Educación y lectura fomentan una sociedad más crítica: Julieta Fierro
"Si estás en una sociedad civilizada y no sabes leer, en general tienes una vida menos rica", señaló la astrónoma y divulgadora científica
"…al gobierno le conviene tener a la gente sumida en la ignorancia y en los dogmatismos"
David Sandoval Rodríguez |
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A pesar de explicar que estudió Física "por tonta", Julieta Fierro Gossman, miembro de la Academia Mexicana de la Lengua y del Instituto de Astronomía de
la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), ha realizado una labor de divulgación científica que abarca más de 40 años y 40 libros publicados, a la par de numerosos reconocimientos internacionales.
El martes 29 de marzo, dentro del programa "Martes de
Lectores y Lecturas" de la Universidad Veracruzana (UV), Fierro Gossman impartió la conferencia "Leer ciencia" ante un abarrotado auditorio de la sala de
videoconferencias de la USBI, donde posteriormente respondió algunas preguntas acerca de su formación y de cómo fomentar la lectura entre los niños y jóvenes.
Al finalizar su conferencia, la astrónoma y divulgadora de la ciencia respondió a las preguntas que niños y adolescentes, así como profesoras de educación primaria jubiladas, le plantearon.
¿Por qué decidió estudiar Física?
Porque iba a un colegio
francés y siempre saqué cero
en francés, pero siempre
sacaba 10 en matemáticas y
pensé que sería matemática
antes que nada, creo que
por lo compacto de leer
las fórmulas.
Mi mamá murió cuando yo tenía 13 años y mi hermana 15, ella me dijo: tú eres tontita. La situación en la casa era muy difícil, como en muchas familias, y ella me dijo que mejor estudiara algo aplicado; en esa época había algo
que se llamaba "Técnico en Física" que permitía ser maestro en preparatoria, por eso estudié Física, por tonta.
¿Cuál es su historia en la lectura, cuál fue el
primer acercamiento?
Fue fatal. Yo he sido pésima lectora y por eso entiendo que a otras personas les cueste tantísimo trabajo aprender a leer. Mi mamá era inglesa y cuando me hacía las trenzas con una gomina espantosa que jalaba el cabello, me ponía a leer en inglés y era fatal. Veía que mi hermana mayor ya leía y yo seguía con "Sally and the dog, the dog and Sally" y no avanzaba.
Luego llegaba al colegio francés y no hablaba francés,
no entendía nada, nos ponían un ejercicio de acomodar palabras y yo las acomodaba de pequeñas a grandes o viceversa, por lo que siempre saqué cero en francés y siempre me costó trabajo; leer en español, ni se diga.
Lo que me salvó fue que en la casa había muchos libros y me gustaba ver los dibujos, entonces poco a poco traté de leer los pies de los dibujos y así comencé.
Hasta la fecha leo despacio y por eso puedo entender a las personas que les cuesta trabajo. Soy académica de la lengua y no es porque tenga la lengua más bonita del mundo, es porque a pesar de
que a uno le cueste trabajo hacer las cosas puede resolverlas; aunque tenga serias limitaciones, sí se puede.
Leo mal pero me encanta, compro revistas de literatura, leo novelas y leo de todo y todos los días tengo la hora de leer, una hora en la mañana y una hora en la tarde, en un sillón cómodo y en silencio.
¿Cómo se modifica el cerebro de las personas que leen?
La parte de comprensión y vocabulario se localiza en la zona frontal del cerebro, la parte que hay que reeducar es donde se reconocen los símbolos, que
es la que se utiliza para reconocer los rostros. Lo que se debe hacer es establecer la conexión entre la parte auditiva, es decir, la fonética, y asociarla con los símbolos y que, a su vez, se conecten con la zona frontal, que es la que entiende las palabras y entiende cómo se unen para formar ideas.
Es muy difícil, pues primero los niños tienen que aprender a unir las sílabas para formar una palabra, tienen que entender la palabra, después tienen que entender una oración, luego tienen que entender más rápido para comprender un párrafo antes de que se les olvide qué fue lo que leyeron y después tienen que pensar sobre lo que leyeron.
Esta es la parte que olvida el sistema educativo en general: que los niños te lean un párrafo y con sus palabras te digan qué entendieron, ahí es cuando realmente saben.
En ciencia se han hecho muchos experimentos y cuando los niños explican con sus palabras lo que hicieron o leyeron es que entendieron.
Cuando una persona llega a la edad adulta sin estas habilidades, ¿qué dificultades encuentra?
Depende de la situación. Los hombres prehistóricos no leían
y estaban contentos, pero si estás en una sociedad civilizada y no sabes leer, en general tienes una vida menos rica, en términos culturales, y más conflictiva. Tienes más problemas porque
no puedes ir a un banco y entender qué te están ofreciendo, careces de muchísimas habilidades si no puedes leer.
¿Qué estrategias se pueden poner en práctica para incitar a niños de primaria a leer?
Algo que puede ayudar es que vean leer a los maestros, que es algo que pocas veces ven.
