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Cataluña,
España.- “No a la guerra”, ese
fue el tema alterno en la entrega de los premios Goya en
España (el reconocimiento de la academia a lo mejor del cine,
el equivalente a los Arieles en México); entre nominaciones,
alfombra roja y vestidos de Chanel y Armani, los
actores y actrices españoles se manifestaron en contra de
lo que su presidente sostiene: el apoyo a Estados Unidos en el tema
del ataque a Irak.
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Penélope
Cruz y Javier Barden, entre otros igual de famosos, portaban unas
“pegatinas”, o sea, unas calcomanías que mostraban
la leyenda: “No a la guerra”; además, los actores
se explayaban con su desacuerdo en este tema cada que se presentaba
la oportunidad; es decir, al subir al escenario a entregar o recibir
algún premio.
También, en la misma semana, un chico de 17 años se
pronunció en contra de la guerra en un evento político
en donde el presidente Aznar pronunciaba un discurso relativo a
la salud; el chico se levantó de su asiento y gritó
“No a la guerra!”, y en ese momento la gente que estaba
a su alrededor trató de contenerlo, pero no con un simple:
‘ssshhhh’, sino con empujones, golpes en la cabeza,
tapándole la boca y hasta tirándole los lentes. Sin
embargo el chico seguía gritando la misma consigna, pero
la gente no dejaba de atacarlo; es más, los guardias de seguridad
del lugar (o del gobierno, no sé bien de dónde) tuvieron
que cubrirlo con sus cuerpos para poderlo sacar sin que las agresiones
llegaran a mayores.
Después, este joven se presentó en un programa de
televisión en donde el público le aplaudió
por lo que hizo, y él señaló que: “Si
a la libertad se le impone un momento y un lugar, entonces ésta
deja de ser libertad”.
Finalmente, un grupo de intelectuales, entre actores, escritores
y demás, se presentaron en el Congreso de España como
invitados (en un principio de la sesión), pero traían
bajo sus ropas de invierno unas camisetas con la misma frase: “No
a la guerra”; las cuales dejaron ver en un momento en que
el tema del terrorismo salió a flote en el pleno; y, como
de esperarse, fueron desalojados pacíficamente del “recinto
sagrado de la democracia”.
Libertad, guerra, poder; son conceptos que han estado rondando en
los medios de comunicación y en la cabeza de los españoles,
de los mexicanos y de muchos otros ciudadanos de otros lugares (por
lo menos eso parece); y lo bueno de todo esto es ver que la gente
está tomando conciencia del asunto y empieza a manifestar
su desacuerdo hacia este asunto absurdo de la guerra.
Pasó el 15 de febrero, por todo el mundo hubo manifestaciones
masivas reprobando la guerra; en Catalunya se dio la congregación
más grande de personas en una manifestación: un millón
300 mil almas clamando al unísono:
¡no a la guerra!
Después de esta fecha, tanto en Catalunya como en el resto
de España continuaron las manifestaciones, en varias ciudades
y de diversas magnitudes... el mensaje era muy claro, España
no quiere guerra, el gobierno sí.
Ahora ya ha empezado lo peor, y no sabemos en qué vaya a
terminar todo esto... ¿hasta cuándo será necesario
gritar?, ¿cuántas mantas tendrán que colgarse
con la misma consigna?, ¿cuántas cartas tendrán
que ser firmadas por correo electrónico u otros medios?
Por lo pronto, desde aquí, y junto con mis compañeros
mexicanos aprovecho para seguir apoyando el mismo mensaje hasta
que sea necesario: ¡no a la guerra!
* Egresada de la UV, cursa un master
en Arquitectura en Cataluña. |