Con el MEIF es posible egresar en dos años y medio: Hugo Aparicio
David Sandoval Rodríguez
Aplicar las tecnologías de la información y comunicación (TIC) en la formación musical de niños fue el tema central de la investigación desarrollada por Hugo Armando Aparicio Reyes, quien se tituló de la Licenciatura en Educación Musical de la Facultad de Música tras dos años y medio de
estudios, gracias a su esfuerzo y al Modelo Educativo Integral y Flexible (MEIF).
El proyecto "Uso de las TIC como herramienta pedagógica en
la educación musical y para la elaboración de material didáctico" marcó el cierre de la formación profesional de Hugo Armando, quien tiene 21 años de edad. El joven se tituló por promedio, al superar la calificación de 9.
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Su interés por abordar este tema surgió en la experiencia educativa (EE) Instrumento Melódico, que cursó en primer semestre con la profesora Jenny Lizet Ramírez Guillermo, quien fue su tutora y asesora del trabajo recepcional.
"La idea de este proyecto era no sólo tener un trabajo recepcional sino hacer algo más, así fue que la profesora Lizette Ramírez me contactó con la coordinadora del Centro de Iniciación Musical Infantil (CIMI), Raquel López Libreros, ya que tienen un ensamble de flautas: soprano, alto, tenor y bajo; ahí fue donde surgió la idea de crear libros didácticos con partituras que se implementaron durante este proceso, son adaptaciones de canciones populares de Disney, son muy conocidas por los niños y consisten en partituras con arreglos para cuarteto de flautas, piano y algunas incluyen coro".
Los arreglos y adaptaciones del repertorio fueron realizados por Aparicio Reyes. "La intención es reforzar el tema principal de mi tesis, que es el uso de las TIC y cómo los educadores musicales las podemos aplicar en el ambiente educativo".
Este trabajo implicó la creación de partituras por medios electrónicos, como el uso del software Sibelius; a continuación se elaboraron pistas de los arreglos para tener la posibilidad de llevarlo a otros espacios educativos pertenecientes a la Secretaría de Educación de Veracruz (SEV), con la intención
de hacerlo compatible con el nivel de
educación musical que tienen en
las escuelas de nivel básico.
Hugo Aparicio señaló que es muy importante el uso de las TIC en la música ya que sirven para hacer arreglos, adaptaciones, pistas y grabaciones, "pero mi punto era demostrar que el educador musical necesita saber utilizarlas para lograr una educación completa y no sólo basarse en lo que hay, porque cabe mencionar que este material didáctico no existe en tiendas de música ni en librerías, es muy difícil encontrar música para cuartetos de flauta, existen de música barroca, clásica, pero no de música popular o contemporánea".
Un elemento importante que facilitó su formación es su trabajo desde los 15 años en la Orquesta del
DIF Estatal, en donde el profesor Rubén Darío Valdivia le enseñó a hacer los arreglos desde
iniciación musical.
Asimismo, el joven calificó su trabajo recepcional como un gran esfuerzo porque elaboró completamente el material didáctico, lo cual se sumaba al número de experiencias educativas que eligió para cada semestre, ello con la intención de egresar en dos años y medio de la licenciatura. "Fue una satisfacción muy bonita haberlo logrado, fueron días en los que no hablaba con nadie porque estaba aplicado en obtenerlo".
Detalló que aproximadamente la licenciatura se cursa en cinco años, y pese a las dificultades él logró concluirla en menor tiempo y de forma satisfactoria. "No todo fue bueno, hubo algunas críticas, sin embargo la terminé en dos años y medio porque el sistema lo permite ya que llevaba la carga máxima en créditos pues ése era uno de mis objetivos: terminar antes para poder estudiar otras carreras,
como Pedagogía o Psicología", ambas licenciaturas le brindan la opción de estudiar los efectos de la música en el cerebro humano, agregó.
De acuerdo a su experiencia, consideró que es posible egresar de la licenciatura en dos años y medio, "llegué a la Universidad pensando que era como
la preparatoria, no sabía que existía el MEIF, cuando me dijeron cómo operaba pude disponer de mi tiempo como podía, fue de gran ayuda para mi formación porque se adaptó a mis necesidades, como dice el modelo por competencias: somos seres diferentes y a algunos nos gusta aprender más rápido. El MEIF me dio la posibilidad de hacerlo, creo que cualquier estudiante puede lograrlo".
