Son influidos por ideales del consumismo

Deportistas prefieren verse bien que mejorar rendimiento

David Sandoval

La imagen que tienen los atletas de ellos mismos es influida en gran medida por los valores estéticos de la sociedad de consumo, hecho que resulta perjudicial para su formación al generar niveles de ansiedad que repercuten en su desarrollo, expresó Gabriel Gastélum Cuadras, catedrático e investigador de la Facultad de Educación Física y Ciencias del Deporte de la Universidad Autónoma de Chihuahua (UACH).

El académico participó en la Universiada Científica, paralela a la Universiada Nacional 2012, “Nuestras alas, nuestro destino” con la charla “Imagen Corporal en Atletas Universitarios Mexicanos”.

“Estamos en tiempos en que es más importante la envoltura que el regalo mismo”, señaló, ya que existe toda una subcultura basada en la percepción y se manifiesta en la sociedad moderna como una inconformidad con la apariencia y ocurre a la población en general, no solo a los atletas; esto es generado por los estereotipos que promueve la misma sociedad, afirmó.

La máxima que decía: “el deporte es vida y salud” ha sido rebasada al trasladar el mayor interés al deporte de competencia y espectáculo; “la gimnasia para el perfeccionamiento corporal y el rendimiento orgánico produce una nueva dicotomía: el dualismo de la modernidad dejó de oponer el alma al cuerpo, de manera sutil opone al individuo con su propio cuerpo”, dijo.

En ese sentido, la relación que existe entre los Transtornos de la Conducta Alimentaria (TCA) y la práctica deportiva es una línea de investigación que explora Gastélum Cuadras, para lo que puso en marcha un proyecto con atletas participantes en la Universiada Nacional 2010, celebrada en Chihuahua, y cuyo objetivo era “determinar la ansiedad por la imagen corporal en atletas universitarios”.

El académico presentó una síntesis de los resultados de la investigación que realizó con los jóvenes a quienes se les aplicó un cuestionario basado en la escala Body Image Anxiety Scale (BIAS) que mide aspectos de imagen corporal como la percepción y ansiedad corporal, dividido en dos variables: peso, que incluye abdomen, caderas y cintura; y no peso (referido a la belleza), que incluye percepciones sobre nariz, cuello, frente, entre otros.

Los resultados del instrumento arrojaron que las mujeres son quienes se preocupan más por su peso mientras que los hombres se preocupan más por la apariencia física, “este hecho seguramente no hubiera ocurrido hace cincuenta o sesenta años” comentó al referirse a los cambios en la mercadotecnia que inciden en la apariencia de los deportistas de alto rendimiento y de los atletas que aspiran a ser como ellos

Subrayó además la importancia de fomentar la ética en los entrenadores, porque, dijo: “Entrenador que no educa, que no forma, no es un buen entrenador aunque logre muchas medallas”, señalando la necesidad de formar con ética a quienes formarán a los futuros deportistas.