Investigadora de la Universidad de Barcelona
Karina de la Paz Reyes
Rosa María Tello Robirá, profesora de Geografía Humana de la Universidad de Barcelona, España, quien participó en el Seminario «El espacio tiene género y el género tiene espacio», destacó que hay dos tipos de ciudad: la masculina y la femenina. La primera posee grandes símbolos y espacios públicos; en contraste, la segunda es prácticamente invisible, incluso «no tiene historia».
El seminario, organizado por la Licenciatura en Geografía de la Facultad de Economía de la Universidad Veracruzana, se celebró del 6 al 10 de abril en la Unidad de Servicios Bibliotecarios y de Información.
Tello Robirá, quien fungió como instructora del ejercicio académico, dictó la conferencia magistral «Debates epistemológicos y conceptuales en los estudios del espacio con una mirada de género», en la que comentó que en la ciencia, aunque se considera neutra, hay una mirada de género comúnmente dominada por «lo masculino».
Las ciencias sociales, dijo, también buscan ser neutras y objetivas y observan los deseos e inquietudes de la población como objetos, lo cual las conduce a predicciones inverosímiles.
«Deberían tener otra mirada, otra manera de pensar. ¿Cómo vamos a medir las transformaciones del espacio y de la sociedad, las inquietudes, deseos y experiencias de mujeres y hombres?», cuestionó.
«Por tanto decimos el ‘espacio’ y el ‘género’ como conceptos, pero en nuestro vivir son una misma experiencia. No podemos vivir el género sin el espacio, ni el espacio prescindiendo del género», añadió.
La especialista puntualizó que la ciudad también tiene género, aunque normalmente se define por su materialidad (los espacios objetivos: casas, calles, edificios); por sus funciones (actividad laboral); por sus imágenes (imaginarios que representan no a lo común y corriente, sino a los poderes instituidos: una iglesia, un banco, un centro comercial); también se define mediante la generalización (por ejemplo el mapa del lugar).
En ese sentido, lamentó que la ciudad no se piense ni se conciba por lo particular, sino desde lo técnico-económico, que a su vez está vinculado a lo político; sin embargo hay otra ciudad que está excluida, la del día a día, donde hay sujetos con una diversidad biológica, social y económica.
«En realidad tenemos dos ciudades: la racional y visible, la que se difunde, la de la producción, la economía, política y pública; y la ciudad del día a día, que no es simbólica». Para ella la primera es la masculina y la segunda la femenina.
De acuerdo con sus palabras, la ciudad femenina, aunque invisible, es la mayor, pues son las vivencias del día a día y quienes la construyen son las mujeres.
Tello Robirá retomó Las ciudades invisibles de Italo Calvino para concluir su presentación: «La ciudad está hecha de su historia, no dice su pasado, lo contiene como las líneas de una mano; no obstante la ciudad femenina creo que es la ciudad sin historia, creo que es un relato aplazado».
En la sesión de preguntas y respuestas afirmó que cuando se piensa en la ciudad para planearla o transformarla, se hace con base en un individuo universal que puede circular por sí mismo.
Señaló: «No se piensa en los niños, en las mamás que tienen que ir con la carriola o en las personas mayores que necesitan más tiempo para atravesar de una acera a la otra y están marcadas por el tiempo del semáforo que es de 22 segundos. Quizá necesitan 42 segundos. No está pensada la ciudad para la diversidad».