Mathias Glaus, investigador de la Universidad de Quebec, dictó la conferencia «Gestión de la información ambiental industrial» en el auditorio de la Facultad de Ingeniería, como parte de la colaboración entre esa casa de estudios y la Universidad Veracruzana.
Glaus abordó el caso de la cementera Holcim Apasco, creada a partir de la fusión de dos consorcios. El primero, fundado en 1912 en la villa de Holderbank, Suiza; el segundo, en 1928 en el municipio de Apaxco, Estado de México.
En 1964 el grupo suizo, denominado Holcim, se convirtió en el accionista mayoritario de la empresa mexicana. En las décadas de 1970 y 1980, Holcim Apasco compró Cementos Veracruz; en los años noventa, Cementos Acapulco.
Mathias Glaus narró que la cementera se puso en contacto con él para que diseñara un software que permitiera a los ingenieros hacer balances de masas y de energía para equilibrar sus intereses económicos y las necesidades del medio ambiente.
A industrias como Holcim, explicó, les interesa experimentar con cualquier cantidad de desechos, en busca de nuevos materiales que eficienten los recursos y que no contaminen en demasía.
Una de las misiones del investigador y de otros especialistas es buscar una solución para reducir la huella ecológica, que es un indicador del impacto ambiental que la demanda de recursos genera en los ecosistemas.
Las empresas, detalló, utilizan incineradores que generan 1.2 millones de toneladas de cemento a base de calcio, silicio, fierro y aluminio.
La información de dichos procesos debe ordenarse para hacer un balance de flujo en el sistema; para lo que se necesita construir una base de datos (software).
En dicho software los números rojos suelen opacar los números verdes, mismos que son positivos para el medio ambiente. ¿Qué hacer en este caso?, el investigador respondió que se debe proponer disminuir la cantidad de combustible alterativo y adherir un combustible alternativo.
Los científicos como Glaus deben ser capaces de evaluar diferentes escenarios para las industrias cementeras y la utilización del software posibilita dicha práctica, la idea es que la materia residual sea interesante para las empresas. Éste proporciona a las empresas datos no agregados, parámetros tangibles y les permite competir con responsabilidad.
Con ayuda del software, el gobierno se entera de los movimientos de las cementeras, estudia los resultados y autoriza hacer las pruebas en escala real. Cada año las cementeras como Holcim ofrecen un balance de masas de forma gráfica y podemos comprender el problema de la industria en términos cuantitativos.
Mathias Glaus tiene gran experiencia en estudios acerca de la gestión de la información ambiental, evaluación del desempeño ambiental (proceso y procesos limpios), herramientas para la toma de decisiones, indicadores de desempeño ambiental, gestión de residuos multiproceso y movilidad individual y el transporte avanzado (cibernética), entre muchos otros.