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La
plástica, estancada y sin apoyos:
Gina
Sotelo |
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“La
escultura en Veracruz no goza de tan buena salud como el son jarocho”,
expresó el escultor Rafael Villar, y aunque reconoció
que se encuentra mejor que hace unos años, esta vertiente
del arte no se conoce.
Entrevistado en su taller, mientras daba los toques finales a las
esculturas de su más reciente exposición, Importante
es el sentido, que alberga desde el 4 de marzo la galería
Francisco Díaz de León de la Ciudad de México,
Villar habló de su obra, logros, ideas y de la Facultad de
Artes Plásticas de la Universidad Veracruzana, institución
que cofundó y a la que sigue muy apegado física y
emotivamente.
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Para
Villar, la creación personal es el sostén de la docencia,
como maestro que pretende transmitir un conocimiento, una técnica
o disciplina, afirmó que si no hiciera escultura, se sentiría
incompleto.
Ganador en dos ocasiones del hoy denominado Premio Arte Joven
de Aguascalientes, Rafael Villar deleita a los capitalinos con un
grupo de 20 piezas impecables en las que trabajó durante
muchos meses. Se trata de creaciones monumentales de dos y tres
y medio metros de altura en promedio. |
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De
los maestros que se sienten artistas pero no lo son, Villar opinó
que es necesario que en una universidad haya profesionales con diferentes
perfiles. “Resulta importante que se apoye a los posgraduados,
pero también hay que respaldar a quien tiene una vocación
y capacidad de producir obra de calidad.
Sin embargo, opinó que la plástica en términos
generales no ha crecido tanto como le hubiera gustado: “Hubo
un impulso en los setenta y de repente todo se |
quedó
estático. Ahora en las galerías hasta nos cobran;
en lugar de ir hacia adelante vamos para atrás”.
Agregó que en Veracruz hay muchas galerías, pero ninguna
reúne todas las características de espacio, seguridad
y promoción para ser de primer nivel.
El escultor mencionó que el son jarocho goza de mejor salud
que la escultura, y añadió que en provincia no hay
tantos recursos como en las grandes ciudades: “Se están
haciendo cosas en todo el país, pero no se conoce el trabajo
de los escultores”.
Villar –como apuntó José Luis Rivas– es
como su obra, un ser que cumple al participar del proceso de hacer
presencial y concreta una situación dinámica, única
e irrepetible.
Importante es el sentido podrá apreciarse hasta los primeros
días de abril en la galería Francisco Díaz
de León, Presidente Masaryk 536, esquina Bernard Shaw, colonia
Polanco, en la Ciudad de México. |
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