Paola Cortés Pérez
Universitarios de diferentes programas educativos de licenciatura de la Universidad Veracruzana (UV) participaron por primera vez en el Hult Prize, la competencia estudiantil más grande del mundo para los emprendedores sociales, con el proyecto “B-Bambú”.
Esta justa anual tiene por objetivo identificar y echar a andar las ideas más innovadoras para solucionar problemas que afectan a millones de personas. Las mejores universidades a nivel internacional forman parte de ella y por primera vez la UV tuvo representación.
El equipo está conformado por Erika Gómez Santiago y Brenda Ameyalli Magaña Ramos, estudiantes de la Licenciatura en Administración de Negocios Internacionales; Víctor Hugo Andrade Rosas, de la Licenciatura en Derecho del Sistema de Enseñanza Abierta, y Raúl Felipe López Portilla, de la Maestría en Auditoría.
Raúl Felipe López mencionó que este año el tema central de la competencia fue resolver el problema de la migración y cómo devolver los derechos y la dignidad a 10 millones de refugiados.
“Teníamos que diseñar un sistema de negocio que permita no sólo atender el problema de la migración, sino generar ingresos para el país y dinamizar las economías, fue un reto muy grande para todos los equipos”, expresó.
Erika Gómez explicó que el concurso tiene varias etapas: a nivel universidad, regional y la gran final. Por primera ocasión, en la Universidad se llevó a cabo este certamen, del que fueron seleccionados y obtuvieron el pase directo a la final regional celebrada en San Francisco, Estados Unidos, sin embargo no lograron pasar a la gran final.
Raúl Felipe López dijo que en la Universidad compitieron 12 equipos; mientras que en la etapa regional, en San Francisco, participaron proyectos de alrededor de 66 universidades de diferentes partes del mundo. “De la UV sólo compitió un equipo y demostramos que estamos preparados para este tipo de proyectos y más”.
Los estudiantes coincidieron en que participar en este evento internacional no sólo abrió su panorama profesional, sino que convivieron y establecieron vínculos con estudiantes e instituciones de educación de todo el mundo.
“Regresas con otra visión, ves proyectos magníficos que pueden arrancar de raíz muchas problemáticas y ayudar a la humanidad. Te amplía el panorama y te das cuenta que no tienes límites, que no puedes quedarte estancado sino echarle ganas para cumplir tus metas”, externó Víctor Hugo Andrade.
Erika Gómez comentó que fue una experiencia única, pudieron convivir con los mejores estudiantes de todo el mundo en materia de emprendimiento social, por ello este premio es denominado el Nobel de los Estudiantes.
Con relación al proyecto “B-Bambú”, Víctor Hugo Andrade indicó que surgió después de identificar las localidades de alta marginación y emigración del estado de Veracruz.
Éste fue desarrollado a partir de los resultados obtenidos. El objetivo principal es evitar que las personas emigren en busca de una mejor calidad de vida para su familia, generando las condiciones para que consigan lo anterior en su propia región.
“A través de este proyecto tratamos de dotarles de viviendas y al mismo tiempo crear grupos dedicados a la siembra de la materia prima para la construcción de las casas. Trataremos de extender este proyecto a otras localidades. Es un proyecto integral que tiene como finalidad un círculo virtuoso.”
A pesar de que no lograron pasar la etapa de repechaje, que era su última oportunidad para participar en la final del Hult Prize, están convencidos de darle continuidad al proyecto. Para materializarlo, señaló Erika Gómez, realizan un crowdfunding, red de financiamiento colectiva que les permitirá reunir los fondos necesarios.
Por último, José Vicente Díaz Martínez, asesor del equipo y docente adscrito a la Facultad de Contaduría y Administración, dijo que ver esta representación de la UV en el Hult Prize, es ver a esta casa de estudio en las ligas mayores del emprendimiento.