|
|
Laboratorios
uv, nuevo escenario para mejorar nuestra agricultura
Cultivo in vitro, alternativa universitaria
Edith Escalón |
|
Desde
hace algunos años, la tierra no es el único espacio
donde germinan plantas y semillas. Ahora, laboratorios de todo el
mundo se dedican a hacer cultivos in vitro, es decir, en medios artificiales,
bajo condiciones controladas y libres de enfermedades. Y aunque muchos
no lo sepan, en la uv hay uno que ha desarrollado desde 1995 esta
tecnología.
Se trata del Laboratorio de Cultivo de Plantas de la Facultad de Ciencias
Biológico-Agropecuarias que, desde Peñuela (zona Córdoba-Orizaba),
se ocupa de llevar a la práctica el cultivo de tejidos vegetales.
Sus principales líneas de investigación se relacionan
con tres procesos necesarios para mejorar las especies vegetales:
micropropagación, fitomejoramiento y saneamiento, que son útiles
para rescatar especies que se encuentren amenazadas, en peligro de
extinción, que requieran algún tipo de mejoramiento
para adquirir resistencias a enfermedades, alcanzar mayor productividad,
floración en épocas no tradicionales, etcétera.
Más y mejores plantas
Una de las líneas básicas es la micropropagación.
Como su nombre lo indica se trata de un conjunto de técnicas
que permiten elevar la tasa de multiplicación por encima
de la que se obtiene con métodos tradicionales, es decir,
técnicas para clonar.
Según Hilda Lee Espinosa, responsable del laboratorio, esta
técnica es necesaria cuando la especie es difícil
de propagar, como ejemplo citó a la orquídea, cuya
semilla necesita hacer una simbiosis con un hongo para reproducirse
y esta asociación es muy difícil de encontrar: “Nosotros
garantizamos con este método de cultivo in vitro un 100 por
ciento de germinación de las semillas”.
La ventaja es clara: “Si se propaga una orquídea por
el método tradicional puede tener un hijuelo por año
en promedio. Con el cultivo in vitro podemos tener en ocho meses,
la cantidad que sea de orquídeas, dependiendo del número
de explantes establecidos”.
El proceso se puede comparar a la creación de copias a partir
del original. Para esto se colocan pequeños explantes (es
decir, partes de la planta) en tubos de ensaye que contienen cantidades
determinadas de nutrientes, ahí, durante cierto tiempo, se
desarrolla el explante y crece como una plantita normal; cuando
ha alcanzado una medida definida se saca del tubo y se corta el
tejido en partes, cada pequeño corte se coloca en un nuevo
tubo de ensaye con nutrientes y se repite el proceso.
|
 |
Algo
diferente ocurre con los anturios especie con la que, además
de desarrollar la propagación de la especie, se producen embriones
artificiales in vitro: “Nuestro propósito a mediano plazo
es producir semilla artificial. De manera que se produzca un embrión
artificial, se encapsule imitando a una semilla real y se pueda transportar
y comercializar sin problemas de regulaciones fitosanitarias o de
permisos especiales, puesto que el material estará garantizado
y libre de enfermedades”. |
|
La
segunda línea de investigación es el fitomejoramiento,
útil para cuando se requiere que una determinada especie
desarrolle capacidades específicas que le permitan mejorar,
ya sea su capacidad de reproducirse y crecer en condiciones poco
convencionales, desplegar resistencias a plagas o enfermedades o
alcanzar mayor productividad. Esto, insisto, no tiene que ver con
la modificación genética, sino que se realiza a partir
de procesos de selección y técnicas biotecnológicas.
El saneamiento, tercera línea de investigación del
laboratorio, consiste en la liberación de bacterias, hongos
y virus en las especies vegetales, ya que existen algunas que se
encuentran enfermas y son difíciles de sanear por los métodos
convencionales, simplemente porque no hay productos químicos
que puedan hacerlo en el campo.
“Nosotros –continua Lee Espinosa– podemos tomar
por ejemplo plántulas de papa, que tienen virus muy persistentes,
muy difíciles de erradicar. Tomamos algunas partes (meristemos)
o puntas de crecimiento que no tengan esos virus y de ahí
empezamos el cultivo in vitro, es decir, la clonación de
muestras sanas. Así, todo nuestro material, incluso el clonado,
tiene total garantía de sanidad”.
