Existe la posibilidad de que esta planta cause alteraciones cerebrales
El CA Psicología, Salud y Sociedad del IIP está integrado por Armando Martínez Chacón, Roberto Lagunes Córdoba, María Luisa Marván Garduño, Tania Romo de la Parra, María Luisa Moreno Cortés, Alejandra Núñez de la Parra y María del Socorro Olvera Meza
Claudia Peralta Vázquez
El cuerpo académico (CA) Psicología, Salud y Sociedad, del Instituto de Investigaciones Psicológicas (IIP), analiza el efecto neurotóxico de la planta Sterculia apetala, que en el país prolifera en los estados de Tabasco, Chiapas y Veracruz.
La especie es endémica de regiones calurosas y se ha localizado en la comunidad de Tolome, municipio de Paso de Ovejas, y Las Choapas. Hasta ahora se tiene registro de que en Veracruz únicamente es consumida en Los Tuxtlas.
Investigaciones previas han demostrado que ingerirla suele ocasionar cambios fisiológicos y positivos como: reducción de niveles de peso, grasa abdominal, colesterol, triglicéridos y presión arterial.
Sin embargo, de acuerdo a estudios efectuados en ratas Zucker, existe la posibilidad de que también ocasione otras alteraciones de tipo ansiolítico y conductual, dio a conocer María del Socorro Olvera Meza, investigadora de tiempo completo del IIP e integrante del CA.
Explicó que en la India se observó que el consumo de la especie producía varias transformaciones –sobre todo en animales–, debido a que el ácido stercúlico contenido en la semilla inhibe una enzima a nivel metabólico. Una de las enfermedades que producía era cáncer, por lo que se impidió su ingesta.
La universitaria comentó que en Los Tuxtlas, región donde hallaron esta planta con el apoyo del Instituto de Ecología (Inecol), la población la consume sin tener idea de lo que puede ocasionar si excede su dosis.
Uno de los objetivos a largo plazo del proyecto (en el que colaboran los institutos Tecnológico de Veracruz, de Neuroetología y alumnos de servicio social), es investigar qué porcentaje consumen las personas en esa zona y comprobar sus consecuencias para darlas a conocer.
Dijo que cada año, entre junio y agosto, la semilla y el fruto se dan en un árbol muy grande. Los habitantes, celosos de compartirla o comercializarla, la recolectan para autoconsumo. La ingieren en tostadas, hervida, como saborizante para chocolate y forraje para ganado.
Mencionó que en México hay tres especies de Sterculia: apetala, mexicana y xolocotzi, que se ubican en los estados de Veracruz, Tabasco y Chiapas.
Su estructura química tiene un anillo ciclopropano y se ha observado que produce retardo en el crecimiento de mamíferos, alteraciones fisiológicas en el metabolismo de los lípidos y efectos carcinogénicos.
«Está comprobado que alteraciones en los ácidos grasos pueden producir algún descontrol a nivel cerebral.»
Enfatizó que para evaluar el efecto neurotóxico y ansiolítico de la Sterculia apetala debe extraerse el aceite, alimentar a la rata con bajas dosis, mantenerla con ciclos de luz y oscuridad a una temperatura determinada.
María del Socorro Olvera Meza es egresada de la Facultad de Nutrición, con Maestría y Doctorado en Ciencias Ambientales. Desde pequeña era muy curiosa, de ahí su interés por la investigación: «Es un área muy bonita en la que se aprende todo el tiempo», compartió.