Año 17 No. 699 Noviembre 21 de 2017 • Publicación Semanal

Xalapa • Veracruz • México

Instituto de Artes Plásticas cumple 40 años

Contenido 6 de 34 del número 699

La muestra reúne la obra de 46 artistas

 

El trabajo del IAP ha obtenido diferentes reconocimientos

 

Las obras creadas desde el IAP se caracterizan por su heterogeneidad

 

Vinicio Reyes, nuevo director, con Ángel Trigos y Xavier Cózar

 

Presencia incluye piezas realizadas desde los años setenta hasta la actualidad

 

 

Para conmemorarlos, se creó la exposición Presencia, en la Galería “Ramón Alva de la Canal”

David Sandoval Rodríguez

Este año el Instituto de Artes Plásticas (IAP) cumple 40 años de existencia, durante los que ha experimentado los cambios del entorno en múltiples sentidos: desde sus integrantes y propuestas artísticas hasta las labores de docencia e investigación, asumiendo este rol en un escenario adverso para las artes a nivel internacional y nacional.
Para celebrar sus cuatro décadas de existencia, el 10 de noviembre se inauguró la exposición Presencia. 40 años del Instituto de Artes Plásticas, en la Galería Universitaria “Ramón Alva de la Canal” (RAC), con más de 90 piezas pertenecientes a 46 artistas que forman y han formado parte del instituto.
La exposición tiene el propósito de mostrar el amplio panorama que los creadores del instituto han abarcado en sus obras, caracterizadas por la heterogeneidad que va desde la pintura hasta la instalación y la experimentación con distintos formatos gráficos.
Con la intención de contextuar el papel que los artistas han tenido en la máxima casa de estudio, se logró obtener piezas de colecciones particulares, así como del acervo propio. La curaduría estuvo a cargo de Luis Josué Martínez Rodríguez, historiador del arte, y coordinada por Carmen Díaz Rivera, integrante del IAP.
La exposición Presencia también busca ser una reflexión sobre las distintas etapas que ha tenido el instituto desde su formación –a cargo de Carlos Jurado– hasta el presente, donde ha tenido que adecuarse a las nuevas políticas institucionales, educativas y académicas, con respecto a las funciones de los investigadores y su diversificación de la carga, explicó Xavier Cózar Angulo, ex director del IAP.
“La mejor manera de hacer un homenaje a la trayectoria del instituto es justamente a través de una exposición retrospectiva en la cual se ha hecho un ejercicio curatorial y de investigación respecto al acervo con el que se cuenta”, y enfatizó la importancia de “fortalecer la preservación y proyección de la obra, que es patrimonio institucional”.
Artistas que asumen retos, desafíos y carencias
Abraham Méndez Gómez, uno de los más recientes integrantes del IAP, comentó que ha sido un reto la transición de alumno de la Facultad de Artes Plásticas (FAP) hacia la docencia, y en cuanto a la producción reconoció que se debe buscar un equilibrio entre el quehacer docente y la producción artística.
Con relación a la exposición, consideró importante la posibilidad que brinda para saber lo que ha sucedido en el IAP ya que permite conocer “diferentes visiones, técnicas y conceptos del arte”; además, es un punto de partida para los estudiantes de las artes plásticas y aquellos que no están familiarizados con la trayectoria del instituto.
En cuanto a la transición que experimentó de estudiante a profesor, dijo que es una cuestión de ponerse la camiseta. “Hace seis años aquí hice mi servicio social y fue un primer acercamiento para ver cómo funciona y cómo es la dinámica de docente al interior del instituto, porque uno conoce muchas cosas nuevas y el tener el respaldo del IAP y de la propia UV te permite explorar otros territorios, lo cual es interesante porque al final se transmite a los estudiantes”.
Roberto Rodríguez Hernández, integrante del IAP desde hace ocho años, manifestó que formar parte del instituto es un reto pues estaba acostumbrado a ser independiente y al haber resuelto sus necesidades como creador “hay cosas que aprender en una institución y eso ha sido enriquecedor, a veces complejo, pero interesante”.
En ese sentido, destacó que impartir clases ha sido igualmente enriquecedor y, aunque en principio parecía un desafío, ha encontrado un gusto que implica renovarse de manera constante, buscando información para estar al día con los estudiantes de las experiencias educativas (EE) Taller de Arte Contemporáneo y Proceso de las Artes Visuales.
Retomar la docencia implicó también tratar de atender aquellas deficiencias que vivió como alumno de la FAP, así como un acompañamiento personalizado de los jóvenes, “porque en las artes es muy diferente a otras carreras, esto es muy personal, he tratado de innovar porque cada grupo es diferente”.
Si no se establece una relación personal con cada estudiante no es posible avanzar porque están en juego las emociones, agregó, cada uno tiene intereses particulares y cada proyecto es diferente.
Desde que llegó al IAP se ha enfocado en su trabajo y recordó que desde que se fundó este espacio “se han hecho cosas muy interesantes y se siguen haciendo, sin embargo hay muchas dificultades, principalmente económicas, que antes no se vivían”.