In
vitro: base del futuro
La biotecnología comprende varias ramas, la microbiana, de
alimentos, animal y vegetal. Ésta última tiene muchos
usos y aplicaciones: el mejoramiento, la caracterización,
la micropropagación, estudios básicos de genética,
fisiología y bioquímica, por ello es que “si
no tenemos como herramienta el cultivo de tejidos in vitro no podemos
llegar a caracterizar el adn de una especie, porque para llegar
a él tenemos que partir de un cultivo aséptico, como
los que se encuentran en el Laboratorio de Cultivo de Plantas, y
sólo entonces aislarlo, amplificarlo, clonarlo y finalmente
insertarlo en el vegetal que queremos mejorar”, comentó
Lee Espinosa.
Esto quiere decir que el cultivo in vitro es la base del desarrollo
biotecnológico vegetal a futuro, porque a partir de él
será posible investigar y perfeccionar técnicas que
nos den mayores posibilidades de desarrollo en el sector agrícola,
medicinal, ornamental, y todo aquel relacionado con el mundo vegetal.
|
Proyectos
exitosos
Lo más interesante de un trabajo como este es que se realice
en vinculación con los sectores sociales. El Laboratorio de
Cultivo de Plantas de la fcba ha seguido esta tradición universitaria
desde sus inicios. Hoy en día su trabajo incluye la difusión
y extensión: “Impartimos cursos en otras facultades,
vamos a coloquios académicos y comerciales, llevamos nuestros
productos a todos lados”, y por otro lado la vinculación
con el sector agrícola y empresarial de la región “tenemos
convenios de vinculación que nos permiten producir material
en gran escala para las empresas.
|
Proyectos
en curso
1- Pronatura Chiapas: propagación
de orquídeas y bromelias.
2- Córdoba: Restablecimiento y rescate de especies
endémicas.
3- Ingenio Central
Motzorongo: producción
de algunos derivados
de caña y ornamentales. |
|
|
”Uno
de los casos más exitosos fue el convenio uv-Grupo Escorpión
(ingenio cañero), a quien el laboratorio entregó en
febrero de este año diez mil plantas de nueve variedades,
que fueron saneadas y micropropagadas.”
Es importante mencionar que las plantas que fueron trabajadas en
el laboratorio se encuentran en el Ingenio Tres Valles, en Honduras,
ya que Grupo Escorpión actuó como industria exportadora
y envió al país sudamericano las plantas micropropagadas.
Y este no es el único caso. Lee Espinosa mencionó
algunos de los 12 proyectos en curso que beneficiarán al
sector privado y productivo: “Pronatura Chiapas, nos encargó
propagarle orquídeas y bromelias para restablecer su flora
natural (amenazada actualmente); en la región de Córdoba
vamos a establecer un convenio con el municipio local para restablecer
todas las especies endémicas que se están perdiendo
por una u otra causa; con el apoyo de Sigolfo y el Ingenio Central
Motzorongo, existe el plan de producir, además de caña
de azúcar, algunos derivados y ornamentales; también
tenemos proyectos con piña, papa, helechos, soya, chile y
violetas africanas”.
La coordinadora del laboratorio mencionó también que
hay muchas estructuras ya conformadas para poder vincularse con
los productores, ya que si un productor necesita aprender alguna
técnica específica sobre alguna especie en particular,
ellos se encargan de diseñar cursos especializados “De
hecho, hace apenas algunas semanas tuvimos contacto con el representante
del Instituto Nacional Indigenista (ini), que solicitó capacitación
y todo un paquete tecnológico de producción in vitro
del árbol de amate, que actualmente se encuentra en peligro
de extinción”.

|
Además
de que la vinculación es una forma de allegarse recursos, como
puede constatarse en los proyectos del laboratorio financiados por
Conacyt, Semarnat, Sigolfo y otros, también permite que los
tesistas que participan en ellos puedan conectarse con potenciales
empleadores y adquieran las armas para enfrentar situaciones reales
para la aplicación de sus conocimientos.
