Los niños marcan la pauta

Estudiantes de educación primaria y secundaria, aproximadamente 750, se hicieron presentes en el escenario citado para la primera audición, iniciada puntualmente a las 10:00 horas. La interacción de los mismos con el conjunto orquestal, su intercambio de impresiones con los músicos y con el director Carlos Miguel Prieto, así como una participación directa que permitió a varios niños tomar la batuta e intentar dirigir a la orquesta, permitió una elogiable comunicación artística que los estudiantes capitalizaron de buena forma.

Con ello, no sólo se ha contribuido a hacer más familiar y conocida para los educandos la formación instrumental de una orquesta sinfónica, sino que también tuvieron la oportunidad de apreciar el programa integrado por la obertura El barbero de Sevilla, de Gioacchino Rossini y la suite sinfónica Shrejerezada, del maestro ruso Nikolai-Rimski-Korsakov. La segunda jornada de ese mismo día fue asistida por aproximadamente 700 alumnos de secundaria y preparatoria.

Pero lo más sorprendente de todo fue el orden y la atención imperantes durante las audiciones. En suma, más de mil 400 jóvenes reunidos en un mismo lugar y en una misma mañana, quienes participaron y se retiraron en completo orden y sin dejar a su paso siquiera un rastro de basura.

“Esto es admirable”, ha comentado Tomás Pría Olavarrieta, gerente del Cade. “Las tres instancias involucradas en la organización de estos conciertos –UV, SEC y Fundación UV– lo reconocemos abiertamente. Los niños simplemente nos han marcado a los adultos la pauta a seguir en las concentraciones masivas; han dado una apabullante demostración de civilidad, comportamiento y limpieza de proceder en un lugar público”.