Año 2 • No. 96 • marzo 24 de 2003 Xalapa • Veracruz • México
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La amante de mi mujer
Roberto Ortiz Escobar
(Departamento de Cinematografía UV)

Este lunes continúa el disfrutable ciclo de Victoria Abril presentado por el Cine Club de la Universidad Veracruzana en el Aula Clavijero de Juárez 55. Al revisar los personajes encarnados por la actriz española en las películas programadas durante este mes, observamos interpretaciones vitales de enorme dramatismo al servicio de figuras sensuales, provocativas y anticonvencionales en los vínculos sexuales, pasionales y amorosos.
En el desafiante planteamiento de Cambio de sexo (Vicente Aranda, 1977), Victoria Abril es un indeciso joven que para “sacar a la mujer que lleva adentro”, deberá lidiar con familia y amigos cambiando temerariamente de sexo mediante una operación que la transforma en atractiva mujer.

En Átame (Pedro Almodóvar, 1989) es secuestrada, amarrada y sometida por un hombre recién salido de un centro de readaptación psiquiátrica con quien establece un arrebatado y loco amor muy por encima del sadomasoquismo. En Kika (Pedro Almodóvar, 1994) se transforma en “Andrea Caracortada”, la conductora televisiva del reality-show Lo peor del día, quien, vestida con pompa cibernética por Jean-Paul Gaulthier, expone visualmente con desparpajo y sin freno moral la violencia más cruel y descarnada.

Personaje verdaderamente atípico y perturbador es el que nos ofrece en La amante de mi mujer (Gazon Maudit, Francia, 1995, de Josiane Balasko), donde interpreta a una madre felizmente casada que intempestivamente establece vínculos homosexuales con una lesbiana.
Tan cambiante conducta tiene sus explicaciones en la trama: casada con el agente inmobiliario Laurent Lafaye (Alain Chabat), Loli (Victoria Abril) vive plácidamente como ama de casa atendiendo al esposo y a dos hijos de cinco y dos años. Repentinamente, una tercera en discordia se aparece en el hogar generando un cambio en el rol sexual de Loli al seducirla de manera contundente.

Se trata de Marijo (Josiane Balasko), una lesbiana de rasgos, actitudes y atuendo viril que alienta el trío amoroso con todas las implicaciones de por medio: el
incisivo infiel Laurent debe rumiar su machismo herido compartiendo casa y mujer con Josiane; Loli libera su sensualidad en una relación diferente que no le provoca cruda moral y en cambio le brinda la alternativa de prodigar sexualmente a su esposo y a la amante al mismo tiempo; la sagaz Josiane acepta retirarse del escenario a cambio de que Laurent la embarace; el próspero Laurent busca una casa más amplia y atractiva con tal de convivir cotidianamente con las dos mujeres y los tres hijos de ellas (en la compra conoce a un dueño coqueto y muy posiblemente su futuro seductor).

Con un guión inteligente, sensible y agudo, Josiane Balasko, directora, guionista y actriz de cine, teatro y café-teatro, ha concebido y cuajado una rica como sugestiva película donde se trastocan los roles sexuales, se apela a la diversidad sexual y se posibilita la convivencia grupal sin etiquetas exclusivas de rango heterosexual y homosexual.

A manera de farsa lúdica, La amante de mi mujer es una gozosa apuesta fílmica donde la ambigüedad cede paso continuamente a una voluntad que sugiere el amor diverso por encima de prejuicios y azotes morales.