Caña de azúcar y ornamentales, prioridad
Ya que la fcba se encuentra en medio de una zona dedicada al cultivo
de especies ornamentales, su relación con los viveristas
resulta
fundamental.
Su importancia se resume en dos claros ejemplos: el anturio que
tiene una tasa de multiplicación muy baja presenta un problema
que con las técnicas de micropropagación se puede
solucionar; lo mismo sucede con la orquídea, que además
se cotiza entre 300 y 500 pesos cada planta. “Nuestra línea
fundamental es el trabajo con ornamentales. De hecho, nuestras condiciones
climatológicas nos permiten el cultivo de orquídeas
y de anturios, y aunque de momento no tenemos la capacidad necesaria
para cubrir la demanda ya estamos trabajando en eso”, aseguró.
Otra de las grandes prioridades es la caña de azúcar,
ya que hay más de 100 productos o subproductos derivados
de la caña que no son azúcar, a ellos se enfocan las
investigaciones del laboratorio, (que lleva a cabo en coordinación
con la maestría en Manejo y Explotación de los Agrosistemas
de la Caña de Azúcar de la uv), “tenemos una
línea de trabajo que se llama Caña de Azúcar,
biotecnología y derivados. Entre estos se encuentran la celulosa,
el papel, el gasol, la gasolina que viene de la caña de azúcar
y muchos otros”.
Para Lee Espinosa es muy importante producir caña de azúcar
por este método, aunque parecería contrario a lo que
actualmente se está manejando, ya que en su opinión
existe una necesidad de producir más y mejores variedades
de las cuales sea posible obtener subproductos “yo pienso
que en el corto y mediano plazos tendrán que cambiar las
visiones de los productores, y los ingenios tendrán que diversificar
sus actividades hacia la producción de estos y otros satisfactores,
diferentes al azúcar”.
¿PARA
QUÉ SIRVE LA CLONACIÓN?
Al hablar de clonación nos referimos a producir individuos
idénticos genéticamente al original, ya que
se obtiene este individuo idéntico
al original se multiplica en gran escala.
Hilda Lee Espinosa lo explica así: “Nosotros
tomamos una sección
de hoja de violeta africana de un centímetro cuadrado
y de ahí obtenemos aproximadamente en 15 o 30 días,
una cantidad de 15 a 20 brotes; así
elevamos la tasa de multiplicación.
Por el método tradicional usted toma una hoja de violeta
y en seis semanas tiene una plantita y si aquí tenemos
en un promedio de 20 días 15 plantas por cada centímetro
cuadrado, idénticas al original, estamos resolviendo
un problema de multiplicación a través de la
biotecnología”, además, mediante esta
técnica aseguran que las clonaciones no tengan ninguna
variación genética. |
El
plan a futuro
Al preguntarle a Hilda Lee hasta dónde piensan llegar como
laboratorio responde: “Nosotros quisiéramos llegar
al sueño de todos los biotecnólogos, que es la creación
de semilla artificial; entonces ya no vamos a comercializar nuestras
plantas como están, como plantas ya grandes, con raíz,
sino como semillas en las que no hay variabilidad genética,
porque las semillas tradicionales tienen influencia parental, algunas
(flores) salen rojas, otras salen blancas, otras salen rosadas,
por la influencia de la herencia.
”En este caso no, porque tomamos una sola planta ‘prototipo’,
la clonamos, tomamos un explante de su cuerpo y todas las plantas
que producimos a partir de ahí son idénticas. Ahora,
si a esas plantas todavía las propagamos por medio de semilla
artificial, tendríamos miles y millones de plantas que se
pueden comercializar en frasquitos, en envases, ese es el plan.”
Y aunque ella lo define como un sueño, es notable que se
trata de un plan ambicioso pero asequible porque para llegar ahí
no falta mucho: “Sólo falta perfeccionar el método
de la embriogénesis somática, que es una ruta morfogenética
en donde no producimos plantas, producimos embrioncitos; como los
embriones de las semillas normales, les agregamos ciertas sustancias,
los encapsulamos y ¡listo!.. creamos una semilla artificial”,
comentó segura de que lo pueden lograr a mediano plazo, por
lo que es fácil percibir que las maravillas de la biotecnología
están más cerca de lo que creemos.
|
|
|
|