Opinó que se requiere mayor visión institucional en cuanto al quehacer y propósito del IAP, ya que “el arte puede ayudar mucho a la sociedad y creo que se está haciendo a un lado, no sólo en la Universidad sino en general”.
Sergio Domínguez Aguilar, también egresado de la FAP, coincidió en considerar como un reto la docencia al combinarla con la producción artística y reconoció que existe un desconocimiento al exterior de las actividades que realizan los integrantes del instituto.
“Se hace, se puede hacer y se ha hecho, pero cuando uno escucha el discurso institucional que lo define como la generación de un espacio que innova y es único a nivel nacional, como un lugar que se dedica exclusivamente a la creación artística, es considerado por algunos como un nicho de oportunidad o como una patología, pero tiene una razón de ser institucional, social y pedagógica”, opinó.
En su experiencia le ha tocado vivir un cambio en las instituciones de educación superior, que ahora atienden otras labores sustantivas de la Universidad además de la docencia.
Refirió que la presente generación de académicos ha tenido que impartir y administrar EE como una contribución de los institutos hacia la formación de nuevas generaciones y hacia otros sectores institucionales como la presencia de obras en espacios nacionales e internacionales, similar a la actividad de los grupos artísticos.
Expresó que con el Modelo Educativo Integral y Flexible (MEIF) ha ocurrido un cambio que impactó directamente en la formación de las artes plásticas, y aunque ahora se busca la contextualización de la producción en diversos ámbitos históricos, teóricos y filosóficos, “pareciera que hubo un desplazamiento en desmedro del hacer, como si estuvieran separados”.
Otro elemento para reflexionar es la formación precaria que tienen quienes ingresan a la Licenciatura en Artes Plásticas y buscan aprender principalmente técnicas, por lo que persiste un reacomodo de las prácticas al interior de un modelo educativo que no está permitiendo comunicarse con los alumnos.
Desde hace tres años imparte la Tutoría para la Apreciación Artística (TAA) Dibujo Experimental y ha sido interesante porque acuden estudiantes, académicos y personal administrativo de distintas entidades.
En cuanto a su experiencia dentro de la TAA, la consideró como un apoyo y una labor de acompañamiento y agregó que se trabaja en coordinación con la Dirección General de Desarrollo Académico e Innovación Educativa en una TAA que apoye en la formación de capacidades profesionalizantes.
“Cuando uno elige estar en una institución, de algún modo se establece un contrato no sólo tácito sino simbólico porque no me contratan como artista sino como un académico con un perfil disciplinario, y uno tiene que aprender a conciliar entre los intereses institucionales, los personales y los de los estudiantes.”
Por otro lado, comentó que acaban de adquirir un tórculo para grabado y una prensa litográfica para reactivar los talleres de grabado; también se adquirió una duplicadora con fondos del Programa de Fortalecimiento de la Calidad en Instituciones Educativas (Profocie). No obstante, la gestión de los recursos y la habilitación de los talleres han conllevado una importante inversión de tiempo y esfuerzos.
Proyectar el quehacer del IAP
Carmen Díaz Rivera, coordinadora de la exposición, comentó que desde hace un año se planteó la necesidad de dar cuenta de la trayectoria de 40 años del instituto, fue así que consideraron invitar a Josué Martínez para hacer una investigación que abarcara a los primeros artistas con quienes inició el IAP.
Partiendo del acervo propio lograron reunir diversos trabajos; sin embargo, observó que la conservación del mismo no sucedió desde la creación del instituto, “había una laguna muy grande en cuanto a los primeros años y por eso empezamos a reunirnos con los actores de aquellos tiempos para hablar de la posibilidad de que nos dieran en préstamo piezas elaboradas durante esos primeros años de su estancia en el IAP”.
El conjunto que se presenta incluye piezas realizadas a finales de la década de 1970 hasta piezas de Natalia Calderón, quien hace menos de tres meses se integró al instituto.
“Es un panorama muy amplio de su quehacer, con momentos muy significativos de la producción artística y se ha avanzado mucho, porque la exposición no es solamente celebratoria”, recalcó, “estamos en un momento en que queremos consolidar la presencia del IAP, proyectarlo, y con este conjunto de obra reunido, llevarlo hacia otros lugares fuera del estado, retornando a la costumbre que se dio en la década de los ochenta en el centro del país”.
La exposición Presencia significa “celebrar, conmemorar, proyectar con nuevos aires el trabajo que se realiza en el instituto y dar su lugar al trabajo que se llevó a cabo en los inicios y durante estas cuatro décadas”, puntualizó.
Su hilo conductor se basa en las piezas que cada uno de sus integrantes generó durante los primeros años de su estancia y lo que le brinda una cierta identidad propia es la experimentación en diversas facetas.
Díaz Rivera planteó que uno de los propósitos de la exposición es tenerla durante un año en Veracruz y otros estados, y posteriormente se busca generar una publicación.

