Una
vez más tenemos que analizar cómo hemos contribuido
a deformar y cambiar nuestro hogar, la Tierra. De pronto, me imagino,
sería aterrador como una historia sacada de la dimensión
desconocida, que despertáramos y la Tierra fuese cuadrada;
y entonces sí, como decían los “estudiosos”
antes de Galileo y Copérnico, la Tierra tuviese un principio
y un fin, y al acercarnos a algunos de sus extremos pudiésemos
caer irremediablemente al vacío.
Esto viene a colación por una nueva preocupación de
la comunidad científica en torno a este tema. Y es que la
Tierra está cambiando de forma, y no es ninguna broma, amigo
lector, ni nada por el estilo. Un equipo de investigadores
del Jet Propulsion Laboratory y del Royal Observatory of Belgium
aparentemente han resuelto el misterio de los cambios observados
en la forma física de nuestro planeta y su campo gravitatorio.
Desafortunadamente, los científicos creen que la respuesta
se encuentra en el deshielo de los glaciares subpolares y en los
movimientos de masas en los océanos Pacífico e Índico,
asociados a los cambios climáticos. Los científicos
han observado desde 1997 modificaciones importantes del campo gravitatorio
terrestre. |
Los
especialistas piensan que existe una razón climática
para explicarlas, y han intentado averiguar cuál es.
Efectivamente, los cambios son el resultado de grandes redistribuciones
de masa en todo el globo, y se caracterizan por un incremento del
diámetro ecuatorial y un movimiento de masas desde los polos
hacia latitudes menos altas. Durante la última edad del hielo,
los glaciares cubrían la mayor parte de las tierras, deformando
el planeta.Cuando esta edad del hielo terminó, las placas
heladas se redujeron gradualmente.
La Tierra es un tanto elástica y por tanto contesta a los
cambios de esta naturaleza recuperándose muy lentamente,
en escalas de tiempo de decenas de miles de años. Ello supone
una redistribución de la masa hacia latitudes más
altas, convirtiendo al planeta en más esférico. Este
fenómeno, llamado rebote post-glacial, aún se encuentra
en marcha, debido a la lenta respuesta del manto terrestre.
Sin embargo, en 1998, los datos enviados por los satélites
geodésicos mostraron un incremento en la forma oblonga (más
larga que ancha) del campo gravitatorio.Para explicar este cambio,
el doctor Dickey y sus colegas miraron hacia los océanos.
Las medidas tomadas por satélites altímetros, como
el topex/Poseidon, indican que se ha producido un movimiento de
agua desde el sur del Pacífico hacia las regiones tropicales
de los océanos Índico y Pacífico. Además,
el ritmo de deshielo de los glaciares subpolares y de montaña
ha aumentado considerablemente a partir de 1997. Todo ello ha contribuido
a los cambios en el campo gravitatorio.
Cuestión de preocupación o de ficción; eso
habría que preguntárnoslo una y otra vez, no vaya
a ser que en verdad, un día de estos, el tiempo nos alcance
y nos envíe directo al vacío, al final de nuestro
planeta.
Con información del Jet Propulsion Laboratory
de la NASA. |