Dicho trabajo brinda soporte científico al uso de la planta Justicia spicigera que revierte el desarrollo de células cancerígenas
El laboratorio fue instalado en 2008 para impulsar la investigación biomédica
Claudia Peralta Vázquez
El Laboratorio de Cultivo Celular contribuye al desarrollo de una investigación basada en brindar soporte científico al uso de la planta Justicia spicigera, empleada por la medicina tradicional para detener el crecimiento de células cancerígenas.
Enrique Juárez Aguilar, responsable de este espacio instalado en 2008 al interior del Instituto de Ciencias de la Salud (ICS) con el propósito de impulsar la investigación y generación del conocimiento en el área biomédica, explicó que se determinó que el extracto de esta planta acuática perteneciente a la familia de las acantáceas contiene compuestos antioxidantes que evitan la proliferación de células generadoras de la enfermedad.
En entrevista, destacó que este trabajo centrado en identificar compuestos activos medicinales del estado de Veracruz, fue emprendido en coordinación con investigadores del Centro de Investigaciones Cerebrales (Cice) y del Instituto de Ciencias Básicas.
En breve, se espera que el resultado sea publicado en alguna revista científica, después de más de cinco años de haber sido concluido el proyecto.
“La idea es fundamentar el uso de esas plantas, pues sabemos que las poblaciones indígenas comúnmente las emplean en lugar de la medicina de patente.”
Ellos obtienen la planta, realizan la caracterización bioquímica e identifican los compuestos, comentó y detalló que en el tratamiento de cáncer a base de quimioterapia se emplean compuestos citotóxicos que matan las células y dañan su estructura; por el contrario, los compuestos anti-proliferativos frenan el desarrollo de estos pequeños organismos.
“La mejor estrategia es detener la célula y matarla; otra solución es hacer que no se prolifere y disminuya su número.”
El especialista con Maestría y Doctorado en Biología Celular y experiencia práctica en el cultivo de células, dio a conocer que esta última estrategia tiene menos efectos secundarios para la persona, toda vez que el compuesto citotóxico daña a la población cancerosa, así como al resto de las células.
Asimismo, añadió que en el Laboratorio de Cultivo Celular han sido analizados otros extractos con efecto citotóxico, sin embargo la Justicia spicigera, popularmente conocida como muicle y que crece desde México hasta Colombia, es la primera con efecto anti-proliferativo. Por ello, sí existen elementos científicos para emplear esa planta contra el cáncer, aseguró.
Puntualizó que dicho trabajo de investigación, donde intervinieron Cynthia Fernández Pomares, del Cice; María Elena Hernández, experta en cáncer de próstata, y Miguel Ángel Domínguez, en el área de etnofarmacología, ha sido presentado en diversos foros nacionales e internacionales. Uno de ellos fue una reunión sobre terapia de cáncer, efectuada en Cincinnati, Estados Unidos.
Respecto a la labor del Laboratorio de Cultivo Celular, mencionó que fue el primero en instalarse dentro del ICS y su objetivo es impulsar la investigación biomédica dentro de dicho instituto.
Inicialmente, dijo, como línea de investigación se propuso el aislamiento de precursores neurales, es decir, células madre que dan origen a los distintos tipos celulares del cerebro: neuronas, oligodendrocitos y células guía.
La idea de implementar el modelo fue estudiar el nacimiento, desarrollo, funcionamiento, supervivencia y muerte de una neurona, para lo cual se trabajó con tejido cerebral embrionario a partir de embriones de ratón. Dicha aplicación ha permitido estudiar cuáles son los factores que regulan la biología de las células, explicó Enrique Juárez Aguilar.
Posteriormente, en colaboración con el Cice se efectuó el establecimiento de líneas celulares de cáncer conservadas en nitrógeno líquido, con el propósito de probar sus efectos en cáncer u otros factores como la hormona de crecimiento. A esta última se le relaciona con la generación de ese padecimiento, aunque aún no está comprobado.
“Se ha observado que la hormona del crecimiento juega un papel de supervivencia, es decir, favorece que la célula cancerosa no se muera, son los primeros resultados obtenidos.”
Actualmente, el Laboratorio de Cultivo Celular respalda la labor del Instituto de Ciencias Básicas, la Unidad de Servicios de Apoyo en Resolución Analítica y colabora además con las universidades autónomas de Campeche y del Estado de México.
Cuenta con un cuarto de cultivo, esterilización, bioquímica, banco de células e infraestructura con tecnología de punta como: un gabinete de seguridad biológica para mantener un espacio estéril, libre de bacterias y partículas.
Además, una incubadora de inyección de CO2 que mantiene una atmósfera ideal (de temperatura y oxígeno) para que las células crezcan y proliferen.
Un microscopio de epiflorescencia con cámara digital asociada, donde se analizan las células con mayor precisión; un microscopio de disección útil en el trabajo con tejidos cerebrales de modelos animales, y un microscopio invertido para ver las células en pleno cultivo.
El equipamiento también lo conforma un tanque de nitrógeno líquido, donde se conservan las células a una temperatura de 171 grados centígrados bajo cero.