Año 2 • No. 63 • mayo 27 de 2002 Xalapa • Veracruz • México
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  Compromiso social que supera...
Fronteras
Edith Escalón
En la Universidad Veracruzana las actividades de colaboración internacional se realizan desde su misma fundación. Sin embargo, las nuevas circunstancias –presentes en un mundo cada vez más globalizado– exigen que las instituciones educativas construyan la internacionalización de sus actividades de docencia, investigación y extensión, mediante un enfoque que permita responder a las demandas y necesidades locales, desde perspectivas y enfoques internacionales.
Ahora, ¿qué implica este enfoque en los procesos educativos? El impulso a la movilidad estudiantil y académica, la enseñanza de idiomas, la educación continua, el uso de nuevas tecnologías y la evaluación internacional de currículo, investigación y extensión entre otras cosas; es decir, implica una formación académica que también satisfaga criterios y estándares internacionales y nos permita aspirar a mayores oportunidades de desarrollo profesional e institucional.

UV: vocación de servicio

Todas estas acciones se promueven en la uv, pero hay un elemento que desde hace algunos años nos ha dado particular distinción entre otras universidades –públicas y privadas– y que ha logrado que muchos ojos en el extranjero vean en nuestra casa de estudios un ejemplo único de vinculación social, que da a los estudiantes una formación integral, al mismo tiempo que colabora activamente en el desarrollo social, sustentable, comunitario, económico y productivo de Veracruz, una fortaleza de la uv: el profundo compromiso social.
Esa responsabilidad se deriva de un modelo de Universidad adoptado y desarrollado por la uv, basado no en el avance tecnológico que la mayoría de las privadas han impulsado, sino en una filosofía que promueve el servicio social como una restitución a quien hace que la universidad pública exista, de forma además sistematizada, de modo que los participantes (estudiantes, pasantes, docentes e investigadores) mejoran su formación académica en la práctica, enfrentándose a problemas reales. Esto, aunque pudiera parecernos algo común, es un modelo que pocas universidades tienen y ninguna ha impulsado tanto como la nuestra.
Las acciones que materializan ese compromiso social son muchas y muy diversas, entre las que han ganado mayor prestigio se encuentran las Brigadas Universitarias de Servicio Social (buss), que han permitido emprender diversos proyectos de desarrollo comunitario en las zonas de mayor marginación y pobreza en nuestro estado.
Basados en esta indiscutible tradición de apoyo comunitario –y específicamente en el trabajo de las buss de la uv–, un conjunto de instituciones canadienses y norteamericanas eligieron a la Universidad Veracruzana como única participante en un proyecto tripartita de intercambio, que pretende enriquecer las experiencias de vinculación social de los tres países que forman el bloque comercial más importante de América.
Canadá, eu y México: vinculación social a otro nivel Servicios Comunitarios de Norteamérica (nacs, por sus siglas en inglés), es un programa de intercambio entre profesionistas de Canadá, Estados Unidos y México, cuya meta es aumentar el conocimiento de los retos culturales, medio ambientales, sociales, políticos y económicos que compartimos como ciudadanos, e incrementar la capacidad de enfrentarlos juntos. ¿Cómo? a partir del trabajo conjunto.
En pocas palabras, NACS aspira a promover en los jóvenes experiencia de aprendizaje y colaboración que mejorará sus habilidades de liderazgo; además, pretende beneficiar a las tres comunidades en las cuales trabajarán y vivirán, haciéndolos comprender cómo su realidad local se acopla al contexto amplio de Norteamérica.
El programa tendrá lugar de junio a diciembre de 2002, periodo en el que un equipo (integrado por tres canadienses, tres estadounidenses y tres mexicanos) pasará dos meses en cada una de las comunidades participantes realizando trabajos comunitarios que redundarán en el enriquecimiento trilateral de las estrategias de vinculación. Las comunidades elegidas son: por Canadá, Columbia River Basin, en British Columbia; por Estados Unidos, Socorro, Texas y por México, Coyopolan, Veracruz, donde se encuentra el centro comunitario operado por la UV.
Ya que la vinculación se liga con cada uno de los procesos educativos implicados en la internacionalización, este programa representa una excelente oportunidad para la uv, así lo confirma Alejandro Moreno, coordinador de proyectos de vinculación en la uv, al señalar que nacs “servirá a la uv como foro para dar a conocer, tanto en Estados Unidos como en Canadá, que nuestro proceso de vinculación puede ser reaplicable en otros incluso en otros países”.
Coyopolan, anfitrión de NACS

