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La
historia se construye: Michael Ducey
Iván Javier Maldonado Rosales
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![](images/Ducey.gif)
Michael
Ducey. |
Sotavento
“es una revista de gran calidad, posee un trasfondo teórico
bastante bien desarrollado y creo que hace una contribución
muy significativa a la comunidad histórica y social en México.
Entre quienes les interesa la historia y las cuestiones sociales
en México tiene buen nombre”, dijo el historiador Michael
Ducey a propósito de la presentación de dicha publicación,
órgano oficial del Instituto de Investigaciones Histórico-Sociales
de la Universidad Veracruzana.
A partir de los ejes que maneja esta revista de estudios regionales,
se conversó con el doctor Ducey, quien es investigador de
la Universidad de |
Colorado
en Denver y se ha especializado en la historia de México,
particularmente en el estado de Veracruz durante los siglos XVII
y XIX.
Antes se concebía a la historia como un gran proceso que
hacía tabula rasa de lo regional, y ahora pareciera que estamos
ante un cambio, interesa la historia de los hombres, se le cuestionó
a Ducey. “Aquí van varias cuestiones. Primero, la historia
siempre se ha escrito tradicionalmente en México y en muchos
países con propósitos políticos, como fomentar
la idea de nación. Así que en ese proyecto, lo parcial,
lo interesante de cada localidad se perdía ante la gran máquina
nacional que era la historia”, comentó el investigador.
Ducey agregó que para entender el pasado hay que tener en
cuenta otro elemento: “Que tradicionalmente se había
visto a la historia como una historia de progreso que, en el caso
de México, empieza con los aztecas y va paso por paso hasta
llegar a Vicente Fox”, producto de una visión del progreso
del modelo de evolución.
Subrayó que hace 40 ó 50 años sí había
historiadores, pero muy pocos, “la mayoría de los que
se dedicaban a la historia eran políticos o estaban involucrados
de alguna manera en ese proyecto del Estado”, pero en dos
generaciones esto ha cambiado mucho. “Ahora hay institutos
como el de la Universidad Veracruzana donde se está llevando
a cabo investigación seria en historia y en otras cuestiones
sociales”.
Por un lado, “hay un grupo nuevo de historiadores, por otro,
se ha visto en muchos países el desarrollo de una visión
más compleja de los procesos históricos, y para entender
eso lo que hemos hecho es ponernos la historia nacional, del progreso
y la evolución ante los hechos en los archivos”, afirmó
el autor de Comunidades indias y ayuntamientos en la Huasteca mexicana:
rebeliones de sujeto, pronunciamientos, y guerra de la casta. |
Ir al
archivo y encontrar documentos “no quiere decir
que se ha encontrado la verdad ni la historia: el documento
nada más es una entrada al pasado” |
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En
ese proceso han surgido las diferencias, las distinciones, la experiencia
regional, todas las particularidades de lo local. “Eso es
lo que ha cambiado en el enfoque, realmente hay un cambio porque
hay más historiadores profesionales que están viendo
en los archivos y descubriendo cómo se experimentó
el cambio en México. Por eso surge ese interés hacia
los procesos locales, porque estamos viendo que en cada uno, los
efectos de las cuestiones que se iban dando en el contexto nacional
eran distintos”.
Michael Ducey aseguró “que la historia se construye”,
y que el hecho de ir al archivo y encontrar documentos “no
quiere decir que se ha encontrado la verdad ni la historia: el documento
nada más es una entrada al pasado”.
Su experiencia como investigador lo llevó a concluir que
“cada actor social va creando la historia para justificar
sus acciones y también para tener una información
que le da una idea sobre cómo debe actuar ante la sociedad”.
Por esto cuando los actores sociales presentan sus proyectos y quejas
ante el gobierno casi siempre tienen una visión histórica,
lo cual también se constata en los artículos de Sotavento.
He aquí la función del historiador, la que tiene que
captar la construcción de tales procesos con el fin de entender
cuál era la lógica de cada grupo, explicar porqué
tenían determinada visión sin reparar si era equivocada
o no, señaló el entrevistado.
Observó que el gran cambio ocurrido en América Latina
y en México “es que se ha abierto mucho el campo para
que la gente pueda hablar. Creo que no es tanto que antes no tenía
voz o historia, sino que no llegaba a nuestros oídos. Porque,
de hecho, cuando uno busca por ejemplo en el siglo XIX, se puede
encontrar que, incluso en situaciones bastante represivas, la gente
manejaba un discurso acerca de los hechos del pasado para justificarse
o reclamar ante el Estado sus derechos”.
Ahora hay más oportunidades para hablar de eso porque existe
más campo, y en México, durante los últimos
20 años, “muchos archivos estatales han abierto sus
puertas, eso nos da oportunidad de investigar el pasado”,
explicó. |
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