Paola Cortés Pérez
La novela negra está bien posicionada en México porque es absolutamente social y, en la mayoría de los casos testimonial, expresó el escritor sinaloense Élmer Mendoza, al participar en los “Diálogos interdisciplinarios por la paz” organizados por la Dirección General de Difusión Cultural.
Consideró que Paco Ignacio Taibo II abrió el camino para quienes ahora se dedican a escribir novela negra, al resistir los comentarios de los críticos que piensan que la literatura tiene que ser de una forma y estilo determinado. “Es un género que está muy fuerte, es una novela absolutamente social y esto es lo que molesta a mucha gente, principalmente a la clase política.
Lo importante es que estamos consiguiendo que la gente reflexione sobre el país. ”La mayoría de los chicos está entendiendo que si queremos que la literatura negra sea respetada, debemos trabajarla como un género mayor.”
Apuntó que para hacer novela negra es necesario tener paciencia y hasta perversidad, para plantear una historia de víctima y victimario, con un contexto que la justifique, de lo contrario el lector inmediatamente sabrá el final.
Respecto de las novelas que ha escrito, comentó que todas las historias se desarrollan en Culiacán, Sinaloa, y responden a situaciones específicas que curiosamente son muy parecidas a la realidad que se vive en diversos puntos del país.
A la pregunta de cómo construye y usa el lenguaje, el también catedrático en la Universidad Autónoma de Sinaloa dijo que trata de utilizarlo con propiedad y por lo mismo le es difícil usar las palabras que utilizan los jóvenes hoy en día. “Tuve que hacer una investigación de campo para saber qué palabras usaban más, y encontré que una de ellas es ‘güey’.
Es muy importante para un autor trabajar con instrumentos que le son propios, como es el lenguaje, para lograr crear las atmósferas y para contar partes de las historias.” Compartió que cuando decidió hacer novela policíaca no quiso pedir orientación o consejos, “a veces los novelistas preferimos aventurarnos, y así nació Balas de plata”.
En su intervención, César Silva Márquez, escritor originario de Ciudad Juárez, Chihuahua, recordó que en 2009, cuando trabajaba como ingeniero, empezó la guerra contra el narcotráfico, entonces se oían historias de homicidios relacionados con la violencia, fue así que nació La balada de los arcos dorados, ganadora del Premio Nacional de Novela “José Rubén Romero” 2013.
“Cuando es de noche y vienen dos personas y vas en dirección a ellas, lo que debes hacer en automático es dar la vuelta y cruzar al otro extremo. Así es la vida y así me enseñaron mis papás a transitar por Juárez”, narró al hablar sobre la violencia que se vive en la ciudad del norte del país.