Raquel Velasco, Alfonso Valencia, Rodrigo García y Nuria Araiza
David Sandoval Rodríguez
Para el escritor José Revueltas la prisión se convirtió en una matriz simbólica que sirvió para representar a la sociedad y la utopía descritas en sus múltiples obras, refirieron los presentadores del libro José Revueltas. Una ontología carcelaria, autoría de Rodrigo García de la Sienra, académico del Instituto de Investigaciones Lingüístico-Literarias (IIL-L).
En la Feria Internacional del Libro Universitario (FILU) 2017 se presentó la obra que aborda desde cuatro ensayos el proceso creador del intelectual mexicano, quien pasó gran parte de su vida recluido tanto en una correccional como en las Islas Marías y en el llamado Palacio Negro de Lecumberri.
“Para Revueltas, la cárcel no es sólo una vivencia recurrente sino propiamente una matriz simbólica pues más allá de sus ficciones estrictamente carcelarias, la prisión representó para él literalmente un espacio de observación y formación social empírica”, expresó García de la Sienra.
Revueltas es un autor de la talla de Octavio Paz o Efraín Huerta que no ha sido estudiado con el cuidado que se requiere por su militancia e ideología, resaltaron los presentadores que destacaron en ese sentido la importancia de esta obra que aborda desde la filosofía a la narrativa del autor duranguense.
Raquel Velasco expresó que el libro revela la confección de los diferentes tejidos que dan vida a una gran parte de la producción de este autor y que no ha sido estudiada con el cuidado que se requiere.
“García de la Sienra efectúa una interpretación cabal de la última etapa creativa de Revueltas, específicamente de los textos de ficción que produjo entre 1969 y 1971, durante su reclusión en la cárcel de Lecumberri”, dijo.
Alfonso Valencia recalcó que el libro aparece en un momento idóneo: “El rescate crítico que propone Rodrigo, su lectura puntual y el cuestionamiento de la tradición y la desmitificación de la Revolución Mexicana y su resultado falso de una identidad nacional; la propuesta de la cárcel como una ficcionalización del mundo prisión en el que todos somos presos y el realismo utópico que termina en una distopía de la realidad”.
Por su parte, Nuria Araiza refirió que para el autor de Los muros del agua y El luto humano, la escritura es pensamiento y viceversa.
“Revueltas, de la mano de Rodrigo García, logra inquietar, ambos convocan a que la literatura no sea ámbito de distracción sino de crítica y construcción de otro mundo, una praxis que devele lo monstruoso de la realidad para siquiera trastocarla, si tenemos una realidad de pesadilla, la literatura no puede evadirla”, dijo la presentadora.