Año 2 • No. 64 • junio 3 de 2002 Xalapa • Veracruz • México
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Herramientas de búsqueda y gestión de la información en Internet
Interfase
Alejandro Rulfo Méndez

Hemos venido haciendo una revisión de los conceptos básicos sobre el funcionamiento de Internet y ahora toca el turno de revisar las herramientas de búsqueda y gestión de la información.
Para comprender este tema es necesario que distingamos varios conceptos: navegación y recuperación de la información, la gestión de información, las herramientas de diseño de flujos de información y terminología utilizada frecuentemente en la ciberrealidad.
Cuando hablamos de información en la red debemos considerar que al crecimiento de los recursos informáticos (impresionantemente caótico, anárquico en orden e inconmensurable) se le suma otra problemática fundamental: la actualización y la confiabilidad.
Esto se traduce en que debido a la rapidez del ingreso de nuevos recursos, su desorden y cantidad, lo nuevo o actual, pierde valor temporal y no existe confiabilidad alguna en que dichos recursos sean veraces.
Imaginemos una fuente a la que le llega agua de una tubería y conserva cierto nivel. Por su ubicación y tamaño conviene que más usuarios lleguen a beber en dicha fuente; habrá que incrementar el nivel de agua en la fuente debido a la demanda, lo que se traducirá en mayor flujo de agua, ensanchamiento del espacio y más tubos para llenar la fuente. Por supuesto, que el agua puede no ser tan pura como inicialmente era con pocos usuarios porque ahora importa más dar más agua a más usuarios, que la calidad del agua.
Lo mismo ocurre en Internet. Cuanto mayor es la posibilidad de que una fuente contenga información, más útil es, pero a su vez, para acrecentar su riqueza se debe incrementar su densidad. Esto multiplica la posibilidad de ruido en las respuestas cada vez que realizamos una búsqueda en esa fuente de información.
¿Cómo se organiza la información en Internet? ¿Cómo nos desplazamos con tanta facilidad de enlace a enlace cuando buscamos información por la Red? Para ello es necesario entender tres conceptos básicos: hipertexto, hipermedio y multimedio.
El concepto de hipertexto nace a mediados del siglo xx y posteriormente se acuña el término hipermedia. Se define como la herramienta que nos permite recorrer una gran colección de textos, fotografías, sonidos, carpetas, páginas e índices, significados, ideas que se representan en un lugar electrónico. (Site, a la manera teutona de definición: un espacio en el que se aprende, se divierte, se muestra y se interactua). El término hipertexto significa la conformación de un nuevo medio de comunicación que combina la informática con las capacidades de otros medios audiovisuales. En el hipertexto la información escrita, se interconecta de tal modo que el usuario decide en cada momento los pasos a seguir, en función de las diversas capacidades del equipo que opera y de las posibilidades que el hipertexto ofrece. En otras palabras, el usuario navega por el texto o los archivos. Es un medio que permite una exploración no-lineal de los conceptos.
El multimedio es la posibilidad de un espacio en el que concurren diversos medios para mostrar y explicar un concepto; gráficos, textos, sonidos y que son conectados entre sí, como la televisión. Cuando son depositados en envases electrónicos a través de la computadora, se convierten en multimedios y así transformarse en poderosos espacios de educación.
La diferencia con el hipertexto es que el multimedio como tal, no es navegable, es lineal. La fórmula Multimedio + hipertexto = Hipermedio nos lleva a acuñar otro término: Multimedia, que parece integrar los otros tres conceptos porque es la conjunción de todos sin que impere uno en particular.
La velocidad en el desarrollo de estos medios es, hoy por hoy, impresionante. Más rápido incluso de lo que podemos pensar. La integración de las aplicaciones multimedia en programas educacionales tiene un potencial tremendo. En el entorno multimedia estamos produciendo una nueva clase de estudiante, delineando los medios y reestructurando todo nuestro sistema escolar, todo el proceso enseñanza-aprendizaje. Podemos motivar a través de estos entornos, la solución creativa de problemas y contribuir a formar hombres y mujeres con las capacidades necesarias y suficientes para ser constructores racionales del futuro.
El maestro se convierte en “facilitador” y no en la figura de “autoridad en todo” que aprovechará los recursos multimedia para organizar las experiencias de aprendizaje en las que se desarrolle la interacción, pero no se constituirá como el principal vehículo transmisor de la información.
Multimedia permite y crea ambientes interactivos centrados en el usuario quien dispondrá de recursos tecnológicos en la educación, abundantes y conectados entre sí por redes a distancia.
Nos leemos en el siguiente Interfase. La dirección arulfo@uv.mx está disponible para hacer llegar comentarios críticas, sugerencias, felicitaciones y demás. Hasta la próxima.