Para promover la lectura me parece mala idea utilizar los libros de ciencia, claro que hay que enseñar a leer ciencia
y enseñar ciencia en las escuelas, pero así no puede ser el arranque del placer supremo de leer.
Creo que si se enseña ciencia y
se utilizan experimentos manuales y elementos diversos será más exitoso.
Lo que me preocupa es que se piense que a los niños se les puede fomentar la lectura con libros de ciencias.
Algunos universitarios manifiestan deficiencias en escritura y en comprensión lectora, ¿qué les recomienda?
La UV tiene un programa de Especialización en Promoción de la Lectura que es coordinado por Olivia Jarvio, ella puede orientarlos mejor que yo.
En mi caso, durante mis clases dejo una tarea breve y tiene que contestarse en manuscrita para que no lo bajen de Internet, además revisamos que no sea una copia, debe ser con palabras propias, así corregimos también su ortografía y redacción.
¿Qué tipo de lecturas recomendaría para iniciar un círculo de lectores
entre estudiantes de bachillerato o universidad?
Yo contactaría nuevamente al programa de la Especialización en Promoción de la Lectura, donde en primer lugar conocen los intereses de las personas que quieren iniciar un proyecto de lectura, y buscar libros de interés para dicha comunidad.
Si es de ciencia, a los niños pequeños les encantan los dinosaurios y la astronomía; a los jóvenes de secundaria, el tema
de los vampiros, y a los estudiantes de bachillerato, el sexo.
¿Cuándo fue el momento en
que decidió escribir un libro
de divulgación de la ciencia?
Estaba haciendo investigación en astronomía con Manuel Peimbert y le pidieron que escribiera un libro llamado Cómo acercarse a la astronomía, que era parte de una colección, y me dijo: escríbelo tú. Lo hice y me fue bien, luego escribí otro y otro; llevo más de 40 años trabajando y más de 40
libros publicados, pero es
cosa de escribir un ratito todos
los días, a la misma hora, sábados y domingos. Me levanto, tomo un café y escribo.
El cerebro funciona solo, es fácil engañarlo, él se pone a pensar qué vas a escribir al día siguiente y cuando te sientas
ya sabes qué escribir.
Para escribir, primero me explico a mí misma el tema y después utilizo al público de mi programa de radio, porque es más difícil explicar algo sin imágenes.
¿Tiene una estrategia para redactar los textos de divulgación científica?
En general, lo que ha funcionado mejor es una colaboración; por ejemplo, si es un artículo para la prensa, que platiques con un periodista sobre el tema y que entre los dos publiquen. Se han hecho estudios y es lo que funciona mejor. Si es literatura para niños, puedes hablar con un docente o con un escritor.
El primero que se dio cuenta de esto fue Stephen Hawking que escribió la Breve historia del tiempo y aunque se agotaron la primera y segunda ediciones,
a los 150 mil primeros ejemplares les faltaban 60 páginas y no tuvo ninguna reclamación, por lo cual supo que nadie había entendido su
libro, desde entonces escribe
con divulgadores.
¿Existe la posibilidad de ampliar el enfoque humanista en
la enseñanza de la ciencia, sobre todo entre los niños?
Creo que un niño o cualquier persona que vas a educar, entre más estímulos diferentes
reciban, es mejor. Si aprende el lenguaje de la música,
de la computadora, de varios idiomas, exponerlo al máximo de estímulos posibles: historia, ciencia, geografía, literatura,
es más fácil que le atinemos a algo que le guste y algo que
le ayude a pensar.
Por supuesto que la educación ayuda a tener pensamiento crítico y una sociedad crítica, en principio, es más creativa y avanza más rápido, pero al gobierno le conviene tener a la gente sumida en la ignorancia y en los dogmatismos, en las soluciones fáciles de la vida.
Creo que hemos heredado el sistema educativo de siglos y un ejemplo clarísimo es que se aplica el mismo sistema educativo a hombres y a mujeres. Y las mujeres cuando estamos en edad óptima para tener hijos debemos estar estudiando
el doctorado porque vivimos más que los hombres pero nuestros sistemas de becas, de estímulos y de premios no están hechos contemplando nuestros
tiempos biológicos.
Entonces, efectivamente hay que modificar el sistema educativo de manera radical para tomar en cuenta la maternidad
y tener un enfoque nuevo, fresco, diferente, lo cual veo muy difícil porque estamos arrastrando demasiados problemas. Sería ideal tener una mejor educación, que hubiera escuelas de tiempo completo, clases de arte, de deporte, de literatura, que se enseñara a los niños a jugar.
Observamos una excesiva estimulación sensorial que reduce la atención de los jóvenes, ¿cómo fomentar su capacidad crítica y selectiva?
Ciertamente los jóvenes están aprendiendo cosas diferentes y de otra manera, con otras habilidades y van a construir el mundo con estas mismas habilidades, por eso creo
que estamos delante de
una revolución.
Creo que tener pensamiento crítico se logra leyendo y pensando, la idea sería enseñarles a pensar con lo que saben hacer, que se entrenen a pensar, recuerden que cansa pensar, entonces se cansarán, pero ése es el reto.
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