Resultados en el CIMI
Con respecto a su experiencia en el CIMI, donde también realizó su servicio social, comentó que se sumó al trabajo del profesor titular José Luis Lima Landa y a su grupo de 25 a 30 alumnos entre los siete y 11 años de edad.
"Cada semestre los alumnos y el maestro titular decidíamos qué obras interpretar, la primera fase
de trabajo abarcó desde diciembre de
2013, cuando se hizo una observación para diagnosticar sus aptitudes y aquellos factores que no podían reproducir en flauta, a partir de ello fui creando arreglos y conforme íbamos evolucionando aumentaba la dificultad."
La relación con los niños fue gratificante, aseveró, pudo aplicar al campo laboral los conocimientos que sus profesores de licenciatura le aportaron. "Fue muy productivo y satisfactorio ya que los alumnos se entusiasmaron porque no íbamos a tocar lo que generalmente se toca en el CIMI, que es música clásica, sino darle un sentido
de música que les es conocida y tienen muy presente, fue un gran logro, estuvieron motivados y pedían incluso más canciones".
Los padres de familia también fueron una parte importante, pues apoyaron en gran medida el proyecto dado que a veces era necesario hacer ensayos extra, esto significó que los niños debían llegar antes a sus clases o asistir más días de la semana, en ese aspecto sus padres fueron muy colaborativos.
En septiembre de 2014, como un proyecto adicional a la labor al interior del CIMI, se realizó el concierto México Mágico.
"El reto más grande del proyecto fue la adaptación a cuarteto
de flautas de varios danzones, vals y corridos de la Revolución"; uno de los propósitos del recital fue evaluar cómo funcionaba su propuesta y aportaba a los niños, el resultado fue muy favorable, efectuando dos presentaciones, una en la Facultad de Música y otra en Coatepec.
Posteriormente participaron
en el Concierto Navideño del CIMI, realizado el 7 de diciembre de 2014 en
la sala de conciertos Tlaqná y en el programa "Niños virtuosos veracruzanos" con la Orquesta de Guitarras de Xalapa de la SEV, el 26 de abril de 2015 en el auditorio del Museo de Antropología de Xalapa (MAX).
Propuesta didáctica original
Aparicio Reyes explicó que su propuesta didáctica es inédita y consiste en 20 tomos de partituras, algunas de ellas son popurrís y otras son arreglos de canciones populares, como las canciones de las películas Frozen e Intensamente, entre otras, y el método está articulado en tres niveles: básico, medio y avanzado.
Un elemento importante del material se sustenta en la idea de una educación musical articulada con los programas de educación básica, precisó. "Los planes que la Secretaría de Educación Pública ofrece son para llevarlos más allá del aula, y como los niños están en primaria, ¿por qué no incluir en estos materiales didácticos temas de la educación artística? Todo ello está reflejado porque se hizo una investigación sobre los planes y programas de estudio de educación básica para saber qué podría trabajarse con ellos, de acuerdo a las necesidades de los niños".
En México Mágico se refleja dicho enfoque, agregó, porque lleva al niño a conocer su entorno social, ésa fue la intención, "llevarlos a conocer la música que realmente es mexicana para entonces conocer la música de otras culturas".
Comentó que lo más difícil fue la labor de investigación, pues al principio no tenía bien aterrizado el tema y al implementar las partituras fueron consolidándose las fases de indagación que pretendía alcanzar como proyecto didáctico; por otro lado, está la realización de los arreglos, "pero gracias a los académicos pude lograr el objetivo no sólo de crear un material didáctico, sino una base teórica que sustenta
la investigación".
Opinó que es importante incluir en la formación básica la formación musical porque otorga muchos beneficios, en primer lugar los hace disciplinados y responsables al tener que encargarse de su materia, y en términos neuronales fortalece su capacidad de aprendizaje, incluso sus calificaciones mejoran.
"Me gustaría que mi propuesta llegara a más lugares donde no hay acceso a la música porque favorece no solamente a la educación sino a la sociedad", destacó el universitario.
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