Orizaba • Córdoba
Francisco Javier Chaín Revuelta
La Facultad de Ciencias Químicas (FCQ) de Orizaba, a través de su Laboratorio de Investigación y Servicios (Ladiser) Inmunología y Biología Molecular, realiza estudios sobre dengue, enfermedad de Chagas y acerca de la formación de recursos humanos para la investigación.
Araceli López Monteón y Ángel Ramos Ligonio, profesores e investigadores responsables del Ladiser, detallaron para Universo la labor realizada en este espacio, como los estudios relacionados con la infección que produce el virus del dengue y tratan de encontrar alternativas para su diagnóstico y para evitar su importación. Es por ello que analizan una proteína del virus que puede ser reconocida en pacientes que han tenido dengue clásico o hemorrágico.
Junto con los estudiantes de la Maestría en Ciencias en Procesos Biológicos y el Doctorado en Ciencias Biomédicas, también trabajan investigación básica en relación a la respuesta inmune que genera el virus del dengue, pues al conocerla, se puede diseñar una vacuna que proteja contra sus cuatro serotipos, dijo Ramos Ligonio.
Advirtió que cuando hay brotes epidémicos se generan muertes por síndrome de choque o por síndrome hemorrágico; en Veracruz circulan los cuatro serotipos predominando el 1 y 2, con ellos se pueden tener formas graves de la enfermedad y muerte.
Por su parte, Araceli López explicó que una persona que ha padecido dengue genera inmunidad contra el mismo serotipo del que fue infectado, y aunque tenga anticuerpos, sí podría enfermarse –por ejemplo– de dengue clásico, presentar dolor de huesos y de ojos, así como temperatura.
Pero si se infecta con un serotipo distinto entonces podrá desarrollar dengue hemorrágico. Aunado a esto, si la carga viral es muy alta y no se pueda controlar, le dará síndrome de choque el cual es mortal porque la reacción es muy rápida, perderá plasma a través de la piel como si sudara sangre, y en lo que llega al hospital puede morir porque hay falla orgánica, por lo cual el corazón e hígado dejan de responder como habitualmente lo hacen. Otro aspecto alarmante es que con el dengue hemorrágico empiezan a sangrar encías, entonces se debe acudir rápido al hospital para recibir el tratamiento adecuado.
Los investigadores hicieron énfasis en la importancia de dar a conocer esta información, porque las personas piensan que como ya les dio el dengue no les volverá a dar y por el contrario, se deben cuidar aún más porque son propensos a otras formas graves de la enfermedad.
Espacio de formación
académica y científica
El Ladiser ha patrocinado jornadas de investigación biomédica en las que los ponentes han sido estudiantes que se formaron en este espacio, quienes tras egresar lograron grados de maestría y doctorado, lo que demuestra que sí se puede hacer investigación en México.
López Monteón informó que el Ladiser tiene el equipo y capacidad académica y científica para que los estudiantes forjen una línea de investigación. “Todo lo que tenga que ver con inmunología se puede hacer aquí, tenemos colaboraciones con las facultades de Biología, Odontología y Medicina, cuyos alumnos acuden con sus proyectos de tesis y los ayudamos. También tenemos colaboraciones externas con el Instituto de Salud Pública de Cuernavaca, con el Instituto de Investigaciones Biológicas de Veracruz, lo cual es muestra de que el laboratorio está funcionando; quienes de aquí egresaron ahora cuentan con posgrados y han venido a presentar las investigaciones que realizan en otros centros del país y del extranjero”.
Por su parte, Ángel Ramos Ligonio resumió que formar alumnos y hacer investigación son las labores que realiza en el laboratorio.
Enseguida, explicó que la enfermedad de Chagas estaba ligada con la pobreza, pero básicamente depende mucho de las acciones que realice el equipo de vectores de la Secretaría de Salud, son ellos quienes deben identificar los focos epidemiológicos y tratar que se conozca el vector para evitar esa interacción.
Informó que en zonas rurales en las que le ha tocado trabajar, el vector está dentro de la casa y ahí duerme con la posibilidad de alimentarse de sus habitantes. En ese sentido, subrayó que es importante que como manera preventiva las personas conozcan el vector para que lo identifiquen y no puedan quedar a expensas de que los contagie.
Ángel Ramos añadió que desgraciadamente hay otras formas de transmisión como la vía congénita y la transfusión, desgraciadamente México fue el último país en cumplir la obligación del tamizaje en el banco de sangre para la presencia de anticuerpos del Trypanosoma cruzi, pero lo bueno es que por fin ya se hace.
Recalcó que el asunto de la prevención depende mucho de las autoridades de salud, las cuales deben poner la adecuada atención a este tipo de enfermedades reduciendo el hábitat con un control vectorial, eso es lo que más se necesita en Veracruz.
Ramos Ligonio tiene a su cargo la línea de investigación sobre la enfermedad de Chagas y básicamente se dedica a hacer diagnóstico epidemiológico y molecular de pacientes que puedan estar infectados por el Trypanosoma cruzi.
Informó que han hecho varios proyectos de investigación acerca de la colecta de triatominos y del porcentaje de infección natural, se han documentado algunas cuestiones sobre los serotipos que circulan en la zona centro del estado de Veracruz.
Compartió que recién regresa del Congreso de Vectores de la Enfermedad de Chagas que se llevó a cabo en Oaxaca, y hay la intención de que la UV sea sede del siguiente congreso de vectores de Trypanosoma cruzi, en Orizaba.
Se trata de un congreso internacional al que acudirán varios investigadores de diferentes instituciones y países para mostrar los datos y resultados que han obtenido.
Informó que en la organización participará la Secretaría de Salud estatal para que el evento tenga mayor alcance y asista gente involucrada con las enfermedades de Chagas y dengue. En relación a la primera, explicó que está desatendida y por desgracia no existe cura a la fecha.
Comentó que son varias líneas de investigación que se tienen en el Ladiser, una de ellas es buscar un diagnóstico más eficiente para pacientes del estado y nacionales, puesto que existen discrepancias a la hora de establecer el diagnóstico y hay muchos casos que son falsos positivos o discordantes.
Cuando dos pruebas no concuerdan con el resultado positivo, una de las metas del laboratorio es diseñar una prueba diagnóstica que permita tener un dictamen más certero.
Ángel Ramos informó que también trabajan en colaboración con Ángel Trigos Landa, director general de Investigaciones, y Esmeralda Sánchez Pavón, académica de la FCQ, en dilucidar nuevas moléculas con carácter tripanocida.
Informó que tienen algunos resultados prometedores ya que detectaron una molécula que posee una buena actividad tripanocida con menor daño psicotóxico.
Dijo que desgraciadamente los únicos dos fármacos que existen para curar la enfermedad de Chagas producen muchas reacciones adversas.
El investigador explicó que también trabajan en un proyecto con personal del Instituto de Ecología (Inecol), específicamente con Aldo Segura Cabrera, sobre reposicionamiento de fármacos y terapia combinada para mejorar los resultados que tenemos a la fecha.
Indicó que también llevan a cabo investigación para comprender mejor la biología del parásito, que consiste en observar cómo se va distribuyendo el vector en los diferentes ecotopos que existen en el estado.
En ello trabajan con Eric Montiel, de la Universidad de Tulane, y generarán una base de datos con todas las chinches que tiene muestreadas la jurisdicción para ver fuentes de alimentación, parásitos con los cuales están infectados y el ecotopo (regiones que presentan unas condiciones ambientales específicas) para saber cómo se mueve el vector en los lugares de recolección.