Año 2 • No. 71 • agosto 26 de 2002 Xalapa • Veracruz • México
Publicación Semanal


 Páginas Centrales

 
Información General

 
Foro Académico

 
Compromiso Social

 
Arte Universitario

 
Inter Nautas

 
Halcones al Vuelo

 
Observatorio
 de la ciencia


 
Contraportada


 Números Anteriores


 Créditos

  Proyecto de Desarrollo Urbano y Cultural para Plan del Río
Buscan rescatar nuestro pasado
Ricardo Luna Aburto
Durante muchos años, al recorrer la carretera que va del puerto de Veracruz a la ciudad de Xalapa, la poderosa atracción que ejercen las elevaciones de la región me hicieron fijar la mirada hacia lo que parecía una pequeña fortaleza cubierta de maleza, ubicada en el poblado conocido como Plan del Río.
Con el paso del tiempo y preguntando a las personas de la localidad sobre el origen y utilidad de la maltrecha
barbacana, la historia se fue despejando: se trataba de un pequeño fortín militar que en la época de la Independencia sirvió para resguardar las mercaderías que provenían de la Ciudad de México, siendo incluso en tiempos de la Conquista el camino por donde varios cargamentos preciosos salieron de nuestro país hacia Europa.
Sin embargo, según nos explica Alfonso García y García, del Instituto de Antropología de la uv, Plan del Río es una de las comunidades que, aunque pequeñas, siempre han tenido un lugar importante dentro de la historia de nuestro país. Por ejemplo, este sitio fue cuna de culturas prehispánicas, según lo demuestran los restos de edificios, materiales cerámicos y líticos encontrados en el lugar.
No obstante, su historia es poco conocida por el casi nulo trabajo arqueológico e histórico en el sitio. La historia indica que después de la llegada de Hernán Cortés a Veracruz, Plan del Río se convirtió en un lugar propiamente de paso. Fue la ruta por la cual este conquistador llegó a Tenochtitlán, a través de los caminos prehispánicos que se conocían en aquel momento.
Algunos nombres
A Plan del Río se le conocía antiguamente como el Plan, porque su composición superficial reúne una serie de valles y elevaciones naturales a su alrededor.
Entre 1525 y 1530, en las cartografías de la época aparece ya como la "Penja" del Plan del Río, uno de los tantos nombres que se le han dado a esta comunidad.
Durante los siglos XVI y XVII se le conoció como el Plan y La Venta de Arroyo, y no fue sino hasta el XVIII cuando se
le dio el nombre de Plan del Río, calificativo que describe bastante bien al lugar por su orografía, ya que la comunidad se asienta en una planicie, rodeada de elevaciones y del río Grande, afluente que según cronistas tenía agua cristalina y de buen sabor.

Su historia


Durante la Independencia, esta comunidad siguió siendo camino obligado de las mercaderías que procedían del altiplano al puerto de Veracruz, de donde se trasladaban al puerto de Cádiz, España.
A partir de 1810, cuando inició el movimiento independentista en México, los insurgentes ocuparon y controlaron todo ese territorio, por lo que las líneas comerciales entre Veracruz y Cádiz se suspendieron.
Para 1814 llegó al puerto de Veracruz un brigadier caraquense de nombre Fernando Miyares y Mancebo, al frente de una compañía de 2 mil soldados, divididos en cuatro órdenes militares. Ellos iniciaron un recorrido de inspección entre Veracruz y Xalapa y se dieron cuenta de lo inestable que se encuentraba el Camino Real, debido a la incursión de rebeldes al mando de Guadalupe Victoria.
Al dar cuenta de ello a sus superiores, Fernando Miyares comenzó la construcción de un camino de Perote al puerto de Veracruz, con una serie de estaciones militares y fortificaciones para restablecer el orden y el comercio en la zona.
Así, este brigadier mandó construir una serie de baluartes que inician en Perote (la Fortaleza de San Carlos), La Joya, El Lencero, Cerro Gordo, Plan del Río, El Órgano, Rinconada, La Calera, La Antigua, hasta llegar al puerto de Veracruz.
Estas obras se terminaron aproximadamente en 1815, y uno de los edificios más importantes dentro de las construcciones militares que se ubican en esta franja es precisamente el de Plan del Río.
Según Alfonso García y García, Plan del Río y su baluarte son claro ejemplo de las construcciones militares
del siglo XIX en la entidad
Fortificación única

Alfonso García y García indica que, como parte de los trabajos que se han iniciado en la zona (proyecto de Desarrollo Urbano y Cultural para ese municipio), han encontrado una fortificación única en su tipo, pues cuenta con dos niveles en forma heptagonal.
A diferencia de otras fortificaciones, señala, el edificio presenta una construcción destinada propiamente a la
asignación militar o estrategia militar, de ahí que su ubicación estuviera flanqueada por dos de los principales ríos de la región.
Agrega el investigador que esto refuerza lo que en algunas crónicas se menciona: "No había punto que no estuviera al alcance del fusil o del cañón; el fortín tenía un punto geográfico sumamente estratégico, lo que lo convierte en la construcción militar más importante de
la zona".
Considerado atípico desde el punto de vista arquitectónico, el fortín podía albergar hasta 80 soldados, y almacenar hasta 30 mil raciones de comida, 230 mil cartuchos de fusil, 500 tiros de cañón y 600 granadas. Estaba construido con base en materiales no perecederos como piedra, mortero de cal y arena, y el acceso principal se encontraba en el segundo nivel, a fin de resguardar la edificación. Tal y como lo presentan las construcciones de San Juan de Ulúa o la Fortaleza de San Carlos.
A Plan del Río se le conocía antiguamente como el Plan, porque su composición superficial reúne una serie de valles y de elevaciones naturales a su alrededor
Actualmente, la fortificación conserva sus paredones originales y es muy posible restaurarla, pues según los análisis estructurales que se han hecho, contaba con un sistema de viguerías que ya no existe pero que se puede reinstalar, para consolidar su reconstrucción.
El coordinador del proyecto de restauración del fortín de Órdenes Militares, en colaboración con los investigadores Luis Sánchez Olvera, José Eliseo Castillo Fuentes y José Manuel Castillo Fuentes, sostiene que el proyecto de consolidación para este fortín incluye detener el proceso de deterioro del único edificio militar del siglo xix en nuestro estado.
Otra ventaja es que su rehabilitación podría generar atracción turística en la región, misma que la comunidad
La restauración de este fortín serviría como detonante
económico para la zona, al convertir al museo de sitio
en un elemento captador de recursos invaluables
podría utilizar para su bienestar, así como consolidarlo como un símbolo que le dé realce a la región. Se pretende reconstruir el inmueble y convertirlo en museo de sitio donde se difundan los hechos sociales y culturales relevantes de la región durante el siglo xix. Lo anterior serviría como detonante económico en la zona, al convertir al museo en un elemento captador de recursos económicos para los habitantes de Plan del Río, Veracruz.
Alfonso García y García indica
que esta es una fortificación única
en su tipo, pues cuenta con dos niveles en forma heptagonal