Claudia Peralta Vázquez
El avance tecnológico ha rebasado a las instituciones educativas, debido a la falta de recursos humanos y financieros, afirmó Pilar Gómez Miranda, investigadora del Instituto Politécnico Nacional (IPN), durante la charla que ofreció a estudiantes de la Facultad de Ciencias Administrativas y Sociales (FCAS).
Esta situación se torna aún más complicada si los gobiernos privan de financiamiento, especialmente a las universidades públicas, puntualizó la integrante de la Unidad Profesional Interdisciplinaria de Ingeniería y Ciencias Sociales y Administrativas del IPN.
La Doctora en Inteligencia Artificial impartió la ponencia “Aprendizaje digital interactivo”, en la que resaltó que las autoridades académicas deben gestionar recursos en materia de tecnologías educativas e implementar un área de este tema que brinde servicios integrales.
Comentó que las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) han transformado el enfoque del proceso de aprendizaje con el uso de diferentes técnicas aplicadas al interior de las aulas, tanto presenciales como en línea, a distancia y virtuales.
Indicó que el aprendizaje interactivo digital es un concepto gestado de acuerdo al tipo de recursos didácticos desarrollados, como por ejemplo: el rotafolio, pizarrón, presentaciones en PowerPoint, animación, audio y video, hasta la aparición de nuevas tecnologías en pantallas táctiles.
Dichas aplicaciones interactivas facilitan y fomentan el aprendizaje autónomo y colaborativo, apoyan al docente y son una magnífica opción para la educación a distancia.
Sin embargo, dijo que la tecnología no es el mejor recurso, toda vez que se requiere de un diseño instruccional y didáctico que permita el aprendizaje de esos temas.
Compartió con alumnos y académicos que uno de los objetivos de su grupo de investigación es contribuir con las instituciones educativas para que adopten metodologías y recursos, y esto se traduzca en una mejor calidad educativa.
Enseguida mencionó el diseño de una mesa interactiva de 100 toques para poder producir aplicaciones, elaborado por investigadores del IPN: “No vamos a sustituir al profesor, pero pretendemos que el estudiante pueda adquirir un aprendizaje que le favorezca interactuar con esas aplicaciones de una forma autónoma”, subrayó.
Otro de los productos que esperan concretar en dos años, es el diseño de un aula digital interactiva.
Como parte de este proceso de investigación emprendido hace 12 años, en materia de aplicaciones interactivas, también han beneficiado a comunidades sordas, débiles visuales e infantes de nivel preescolar y primaria.
“La idea es apoyar al nivel educativo, a las universidades y a las escuelas.”
Compartió que su experiencia en esta área de investigación le ha permitido identificar la falta de planes estratégicos de gestión y desarrollo de tecnología al interior de las propias instituciones.
Por otra parte, destacó que aún se percibe cierta resistencia al cambio en torno a la implementación de las TIC en las instituciones de educación superior, no obstante sí se están adoptando desde un punto de vista práctico.
En este sentido Pilar Gómez, quien forma parte de la Red Temática Mexicana para el Desarrollo e Incorporación de Tecnología Educativa, planteó la necesidad de contar con un marco de trabajo que permita guiar la adopción de las TIC bajo buenas prácticas.
“Es un poco problemático, es un tema en el que se requiere de recursos humanos, tecnológicos, financieros.”
Este ejercicio académico fue organizado por Martha Patricia Domínguez Chenge, Georgina Sotelo Ríos y Manuel Ignacio Martínez Acuña, integrantes del Cuerpo Académico (CA) Comunicación, Cultura y Sociedad del Conocimiento, adscrito a la FCAS.