En México, los trabajos del equipo internacional –conformado por profesionistas de distintas áreas–, serán coordinados por la uv, quien decidió que fuera la Casa de la Universidad, ubicada en la comunidad de Coyopolan, quien albergara a los nueve estudiantes durante su estancia de trabajo.
¿Porqué Coyopolan? Porque es sin duda, el modelo más acabado de desarrollo sustentable comunitario, ya que en sus espacios se brindantodos los días servicios de salud y constantemente talleres de alfabetización, educación para la salud, oficios, conservación de suelos y bosques y diversificación de cultivos entre otros, además de un sinnúmero de actividades culturales cada semana. Es decir, que su presencia permite llevar
la Universidad (con actividades de docencia, investigación, extensión y sobre todo vinculación) a la comunidad, e incrementar así el desarrollo en una zona veracruzana de alta marginación y pobreza.
En nuestro país el trabajo de los participantes incluye porun lado, proyectos basados en los conceptos de desarrollo comunitario y la conservación y protección del medio ambiente como vehículos para el fortalecimiento de las comunidades, y por otro, una fase educativa, con la que se tratará de lograr que los extranjeros conozcan y comprendan nuestra cultura.
Estas dos variantes se engloban en un objetivo que a fin de cuentas da sustento a todo el programa, así lo explicó Claudia Medina, coordinadora de nacs “Más allá de las implicaciones macroeconómicas de un tratado comercial entre gobiernos, los tres países estamos indudablemente ligados por los efectos de ese mismo tratado a nivel comunitario... a nivel de grupo; el tlc genera también conexiones entre microescenarios, afecta la forma en que enfrentamos los problemas cotidianos, la forma en que usamos nuestros recursos naturales, en que protegemos nuestro medio ambiente, nuestra cultura...”, y son justamente esas conexiones las que se tratarán de estudiar durante seis meses en este proyecto piloto en el que participa la UV.
INTERNACIONALIZACIÓN, ¿PARA QUÉ?
El eje central de la visión internacional de la Universidad es el estudiante. Mediante una educación internacional los egresados pueden enfrentarse de mejor manera a los retos del nuevo escenario mundial.  Las características cognitivas asociadas a un desempeño exitoso en el mercado laboral como la creatividad, la autonomía, la innovación, la rapidez de adaptación al cambio, la flexibilidad, el trabajo cooperativo, la comunicación intercultural y el respeto a la diversidad, se facilitan mediante la participación de los estudiantes en actividades internacionales y por medio de una formación académica que satisfaga criterios y estándares internacionales.
El Químico...

Qué mejor ejemplo de vocación de servicio que el de Jorge, quien suspendió temporalmente un proyecto de investigación científica (clonación de un organismo) que desarrolla en Guadalajara –donde actualmente cursa la maestría en Ciencias gracias a una beca de Conacyt–, con tal de participar en este programa de vinculación social...
Jorge Alejandro Alegría Torres –como lo describe su expediente– demostró gran inclinación por conocer y resolver problemas de la comunidad rural de Tepetzintla, donde participó en las Brigadas Universitarias en Servicio Social.
Al concluir su servicio, voluntariamente solicitó permiso para permanecer seis meses más en la misma comunidad.
Jorge no perdió oportunidad para demostrar su capacidad y autoevaluarse, ya que, aunque consiguió titulación automática por promedio, presentó en 1999 el egel de su carrera y obtuvo el tercer lugar nacional.
Al preguntarle porqué decidió participar en las BUSS respondió: “Porque quería hacer un verdadero servicio social, no algo disfrazado, no quería estar en una oficina sacando copias, quería desarrollarme profesionalmente.
En Brigadas tuve que ser mi propio jefe y hacerme responsable de un laboratorio que era modesto, pero era mío, y yo tenía que sacar el mayor provecho de él”.
La Enfermera...

Desde que era niña, cuando llegó a vivir en una comunidad cerca de Papantla, supo que su vocación era servir. A los 10 años participó como promotora comunitaria ayudando con las vacunas en una etapa de cólera local, y fue esa experiencia la que marcó su inclinación profesional. Ahora es Enfermera. Adriana García Ramírez sabe que hacer lo que le gusta le ha dado grandes satisfacciones, como la que ahora se le presenta: formar parte de este equipo
internacional de servicio comunitario. Su formación –lo reconoció– es producto de su constancia: “He sido siempre una persona muy idealista, toda mi carrera ha sido a base de un sueño... siempre quise ser brigadista”
Para Adriana son esas comunidades de escasos recursos las que más necesitan del apoyo de profesionistas, de la salud principalmente, pero también de otras áreas. El suyo lo brindó en Chalma, Veracruz, donde fue coordinadora de brigadistas y sobresalió por su capacidad de comunicación.
Sin duda la experiencia es enriquecedora y muy formativa: “aquí (en la ciudad) hay muchos hospitales, muchísimas enfermeras, allá hay una y puede ser la mejor”. Satisfecha destaca y valora el reconocimiento social: “Si vas a Chalma y preguntas por la enfermera Adriana, saben quien eres”, y hace el balance final: “Después de todo un año en comunidad queda el haber logrado un espacio para la nueva generación de brigadistas, queda el orgullo de saber que rompiste barreras, que abriste caminos entre gente que pensaba que la Universidad ahí no era importante”.

El Arquitecto...

Hace un año fue brigadista en Ayahualulco, de ahí se fue a Coyopolan, cuando la construcción de la Casa de la Universidad estaba en proceso. Participó en el proyecto Diagnóstico y mejoramiento de la vivienda rural en cinco comunidades del municipio de Ixhuacán de los Reyes, y gracias a un trabajo recepcional derivado de este estudio ahora es Arquitecto. Jaime Alberto Llera García opinó: “yo quería que mi trabajo de tesis fuera útil, que no se convirtiera en un libro más guardado en la biblioteca de la facultad”.
Y lo logró. Hoy en Ixhuacán ya se está construyendo una vivienda derivada de su proyecto; de hecho, aun cuando terminó su servicio social hace seis meses, ha seguido interactuando con las brigadas de Coyopolan en el centro comunitario de aprendizajes múltiples, y brindando capacitación a las familias beneficiadas con él. Respecto al intercambio en el que participará comentó: “Yo no sabía que mi trabajo me estaba ayudando para ser elegido para este proyecto, me siento muy orgulloso de poder ir a otros países a demostrar lo que en México se hace en cuanto a servicio comunitario, y aprender de gente que tiene las mismas ganas que yo de hacer las cosas y hacerlas bien”.

La Casa de la Universidad, en Coyopolan, es sin duda
el modelo más acabado de desarrollo sustentable
comunitario de la UV.