Karina de la Paz Reyes
La labor de la Universidad Veracruzana (UV) en la conservación del patrimonio natural y cultural de la entidad es fundamental, destacó la rectora Sara Ladrón de Guevara en la Mesa 1 “Riqueza biológica y cultural de Veracruz” del Foro Académico “Patrimonios Universales: Naturaleza y Cultura” que se desarrolló en la Feria Internacional del Libro Universitario (FILU) 2015.
La mesa fue moderada por el historiador Ricardo Corzo, quien celebró que esta fiesta de las letras haya retomado una preocupación fundamental en el ámbito de la investigación, toda vez que el Foro Académico de este año lleva por título “Patrimonios Universales: Naturaleza y Cultura”.
En la mesa, además de la Rectora de la UV, participaron los científicos del Instituto de Ecología (Inecol), Gonzalo Castillo Campos y Jorge López Portillo.
Ladrón de Guevara expuso el tema “La diversidad natural y cultural. Un patrimonio conjunto”, y en ese contexto dijo que hasta 2009 el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) registró cerca de ocho mil sitios distribuidos en el estado de Veracruz, sin embargo sólo 11 están abiertos al público como zonas arqueológicas –entre las cuales están El Tajín, Cuyuxquihui, Castillo de Teayo, Las Higueras, Vega de la Peña, Cuajilote y Zempoala.
“Estar abiertos al público significa ya una protección, pues el INAH provee a estos sitios de custodios permanentes, pero cabe mencionar que El Tajín es el único sitio veracruzano que cuenta con una declaratoria de zona de monumentos arqueológicos, emitida por el Ejecutivo general”, subrayó. “Éste es uno de los principales problemas para la defensa del patrimonio arqueológico”, añadió.
Tal declaratoria requiere la firma del presidente de la República, “por lo que muy pocos sitios arqueológicos gozan de la protección legal”. Pero se trata de una problemática que no sólo existe en el patrimonio veracruzano, sino en todo el país. “Cientos de sitios son destruidos día a día no sólo por el saqueo deliberado, también por la actividad humana, agrícola y ganadera, o el crecimiento de centros urbanos en todo el país”.
La Rectora recalcó que los asentamientos fueron elegidos por las culturas prehispánicas –precisamente– por los recursos naturales existentes, que hacían propicia la permanencia humana en el sitio.
“Al reconocer que la historia del poblamiento prehispánico se relaciona íntimamente con los recursos naturales disponibles, se parte de la premisa que ambos tipos de bienes, naturales y culturales, están imbricados y su problemática de conservación se encuentra estrechamente relacionada, aunque siempre se ha manejado, como ya dije, separadamente.”
Asimismo, se pronunció por difundir los avances del conocimiento a la población en general, no sólo entre pares, de lo contrario, “la estrategia de conservación de áreas patrimoniales carecerá de fortaleza, si no se transmite la importancia de estos sitios a las comunidades cercanas”.
Reiteró que “es indispensable unir nuestros esfuerzos a quienes trabajan líneas paralelas gestionando la conservación del patrimonio natural. Debemos concienciar a los arqueólogos del hábitat donde se ubica su estudio y debemos comunicar a los estudiosos del medio ecológico de los restos culturales ubicados en sus áreas naturales protegidas. Unamos nuestros esfuerzos, unamos nuestros patrimonios”.
En su participación, bajo el título de “Biodiversidad vegetal en Veracruz”, Gonzalo Castillo destacó que “en el recambio de un bosque a pastizal se pierde 90 por ciento de las especies y no es sencillo recuperarlas; en un cafetal se pierde el 88 por ciento, que no es gran diferencia. Ésta es la biodiversidad que estamos perdiendo por cada cambio de uso de suelo”.
Además, el científico del Inecol habló de las especies endémicas y la alta biodiversidad que está en riesgo en Veracruz.
Por su parte Jorge López Portillo, a través del tema “Presiones ambientales en los manglares y lagunas costeras de Veracruz: ¿Problemas de manejo que tienen solución?”, detalló cuáles son los sitios Ramsar que tiene Veracruz y cuáles son las presiones en particular relacionadas con la sobreexplotación pesquera, la disminución de las pesquerías como una excusa para realizar dragados y construir escolleras.