Los riesgos de ser obsoleto

Lo que un empleador busca es que el profesionista tenga un perfil actualizado. Hace 20 años, por ejemplo, no existían los avances informáticos que hoy tenemos, los logros en medicina no eran lo que ahora son, no existía el Sida, no había Auto Cad, Photoshop ni Office y no se hablaba de desarrollo sustentable, la globalización era sólo un proyecto y el inglés no era tan indispensable como ahora; muchos cambios han definido la dinámica laboral en estos años, y muchos también han sido los profesionistas de esos años que se han quedado en el camino, subempleados o desempleados, por falta de actualización, de conocimientos frescos, por desfase.
Los riesgos de la obsolescencia hacen que una carrera profesional no garantice el éxito profesional, si un profesionista además de adquirir conocimientos dentro de su facultad, no ha procurado capacitarse en otro tipo de actividades extra curriculares encaminadas al perfil que quieren los empleadores, puede ser que no tenga posibilidades de avanzar en su trabajo. Ahora bien, para conocer qué es lo que los empleadores requieren actualmente, el dec tiene otro plan “Aunque aún no opera, uno de los proyectos más importantes del Departamento es el de trabajar conjuntamente con los colegios de profesionales, porque sólo así podremos conocer mejor las necesidades específicas de capacitación que requiere cada área, porque las demandas profesionales varían constantemente; ya tenemos ideas generales, y en breve haremos un planteamiento más organizado”, aseguró Patricia San Martín.

Capacitación para todos

Hay una amplia gama de programas. Según informes del dec, el que más demanda ha tenido desde 1994 es el Diplomado en Informática, del que han egresado cerca de tres mil alumnos. Pero su éxito no es casual “antes de ponerlo en marcha hicimos un estudio de mercado para asegurar que su currícula fuera competitiva, visitamos todas las instituciones privadas que ofrecían estudios de computación, comparamos precios con horas clase, y los programas que ofrecían, con esa base diseñamos un programa académico que fuera mejor que todos los programas que se daban de manera privada, por eso ha sido tan exitoso”, aseguró San Martín. Otro de los programas demandados es el Diplomado en Enseñanza Superior, que se imparte desde 1996. Y como está dirigido a docentes en ejercicio impacta directamente el área de formación, además, como se imparte en la modalidad a distancia, se ha logrado que cerca de mil 500 docentes lo culminen satisfactoriamente, tanto de la uv –en todas sus regiones– como de otras instituciones educativas en todos los niveles. Aquí es importante destacar que la capacitación y actualización que la uv brinda no se reduce a los universitarios, de hecho, existen programas que sólo se imparten a petición expresa de instituciones o empresas, como es el caso del Diplomado en Desarrollo Directivo, que se ha ofrecido en cuatro ocasiones para el imss.
También cabe reconocerle al dec su capacidad de organización, como explica su titular: “El dec concentra toda la información de las actividades de Educación Continua de toda la universidad a nivel estatal, pero los que brindan la educación continua son las entidades académicas, nosotros como departamento validamos, registramos y evaluamos los programas que ellos hacen, nosotros llevamos el registro, es decir, somos principalmente la instancia que valida, aunque también de manera directa brindamos programas. Este año estamos siendo un poco más proactivos en ese sentido”, ,
Por otra parte, la vinculación con empresas e instituciones, así como el poder de convocatoria del dec ha permitido que todos los programas que se ofrecen sean autofinanciables, lo que además deriva en beneficios directos, como sucedió con el Diplomado en Informática, que permitió aumentar al patrimonio universitario más de 150 computadoras.
En ocho años, más de 40 mil personas han cursado los programas de educación continua de la uv, entre los que se cuentan desde luego miembros de la comunidad universitaria, pero también egresados que están insertos en ambientes laborales, directivos, estudiantes de educación media y media superior que aún no ingresan a la universidad.

Ambiciones asequibles

Son muchos los logros que el dec ha conseguido en apenas ocho años, en voz de Patricia San Martín “Yo tengo esta visión: no hay que temer hacer cosas, pero hay que hacerlas de manera sólida, no es cuestión de aparentar, es cuestión de sustentar”, así lo demuestra el proyecto -quizá más ambicioso del dec- de llevar a cabo un programa que demuestre la importancia que tiene la educación continua en los seres humanos, a través de la presencia de importantes especialistas en temas de actualidad, entre los que figuran literatos, cineastas, pintores, arquitectos, lingüistas, políticos, periodistas, sociólogos, filósofos y fotógrafos entre otros.