante, el arte los volvió más humanos; para los habitantes de Kobe la concepción del arte cambió y adquirió más importancia en sus vidas”, dijo.
A causa del terremoto llegaron numerosas organizaciones no gubernamentales y voluntarios, entre ellos artistas que ayudaron a que la comunidad se involucrara y participara, a partir de aquí surge una serie de proyectos para ayudar a la comunidad.
Fue en el año 2000 cuando se inició un gran proyecto artístico que continúa hasta la fecha y durante dos meses apoya la realización de diferentes obras y objetos en la ciudad que están muy relacionados con el campo y la agricultura.
La primera vez que se realizó fue noticia a nivel nacional y entonces varias pequeñas comunidades comenzaron sus propias iniciativas artísticas y al día de hoy, en diversas regiones del país, tienen lugar estos proyectos, algunos a gran escala y otros, como éste, en pequeña escala.
“Mi interés es que este tipo de proyectos se realicen en lugares muy públicos, como escuelas, hospitales y parques; pienso que me llevaré esta experiencia que será una nueva forma de vinculación entre Japón y México”, afirmó.
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