Carlos Hugo Hermida
Las serpientes u ofidios tienen gran importancia ecológica y económica que muchas veces es opacada por los mitos que existen alrededor de éstas, expresó Pablo Cobos Mejía, encargado de la Unidad de Manejo de Fauna del Campus para la Cultura, las Artes y el Deporte.
Por ello es importante informarse acerca de esta suborden de reptiles, pues el desconocimiento representa un riesgo para su supervivencia.
«Los ofidios son reptiles sin patas y sin esqueleto escapular o humeral, tienen movimientos libres, su cuerpo es alargado y la piel está revestida por escamas», explicó el biólogo.
En el mundo existen más de tres mil especies y en México se encuentran más de 700; se agrupan en una veintena de familias, de las cuales las serpientes más importantes son vipéridos, crotálidos, elápidos, boidos y colúbridos.
Cobos Mejía compartió que estos animales poseen gran relevancia ecológica, pues ayudan a controlar plagas de roedores. Además, tienen una gran repercusión en la elaboración de sueros y medicamentos para aliviar molestias de enfermedades crónico-degenerativas, como la artritis. Asimismo, su importancia económica es grande, ya que tienen gran valor en la industria de la peletería.
Algo característico de las serpientes son sus dientes cónicos y finos; en algunas especies son acanalados o poseen un conducto interior para expulsar veneno segregado por dos glándulas ubicadas a los lados de la cabeza, el cual inyectan al morder.
Este veneno es una saliva modificada específica para cazar a las presas con las que se alimentan, tal es su principal función. Como un mecanismo secundario, las serpientes recurren a él para defenderse. Está constituido por una compleja mezcla de proteínas que actúan como toxinas, dañando sangre, tejidos y atacando el sistema nervioso.
Cobos Mejía detalló que los principales casos de mordedura por serpiente en la entidad son de las especies Bothrops asper y Crotalus simus, conocidas comúnmente como nauyaca y víbora de cascabel. Recomendó que en caso de mordedura se debe conservar la calma, de lo contrario se acelera el ritmo cardiaco y el veneno avanza más rápido por el torrente sanguíneo.
Asimismo, hay que tratar de identificar las características de la especie que cometió el ataque, ya que es información que será útil al médico. También se debe retirar cualquier objeto que pueda generar presión como reloj, pulseras, anillos e incluso calzado.
El especialista recomendó no poseer especies de serpientes como mascotas, ya que algunas son tóxicas y es difícil darles el mantenimiento y la manipulación adecuados; son animales que se estresan mucho y por lo mismo no se puede prever sus reacciones, al no poseer párpados se dificulta saber si están despiertos o dormidos, lo cual complica prevenir un probable ataque.
Existen personas que poseen como mascotas a serpientes venenosas exóticas como la cobra o mamba negra; esto es muy peligroso, ya que al no ser especímenes nativos, los sueros en caso de ataque son muy difíciles de conseguir.