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Presentaciones en la FILU |
Antología,
de Augusto Monterroso |
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La
obra de Augusto Monterroso (1921) ocupa ya un sitio preponderante
en el universo de las letras. Su versátil inventiva
y su lenguaje son cuidadosamente detallados por el fino
cincel de la concisión y la brevedad (que gran sector
de la crítica califica de minimalismo). Al igual
que Pigmalión, a través de la escritura Monterroso
ha dado vida a mundos en los que convergen la fábula,
la ironía, la reflexión –marcada por
el sino del diálogo– y, sobre todo, una conciencia
lúdica que refleja su amor hacia la literatura.
Para festejar los ochenta años de este maestro, quien
con sencillez pone a la palabra en revolución, la
Editorial de la |
Universidad
Veracruzana se une a este tributo con la publicación
de una antología de sus textos, preparada por el
crítico José Luis Martínez Morales.
En las páginas de este volumen se configura a un
autor que experimenta con la fábula, la memoria,
la bitácora de escritura, el diario y el ensayo,
trazándose mapa introductorio a la cartografía
de Monterroso. Si es verdad que, a través de la palabra
escrita, podemos inventar no sólo un mundo, sino
también a nosotros mismos, prueba fehaciente de ello
es Augusto Monterroso.
Este libro será presentado en la II Feria Internacional
del Libro Universitario el próximo viernes 4 de octubre,
a las 19:15 horas, en el auditorio 1 del Gimnasio del Campus
para la Cultura, las Artes y el Deporte.
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Del
Tajín a Venecia: un regreso a ninguna parte |
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En
este libro, Teresa García Díaz, académica
del Instituto de Investigaciones Lingüístico-Literarias
de la uv, utiliza los conceptos de la teoría de la
recepción para analizar el proceso de la lectura
y la forma en que el lector se relaciona con el texto, tomando
como objeto de estudio una novela que sintetiza la estética
de Sergio Pitol: Juegos florales.
Bajo los lineamientos del dialogismo planteado por Bajtín
–quien considera que la vida es participar en un diálogo,
que implica preguntar, poner atención, |
responder,
estar de acuerdo–, García Díaz sienta
las bases de una cartografía de lectura en la que
consigna sus gozos y frustraciones en la realización
de su empresa, dada la complejidad de la obra de Pitol.
Es un registro puntual donde corrobora “las múltiples
y opuestas posibilidades de sentido que ofrece un mismo
texto en una sola y en distintas recepciones realizadas
por un lector”.
Teresa García contrasta su lectura con otras obras
de Pitol, ahonda en sus temáticas, marcas de lectura
y procedimientos narrativos, al igual que desglosa la multiplicidad
de voces y planos, referencias paratextuales, tipología
de narradores, el humor y la parodia. Así, demuestra
que Pitol rompe con lo que se entiende tradicionalmente
como novela.
En su estudio, esta investigadora cubre las instancias fundamentales
de la vinculación texto-lector: estructura narrativa
(texto creado por el autor), apelativa (en la que interviene
la concretización del lector) y recepción
real, que “proviene del lector y está dirigida
al texto”, basándose tanto en su propuesta
de lectura como en las opiniones de algunos representantes
de la crítica literaria. |
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La
continua, eterna construcción de la realidad |
En
Necesidad de conciencia, Anthropos (2002) en coedición
con el Colegio de México, La Escuela Normal Superior
de Michoacán y la Universidad Veracruzana, Hugo Zemelman
repasa las mínimas razones que el hombre tiene para
aceptar su obligada condición humana, a través
de la construcción de su propia historia, en la que
aparece henchido de orgullo ante y en el mundo.
El hombre de Zemelman construye su historia con base en
circunstancias no elogiadas y consecuencias para él
incontrolables, manteniéndose a pesar de todo erguido
y desafiante.
Esta aceptación de su destino, de su inevitable muerte,
hace que el hombre acepte y se resigne a su condición
inmanente de rebelde. Es la vida lo que lo empuja más
allá de lo orgánico, siendo esto lo que hace
que lo verdaderamente trascendente e importante sea inmanente
a la vida misma.
Hugo Zemelman nos demuestra que el individuo es el único
culpable de la creación y establecimiento de límites,
elaborados por él y para él con el simple
pretexto de ser sobrepasados.
Necesidad de conciencia es un libro que recrea el discurso
acerca de la realidad que nos rodea, privilegiando los planos
de la existencia y la historia del hombre, constituyendo
a la vez una forma de lenguaje que permite expresar la forma
en la que el sujeto recupera al mundo, y viceversa.
El individuo no llega a ser otra cosa más que un
ente que se desplaza “entre” su nacimiento y
su muerte, pero lo que hay que observar con detenimiento
es justamente este “entre” que se vuelve descomunal
en su trayectoria por la vida.
La sociedad en esta ocasión no está vista
como un simple mecanismo de reproducción y adaptación
de los individuos, sino como creación y producción
de si misma. Zemelman hace hincapié en que es a través
del conocimiento y de la reflexión que el hombre
define y transforma su relación con el entorno, no
se trata de nada ni de nadie más, es el individuo
mismo quien lo construye.
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