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¡Qué sueño!
¡A dormir!
Vanessa González Parra (Facultad de Biología-Xalapa)
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has preguntado cuánto tiempo de tu vida duermes? Bueno, pues
en promedio, entre 30 y 40 por ciento. Hay muchos estudios sobre
el dormir y el sueño, pero aún no se sabe realmente
porqué lo hacemos y mucho menos por qué tanto.
Aunque existe la hipótesis común de que el sueño
restaura las fuerzas, el organismo consume exactamente la misma
cantidad de oxígeno durante el sueño que durante un
estado de vigilia relajado; además, al dormir no se liberan
toxinas corporales.
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Actualmente,
sabemos que el sueño es importante porque la actividad mental
y física se deterioraría si permaneciéramos
insomnes por un periodo prolongado. ¿Quieres un ejemplo?:
en 1959 Peter Tripp, comentarista neoyorquino de discos, permaneció
despierto 200 horas con el único fin de colectar fondos para
la asociación March of Dimes. Psicólogos e investigadores
médicos no desaprovecharon la ocasión para practicar
estudios.
Peter estuvo bajo constante supervisión, percibiéndose
primeramente una tremenda fatiga hasta desorientarse por completo
sin ni siquiera saber quién era ni dónde estaba. Concluida
la proeza, después de 200 horas de desvelo, cayó en
un sueño profundo de 13 horas continuas. Al despertar había
desaparecido la angustia y la desorientación, regresó
a la normalidad. |
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El
ser humano duerme un largo periodo cada 24 horas; es decir, constamos
de un periodo monofásico de sueño. El organismo tarda
una semana o más para adaptarse a un cambio importante de
huso horario. ¿Ahora entiendes por qué hay quienes
se quejan tanto del horario de verano? Entonces, imagina a quienes
viajan a lugares con diferencias de horario de hasta seis o siete
horas.
Se han descubierto también cambios en la actividad psíquica
y física en empleados que trabajan turnos distintos. Por
ejemplo, en estas |
personas
se presenta mayor consumo de bebidas alcohólicas y somníferos,
problemas digestivos, trastornos menstruales, resfriados, nerviosismo
y fatiga, incluso relaciones sociales poco satisfactorias.
Cuando dormimos permanecemos casi inmóviles, a pesar de que
generalmente los sueños implican actividades físicas
intensas como correr, saltar o luchar. Las investigaciones muestran
que cuando dormimos la actividad cerebral experimenta un dinamismo
muy intenso en la corteza motora.
Y si nuestro cerebro está tan activo, ¿por qué
no nos caemos frecuentemente de la cama? Esto se debe a que tenemos
un mecanismo nervioso que bloquea los impulsos nerviosos en el nivel
de la médula espinal. A pesar de que los músculos
esqueléticos están prácticamente paralizados,
podemos experimentar una fuerte excitación mental y emocional
durante los sueños.
No cabe duda, es importantísimo dormir lo suficiente para
tener un buen rendimiento en lo que sea que hagamos: estudiar o
trabajar. Algún día sabremos por qué; mientras
tanto hay que tomar la vida con calma y relajarnos, especialmente
en época de exámenes, ¿no crees? Para sugerencias
y comentarios escribe a: odrasha@excite.com. |
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