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Lombricultura:
alternativa para la transformación y aprovechamiento de la
materia orgánica
Contribuye la UV a la conservación del suelo
Texto: Edgar Onofre Fernández Serratos /
fotografías: Javier Chaín Revuelta |
La
materia prima para la lombricomposta es un producto natural que
no contamina y que se recicla.
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La
lombricultura es la serie de operaciones relacionadas con la cría,
producción y transformación de lombrices, que se convierten
en subproductos orgánicos actuando como material fertilizante,
lo cual representa una contribución alternativa que la misma
naturaleza nos proporciona para aprovechar y reciclar productivamente
los residuos orgánicos en aras de una sabia conservación
del suelo, el ambiente y, por tanto, el hábitat del hombre.
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Más
allá de los problemas que representa el tratamiento de residuos
inorgánicos, muchas veces indestructibles, la lombricultura
se presenta como una oportunidad para aprovechar los residuos orgánicos
generados en nuestras comunidades –que significan contaminación
mientras generan, al descomponerse, gases y ácidos–,
mientras la transforma en materia productiva, en fertilizantes y
recuperador de suelos. |
La
UV afianza la lombricultura en Córdoba
En este sentido, universitarios de la Facultad de Biología
en la región Córdoba-Orizaba trabajan líneas
de investigación orientadas a fortalecer esta alternativa
para el tratamiento de los residuos orgánicos.
Angélica Aguilar, investigadora y profesora en Peñuela,
lidera a un grupo que trabaja en esta materia con “la finalidad
de vincularse con otras líneas de investigación, para
establecer una agricultura sostenida en la región, así
como una alternativa de solución a los problemas de contaminación
por materia orgánica”.
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Angélica
Aguilar, investigadora y profesora en Peñuela.
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La
investigadora de esta región universitaria explicó
que el abono orgánico generado a partir del trabajo de transformación
de los gusanos composteadores, puede ser utilizado en grandes dosis,
siempre con resultados positivos en el crecimiento, producción
y desarrollo de árboles, rosales, césped, plantas
de interior, orquídeas y hortalizas, sin restricciones visibles,
además de los beneficios que incluye por contener un balance
completo de macronutrientes (nitrógeno, fósforo, potasio),
micronutrientes (calcio, magnesio, manganeso), ácido húmico,
fúlvicos, hormonas, vitaminas, enzimas y antibióticos,
además de otros microorganismos útiles del suelo. |
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El
uso de la lombricomposta para la procuración de abono orgánico
ha sido probado en todos los países, según explicó
Angélica Aguilar, identificando a las especies Eisenia
andrei, Eisenia foetida, Perionyx excavatus y Eudrilus
como las más eficientes y productivas para el aprovechamiento
de residuos |
orgánicos:
“En distintas condiciones de clima y altitud son muy prolíferas,
comen con mucha voracidad todo tipo de desecho agropecuario”.
Sin embargo, la investigadora reconoció que el empleo de
la lombricomposta en el sector agrícola puede ser limitado,
debido a que los subproductos agroindustriales como la pulpa de
café y cachaza de caña no se producen todo el año. |
La
investigadora explica el proceso de lombricomposta. |
Estas
especies de lombrices composteadoras pueden transformar estiércoles
(ovino, caprino, equino, porcino, conejo, de pollo, gallina y vaca),
o materiales de origen vegetal como cachaza de caña, pulpa
de café, basura orgánica doméstica (flores,
fruta, verdura), lirio acuático y algas marinas, si bien
la viruta o aserrín de madera roja como el cedro –además
de huesos o alimentos procesados–, aunque orgánicos,
son materiales que los gusanos no pueden procesar pues, |
explicó
la investigadora, contienen ácido tánico que es mortal
para las lombrices.
En este panorama se insertan los trabajos hechos por grupos conformados
y asesorados por Angélica Aguilar –estudiantes de servicio
social, tesistas, anteproyectos a través de los talleres
y alumnos del segundo semestre de la carrera de Biología
que estudian anélidos y su aplicación en un proceso
ecológico– y que desde 1994 trabajan con la Eisenia
foetida y Eisenia andrei –de gran adaptación
a la materia orgánica existente en la zona de Córdoba
(agroindustrial y urbana)–, y que sobre todo tienen que ver
con trabajos recepcionales, en los proyectos de los talleres a partir
de quinto semestre, en las hortalizas y cultivos que los estudiantes
de agronomía lo solicitan para uso de fertilización
orgánica. |
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