Expresaron coordinadores y tutores
Programa UV-Peraj fortalece formación de universitarios
Cuenta con 32 tutores que asesoran a igual número de niños
Se desarrolla en las regiones Xalapa, Veracruz-Boca del Río y Coatzacoalcos-Minatitlán
Paola Cortés Pérez |
Niños y jóvenes establecen un fuerte vínculo |
Desde 2009, la Universidad Veracruzana (UV) mediante el programa de mentoría UV-Peraj "Adopta un amig@", ha apoyado a niños considerados en riesgo social que cursen el quinto y sexto grado de educación primaria.
Mercedes García Ángel, coordinadora general de
UV-Peraj, comentó que éste
nació en Israel en 1974, como
un proyecto experimental
de un grupo de investigadores y estudiantes del Instituto Científico Weizmann, cuyas actividades de apoyo –aplicadas por estudiantes de licenciatura– se enfocaron en los niños y jóvenes de comunidades en desarrollo o necesitadas, que requerían ayuda educativa
y emocional.
En la actualidad, el programa se desarrolla en más de 18 países alrededor del mundo. Dijo que en México se llevó a cabo por primera vez en 2003, en la Universidad Nacional Autónoma de México.
Fue en 2007, recordó, que se firmó el convenio entre la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES) y la Asociación Mexicana de Amigos del Instituto Weizmann, A.C.,
con apoyo de la Secretaría de Educación Pública, a fin de extender el programa a otras universidades. Se sumaron poco más de 30 universidades, entre ellas la UV.
El programa Peraj, indicó, se implementó por primera vez en esta casa de estudios en 2009, en la Casa UV Molino de San Roque para atender a estudiantes de la Escuela Primaria Naciones Unidas de la Colonia Veracruz, considerados en riesgo social.
Mercedes García mencionó que la primera generación de tutores estuvo integrada por 23 universitarios de diversas facultades, quienes apoyaron a niños de quinto y sexto grado de primaria para desarrollar su potencial individual y social, lo cual representa el objetivo principal de UV-Peraj.
"El programa es de mentoría y se busca apoyar a los niños mediante el establecimiento de una relación significativa con un estudiante universitario, quien funge como su tutor."
García Ángel mencionó que a lo largo de seis años se han enfrentado a grandes retos, uno
de ellos ha sido la participación de los estudiantes universitarios, ya que
el número de niños asesorados depende del número de jóvenes que realice su servicio social.
"Lo más significativo es
que vemos cambios positivos
en los niños, en los tutores.
En conclusión, se ve un
avance grupal."
Por último, específico
que actualmente el programa
se lleva a cabo en las regiones
de Xalapa –Casa UV
Molino de San Roque y en la Facultad de Economía–,
Veracruz-Boca del Río y Coatzacoalcos-Minatitlán. Adelantó que se tiene la perspectiva de aplicarlo en Orizaba-Córdoba, con la participación de la Universidad Veracruzana Intercultural.
A través del juego fortalecen la autoestima de los infantes |
Mercedes García Ángel, coordinadora general |
Proceso de ingreso
En cuanto a la convocatoria para participar en el programa, Mercedes García Ángel especificó que entre mayo
y junio es publicada, y a los chicos interesados se les explica sobre
los procesos de evaluación
y selección.
En septiembre se imparte un curso de inducción y capacitación a los jóvenes seleccionados para que todos estén en la misma sintonía.
"En octubre se integran
los niños y en junio del año
siguiente se organiza una clausura formal, a manera
de concluir el periodo. En total,
las actividades duran 10 meses."
Dijo que en el programa pueden participar los estudiantes que desean realizar su servicio social, también pueden hacerlo como voluntarios, "la idea es que ellos sean un modelo para los niños y así ampliar su visión
del mundo. Aunque el servicio social no es una experiencia educativa formativa, a
los estudiantes les ha brindado la posibilidad de estar en escenarios que les permita desarrollar aptitudes, es una de las bondades del programa".
Mientras que a los niños, añadió, les ayuda a ser disciplinados y ordenados, lo cual observan y aprenden de los jóvenes universitarios.
A pesar de que los jóvenes tienen interés en participar en las actividades, algunos factores escolares –como los horarios– les impiden realizar su servicio social en el programa, reconoció García Ángel.
Al preguntar sobre el número que al día de hoy colaboran, indicó que en la región Xalapa son 13; en Veracruz-Boca del Río, son 10, y en Minatitlán son nueve. "Con el programa UV-Peraj devolvemos algo de lo que la sociedad brinda al apoyar a la Universidad", compartió.
Juan Antonio González Barrios |
Abigail Blancas y Jonathan Ramírez con sus tutorados |
Volvimos a ser niños: estudiantes
UV-Peraj inició actividades en
2009 en Xalapa, en la Casa UV Molino de San Roque; tres años después (2012) se abrió una segunda sede, en la Facultad
de Economía.
Juan Antonio González Barrios formó parte de la primera generación del programa y ahora
es coordinador del mismo en el
campus Xalapa, detalló que actualmente son cuatro los tutores en Molino de San Roque, y en Economía hay nueve.
Mediante actividades lúdicas y relaciones interpersonales, dijo que los tutores buscan elevar la autoestima de los niños e inculcar valores como el respeto; para ello, se trabaja en tres ejes de atención: desarrollo del pensamiento lógico-matemático, desarrollo de la comprensión lectora y escritura,
y cuidado del ambiente.
Mencionó que los niños y los jóvenes se reúnen dos veces a la semana. En la Facultad de Economía, los lunes y miércoles, de 15:00 a 17:00 horas; y en la
Casa UV, los martes y jueves, en
el mismo horario.
Para los jóvenes que ahora participan en el programa, se
trata de una gran oportunidad
para crecer profesional
y personalmente, al convivir con niños y con estudiantes de otros programas educativos.
Jonathan Yunuel Ramírez Martínez, de la Licenciatura en Administración del Sistema de Enseñanza Abierta (SEA), contó que fue a través de las redes sociales que conoció el programa, gracias a la invitación que hacía la Dirección General de Vinculación.
"Al salir la convocatoria, inmediatamente envíe los datos por medio de Facebook; me enviaron un correo electrónico para explicarme el programa
y el proceso de selección, que consiste en una entrevista y evaluación para saber si tu personalidad es compatible con la del niño."
Para Abigail Blancas Lumbreras, estudiante de la Facultad de Psicología, su incursión fue diferente: "La coordinadora de la Unidad de Atención a Niños con Problemas de Aprendizaje nos habló sobre el programa y en una reunión posterior nos proporcionaron más detalles, siempre me ha gustado trabajar con niños y me animé a participar".
Opinó que el programa es
muy noble, pero lo que más le
ha gustado es la convivencia
con estudiantes de otros programas educativos y con los niños, porque "sabemos que
el aprendizaje no se da sólo en las aulas, sino mediante experiencias".
Jonathan y Abigail coincidieron al
resaltar que el principal aprendizaje es volver a sentirse niños y divertirse como tales, algo que como estudiantes universitarios han olvidado y perdido por completo.
"Muchas veces por el hecho de creernos adultos nos cerramos a muchas cosas, pero el convivir con un pequeño que te
transmite las ganas de ser niño otra vez, ha sido lo mejor", externó Abigail.
"Me llevo una nueva experiencia y la amistad de un niño, pero el pensar que éste se inspire en nosotros para estudiar una carrera universitaria es una buena sensación, así que volvería a participar en el programa", resaltó Jonathan.
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