Orígenes y reconocimientos
El IAP nació bajo la tutela del fotógrafo Carlos Jurado y el involucramiento de artistas jóvenes que habían egresado de la misma FAP; su objetivo era idear y construir una serie de implementos como cámaras para las artes gráficas, papeles de impresión, prensas para grabado y litografía, entre otros.
En lo que a producción artística se refiere, se desarrollaron novedosos sistemas de reproducción gráfica, entre ellos la impresión en offset que elimina la pantalla o retícula, denominada offsetipia, por medio de la cual se realiza obra individual, así como pequeñas ediciones a manera de libro objeto.
También en el campo de la fotografía se generaron procesos alternativos y otros antiguos, algunos en desuso que fueron convenientemente actualizados.
Además de la gráfica y la fotografía, el quehacer de los creadores se ha enfocado a la pintura, la escultura, las artes gráficas y en diversas ocasiones los proyectos combinaban varias disciplinas.
Cabe señalar que la obra plástica producida al interior del IAP ha obtenido diferentes reconocimientos por la crítica especializada, como la Mención Honorífica en la Bienal de Expresionismo de Miami, Florida, obtenida por Salvador Cruzado en 1986; el Certificado de Excelencia Art Horizons International de Nueva York, obtenido por Yosi Anaya; el Premio “Antoniorrobles” IBBY-México en Ilustración, obtenido por Rosalinda Band, en 1989, y el reconocimiento que le otorgaron a Marconi Landa, en 1996, al seleccionar su obra para exhibirla de manera permanente en el Parque Internacional Fujimi Kogen de Tokio, Japón.
Además de los talleres de escultura y grabado, espacios de cómputo donde los creadores imparten clases y asesorías a los universitarios, el IAP, ubicado en la Avenida Primero de Mayo número 21, a un costado del Museo de Antropología de Xalapa (MAX), cuenta con su propio espacio de exhibición, la Galería “Fernando Vilchis” en donde, por medio de una rotación constante, se busca mostrar la producción de artistas diversos e igualmente se brinda el espacio para destacados alumnos de las artes plásticas y creadores invitados.

Héctor Vinicio Reyes,
nuevo director
El 13 de noviembre, el Director General de Investigaciones (DGI), Ángel Trigos Landa, entregó a Héctor Vinicio Reyes Contreras su nombramiento como titular del instituto, en sustitución de Xavier Cózar, quien retornó a la actividad artística y de investigación.

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